El espacio mundial para que la gente se manifieste, se organice y tome acciones contra la pobreza, la desigualdad y la injusticia se está reduciendo.
Casi el 89 por ciento de la población mundial vive actualmente en países con importantes restricciones a sus libertades fundamentales de asociación, reunión pacífica y expresión para influir en las estructuras políticas, económicas y sociales de su entorno.
En tiempos de crisis, el espacio para un diálogo abierto y constructivo entre los gobiernos y la sociedad civil, así como el acceso a una información rápida y fiable, son fundamentales. Sin embargo, las investigaciones muestran que los gobiernos han tomado un camino diferente y están aprovechando la pandemia como una oportunidad para introducir o aplicar restricciones adicionales a las libertades cívicas.
La detención de manifestantes y el uso excesivo de la fuerza contra ellos son las tácticas más comunes que utilizan las autoridades gobernantes para restringir el derecho de reunión pacífica. Otros ataques a las libertades cívicas son la censura, las agresiones a periodistas y el acoso e intimidación a los defensores de los derechos humanos.
Los retrocesos o el estancamiento de los avances en la lucha contra la pobreza y la desigualdad indican que, a medida que se reduce el espacio cívico, los grupos más marginados y sin poder se enfrentan a un riesgo creciente de quedar rezagados.
Sin espacio cívico, habrá sociedades menos democráticas e igualitarias. Responde el quiz para saber por qué debemos promover, proteger y defender los espacios cívicos. El cambio real se produce cuando pasamos a la acción.
Supervise el espacio cívico de su región aquí