Los incendios forestales en el Ártico lanzaron más dióxido de carbono a la atmósfera en junio pasado que la cantidad promedio anual liberada por toda Suecia, según informó la Sociedad Meteorológica Mundial (OMM).
De hecho, los recientes incendios forestales, que se cuentan por centenares, liberaron más dióxido de carbono que todos los incendios que se produjeron en los ocho Junios anteriores combinados. Los incendios de esta intensidad no se han visto en la región durante más de 10.000 años.
Estos incendios sin precedentes reflejan los peligros del cambio climático, según la OMM. A medida que las temperaturas globales aumentan y los patrones de precipitación cambian debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera, los incendios forestales catastróficos son cada vez más probables.
A lo largo del Ártico, los antiguos bosques boreales se están secando debido a las olas de calor y la falta de lluvias. Como resultado, los incendios pueden propagarse más rápidamente y es más probable que consuman grandes extensiones de tierra.
Algunos de los incendios seguidos por los satélites de la OMM miden más de 100.000 campos de fútbol. Un incendio incluso cubrió la misma área que 300,000 campos de fútbol.
En todo el mundo, los incendios forestales son cada vez más comunes, intensos y duraderos. También están contribuyendo al cambio climático de manera más amplia.
Los bosques son sumideros de carbono, lo que significa que absorben enormes cantidades de dióxido de carbono del aire, pero a medida que los árboles se queman, liberan carbono y se vuelven incapaces de almacenar más carbono. La OMM observó que los incendios forestales en algunas partes de Canadá en 2014 casi redujeron a la mitad la cantidad de dióxido de carbono que se había almacenado ese año en la región.
El Ártico es especialmente vulnerable a los incendios provocados por el cambio climático, señala la OMM. Las partículas de humo de los incendios aterrizan en la nieve y permiten que se absorba más luz solar, lo que acelera el deshielo, lo que a su vez hace que la región sea más propensa a futuros incendios. Las regiones polares también se están calentando dos veces más rápido que el resto del planeta, según la OMM.
Unprecedented #wildfires in #Arctic. Over past 6 weeks @CopernicusEU#Atmosphere Monitoring Service (CAMS) has tracked more than 100 intense fires in the Arctic Circle. In June alone, these fires emitted 50 megatonnes of CO2 into the atmosphere = Sweden’s total annual emissions. pic.twitter.com/poQWzutgAA
— WMO | OMM (@WMO) July 12, 2019
Además de empeorar el cambio climático, los incendios forestales en el Ártico tienen importantes consecuencias en la vida silvestre. Animales como el caribú se ven obligados a huir de sus hogares y mudarse a hábitats nuevos y potencialmente peligrosos, y el liquen, una fuente fundamental de alimentos para muchos animales, está siendo destruido.
Los incendios también están causando una gran contaminación del aire, lo que puede plantear graves problemas de salud para los seres humanos. A menos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos años, es probable que sigan empeorando.