Las mujeres y las niñas de todo el mundo son responsables del 75% de todo el trabajo doméstico y labores de cuidado no remuneradas. El cuidado doméstico no remunerado constituye una crisis mundial que se ha agravado con la actual pandemia mundial de Covid-19.
La carga de las labores de cuidado no remuneradas recae sobre las jóvenes adolescentes, privándolas de tiempo para su educación y empujándolas hacia la pobreza extrema.
Este ciclo interminable alimenta la pobreza de muchas mujeres jóvenes, ya que los cuidados domésticos no remunerados aportan millones de dólares a la economía mundial.
Podemos aliviar la pobreza, aumentar la equidad de género y proporcionar servicios de cuidado de calidad a los niños y a los ancianos al reconocer, reducir y redistribuir la cantidad de trabajo de cuidados no remunerados que realizan las mujeres y las niñas, creando al mismo tiempo más empleos para las mujeres como trabajadoras de cuidado pagadas.
Ahora, se ha creado un nuevo Fondo de Incentivos para el Cuidado de los Niños por parte del Banco Mundial, para hacer frente a la crisis del cuidado de los niños, desarrollando un programa para aliviar la carga de su cuidado.
Responde a este cuestionario y aprende más sobre el factor oculto que conduce a la pobreza a muchas mujeres jóvenes: el trabajo doméstico no remunerado.