Hizo falta una pandemia para que la conversación sobre la necesidad urgente de reforzar los sistemas sanitarios encabezará las agendas mundiales. Mientras tanto, los ciudadanos de las zonas de bajos recursos de todo el continente africano saben desde hace tiempo que la atención a la salud, aunque es un derecho humano, es una cuestión de desigualdad: cuanto más adinerado seas, mejor y más fácil será el acceso a servicios médicos cruciales.
Sin embargo, la innovadora social de la salud keniana, Naom Monari, no necesitó una pandemia para saber que había que hacer más para apoyar a las comunidades de bajos recursos y ayudarlas a obtener atención médica de forma fácil y económica. A través de su iniciativa social, Bena Care, ha dado un paso adelante para ayudar a superar la brecha de desigualdad que ha hecho que la atención y curación de las enfermedades sea un peso para las comunidades de bajos recursos.
Por ese motivo, Monari es la ganadora este año del Premio Waislitz Global Citizen Disruptor, un premio de $50,000 dólares que se otorga a un candidato que haya creado un impacto tangible de forma innovadora que altere los sistemas actuales que propician la persistencia de la pobreza extrema.
Monari y sus dos compañeros galardonados recibirán, además de los premios monetarios, apoyo en forma de networking para acelerar y ampliar su impacto. El premio, presentado por la Fundación Waislitz y Global Citizen, cuenta con el apoyo de la empresa líder en medicamentos celulares con sede en Estados Unidos y Australia, Mesoblast.
"Bena Care no es sólo una empresa social, somos un movimiento destinado a crear conciencia sobre las injusticias en materia de atención a la salud a las que se enfrentan las familias con bajos ingresos, y el papel que esto desempeña para llevarlas aún más hacia la pobreza", dijo Monari a Global Citizen.
La empresa social se fundó en 2016 con un eslogan que proclama: " Atención médica a la puerta de tu casa", no cabe duda de que el principal objetivo de Bena Care es hacer que la atención a la salud sea más asequible y accesible para las personas con enfermedades crónicas y potencialmente mortales, desde la comodidad de sus hogares.
¿Cómo empezó? Bueno, sus ojos se abrieron a lo que es la desigualdad en Kenia cuando asistió a la escuela pública.
"[Me] abrí los ojos a lo que era la pobreza extrema, ya que más de la mitad de mis compañeros de clase iban a la escuela descalzos y con el estómago vacío. Era inquietante", explicó. "Estaba claro que había una gran división entre la gente de la creciente clase media y la clase baja que se veía marginada".
Monari se dio cuenta de que había que hacer algo urgente sobre el acceso a la salud, sobre todo cuando estaba en la escuela de enfermería y vio cómo el acceso insuficiente a la atención médica podría alimentar la pobreza que había conocido por primera vez cuando era niña; y cómo esa pobreza podía seguir impulsando el acceso insuficiente a la atención médica, creando un círculo vicioso de desigualdad.
"Trabajando como estudiante de enfermería en prácticas en un hospital local, me encontré cara a cara con la dura realidad de las enfermedades crónicas severas, la hospitalización de larga duración y los efectos emocionales y económicos que tenían en los pacientes y sus familias", dijo a Global Citizen.
"Al profundizar en cómo era realmente el problema en otras partes del país, me di cuenta de que más de un millón de personas se ven empujadas por debajo del índice de pobreza cada año en Kenia por los costos relacionados con la atención a la salud", continuó. "Una estadística espeluznante que llevó al nacimiento de Bena Care".
Bena Care trabaja para proporcionar atención preventiva, de rehabilitación y terapéutica a los ciudadanos que más lo necesitan. Parte de esta labor es una plataforma online que permite acceder a equipos de asistencia domiciliaria de segunda mano, como camas de hospital y concentradores de oxígeno, lo que, según Monari, ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias, y reduce significativamente el costo de la atención a la salud.
"Desde su creación, Bena Care ha abordado con éxito los efectos emocionales y económicos de las estancias hospitalarias de larga duración", nos dijo Monari, explicando el impacto que Bena Care ha tenido hasta ahora. También destacó que los servicios de la organización social también están diseñados para beneficiar a quienes trabajan en el sistema de salud.
"Al crear una red de trabajadores de la salud distribuidos por toda Kenia, podemos enviar enfermeros a los pacientes que necesitan cuidados lo más cerca posible a ellos. De este modo, los trabajadores de la salud se benefician de trabajos de tiempo completo, medio tiempo y con horarios flexibles para complementar sus ingresos", explicó.
En el momento cumbre de la pandemia de COVID-19, el equipo de Bena Care pudo obtener un financiamiento del Acelerador Making More Health, que les permitió realizar una amplia labor de difusión, impulsando su capacidad para prestar servicios de atención domiciliaria durante toda la pandemia.
"La pandemia de COVID-19 puso en el centro de atención la atención médica domiciliaria, lo que ha llevado a un cambio inevitable del hospital al hogar, ya que presenta más valor en los cuidados paliativos", afirmó.
Ahora que Monari y Bena Care han ganado el Premio Waislitz Global Citizen Disruptor de este año, la prioridad, según Monari, es ser aún más ambiciosos en la misión de acabar con las desigualdades en la atención a la salud.
"El premio es un borrón y cuenta nueva para que Bena Care establezca nuevos objetivos y mejores estructuras para conseguir un mundo sin injusticias en la atención médica", declaró.
Y añadió: "Mi petición a todos los Global Citizen es que comprendan que nuestros orígenes y circunstancias pueden haber influido en lo que somos hoy, pero es nuestra responsabilidad crear un cambio sostenible para conseguir comunidades mejores y más saludables”.