En 2021 se denunciaron 358 asesinatos de defensores de los derechos humanos y del medio ambiente en 35 países, y muchos más no fueron denunciados.
Estos asesinatos son la punta del iceberg de un retroceso masivo de los derechos y las libertades cívicas en todo el mundo.
Los gobiernos de casi todos los países están aumentando las restricciones a la libertad de expresión y al derecho de protesta, normalizando la idea de que las personas que se manifiestan sufren las consecuencias.
Es urgente detener este ataque global al espacio cívico. Una sociedad libre y un espacio cívico abierto son esenciales para luchar contra el autoritarismo y para exigir responsabilidades a los gobernantes.
Desde el derecho al voto hasta los derechos laborales, desde #BlackLivesMatter hasta #MeToo, desde el fin del apartheid hasta las movilizaciones de los Fridays for Future, el cambio social se ha producido gracias a que los individuos han hablado y la gente se ha unido para hacer valer sus derechos.
Ahora, ante la crisis climática y la creciente desigualdad, el espacio cívico es más importante que nunca para defender un mundo justo y equitativo para todos.
Firma la petición en la que se insta a los 28 gobiernos a que den marcha atrás y anuncien cuatro medidas concretas de apoyo al espacio cívico y a los defensores de los derechos humanos en el Global Citizen Stage de septiembre.