En la COP26, los líderes mundiales están debatiendo nuestro futuro climático, pero se está dejando de lado a las comunidades que se ven afectadas por los daños medioambientales en este momento y se está ignorando el papel que desempeñan los movimientos de base en la protección del medio ambiente.
Desde la minería hasta la agricultura a gran escala, las actividades económicas que amenazan al planeta se dan en comunidades con menos riqueza, poder, voz y elección. Sus ríos están contaminados, sus bosques talados y su aire contaminado.
La mejor manera de asegurar un clima más equitativo para todos nosotros es erradicar las injusticias que han conducido a esta crisis, y apoyar a los activistas de base que tienen las respuestas.
En todo el mundo, la gente se está uniendo y ejerciendo sus derechos, demostrando que pueden superar los desequilibrios de poder para garantizar la justicia para sus comunidades y contribuir a la administración de nuestro mundo natural.
Mira Lifting A Curse (Levantando una maldición), un breve documental de Namati, nuestros socios del Plan de Recuperación para el Mundo, que muestra la justicia medioambiental y la movilización comunitaria en acción.
Cuando una empresa china del sector del caucho confiscó sus tierras en Sierra Leona, los habitantes se unieron y, con la ayuda de asistentes jurídicos de la comunidad, aprendieron a utilizar la ley para defender sus propios derechos y exigir justicia.
Al luchar para protegerse, nos están protegiendo a todos.