Muchos de nosotros nos estamos despertando a un mundo que ya no reconocemos, ya sea por un aumento de los ataques racistas y xenófobos, la pérdida de la humanidad para con los que migran o una sensación de creciente desigualdad entre los ricos y los pobres. Con demasiada frecuencia, nos centramos en lo que nos divide, en lugar de lo que nos une con los niños, los jóvenes y las familias que llevan la peor parte.
En 2018, los líderes mundiales se reunirán en la ONU para acordar una forma más justa de gestionar la crisis mundial de refugiados y garantizar la dignidad y la inclusión de los migrantes. Los Pactos Globales para la Migración y los Refugiados tienen el potencial de transformar las vidas de millones de niños, brindando protección antes y después de la migración, la educación y la reunificación familiar.
A la luz de los últimos acontecimientos en los Estados Unidos, la separación sin sentido de los niños de sus padres, ahora más que nunca, debemos defender lo que creemos. El gobierno ha establecido políticas duras para las personas que buscan refugio en Estados Unidos, sin considerar ni abordar por qué huyen en primer lugar.
En Global Citizen, creemos en la igualdad, para todas las personas, especialmente todos los niños, en todas partes. Ya sea que hayas nacido en Nueva York o en Aleppo, Londres o Lagos, finalmente todos compartimos las mismas necesidades básicas, esperanzas y sueños. Para estar seguros, felices y saludables, independientemente de tu raza, sexo o la riqueza que poseas. Este es nuestro sueño para la humanidad, para cada niño, y debemos defenderlo.
La desigualdad dentro de nuestras fronteras debe ser abordada, pero la solución no es demonizar o penalizar a las personas y familias que huyen de horrores inimaginables, o aquellos que migran y le dan un gran valor a nuestra sociedad. Migrante o refugiado: todos somos seres humanos y merecemos dignidad y respeto donde sea que estemos. Estados Unidos tiene una larga historia de ayudar a otras naciones a proteger la salud, la educación y el bienestar de sus pueblos a través de la ayuda exterior. El liderazgo continuo de los EE. UU. es esencial para detener las causas que hacen que las personas huyan.
Si estás de acuerdo, levanta la voz. Pídele al Congreso que asegure que las familias separadas se reúnan y dile a los gobiernos de todo el mundo que aborden las causas fundamentales por las que las personas huyan, desde la pobreza hasta los conflictos.