Debido a la falta de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, se han producido más de 1,4 millones de embarazos no deseados en 115 países desde que comenzó la pandemia en 2020.
La salud y los derechos sexuales y reproductivos son un paso fundamental para lograr la igualdad de género y acabar con la pobreza extrema.
Invertir eficazmente en servicios sexuales y de salud permite que las niñas permanezcan en la escuela, retrasen el matrimonio, eviten embarazos no deseados, aumenten sus ingresos económicos a lo largo de su vida y salgan ellas mismas y las generaciones futuras de la pobreza.
Ahora es el momento de garantizar que ninguna mujer o niña, viva donde viva, se vea privada de este derecho humano fundamental.
Ahora mismo, millones de niñas no tienen acceso a formas modernas de anticoncepción, y cada 11 segundos una mujer o su recién nacido mueren en el parto.
Pedimos a los gobiernos que destinen urgentemente fondos a la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas. Esto incluye 232 millones de dólares hasta finales de 2022 para la Asociación de Suministros del UNFPA, que proporciona anticonceptivos esenciales e intervenciones de salud materna que salvan vidas a algunas de las mujeres y niñas más vulnerables del mundo.
Únete a nosotros para pedir a los países del G7 que protejan los derechos de salud sexual y reproductiva y el acceso a los servicios para que todas las niñas puedan planificar su futuro: firma la petición.