Los incendios en toda Europa y California están siendo alimentados por temperaturas inusualmente calurosas y condiciones secas.
Son solo un ejemplo de cómo los cambios ambientales extremos en un área pueden causar cambios ambientales extremos en otro. En conjunto, estos poderosos "circuitos de retroalimentación" están empeorando la crisis climática global.
Ahora, un grupo de científicos advierte que el objetivo del acuerdo climático de París de evitar que las temperaturas globales suban 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales no es lo suficientemente agresivo como para proteger al planeta de consecuencias catastróficas. La razón, según The Guardian, se debe a que se dispararán bucles de retroalimentación aún más poderosos al alcanzar este umbral de temperatura.
En un documento publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, los autores trazan una serie de circuitos de retroalimentación climática anticipada.
Heart-shaped calving front of a glacier is pictured in northwest Greenland during an Operation IceBridge flight on Mar. 27, 2017. NASA's Operation IceBridge is a program that is analyzing Earth's polar ice to understand its greater connection to the global climate. According to NASA, IceBridge studies changes in the thickness of ice, glaciers and ice sheets.
Por ejemplo, a medida que los océanos continúan calentándose, los arrecifes de coral y todos los beneficios ambientales que proporcionan continuarán desapareciendo, causando que los ecosistemas marinos se deterioren aún más. A medida que los patrones de precipitación cambian, algunas regiones obtienen más precipitaciones, inundando las áreas boscosas hasta el punto en que ya no pueden absorber la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Y a medida que las capas de hielo se derriten, los océanos circundantes absorben más rayos de sol, lo que provoca el calentamiento de las aguas y la fusión con una mayor cantidad de hielo.
Cada uno de estos procesos, y muchos más, tienen el potencial de aumentar significativamente el calentamiento global.
El deshielo del permafrost solo liberará tanto metano que las temperaturas globales podrían subir 0,9 grados Celsius, según el informe.
"Espero que estemos equivocados, pero como científicos tenemos la responsabilidad de explorar si esto es real", le dijo a The Guardian Johan Rockström, director ejecutivo del Stockholm Resilience Center, y autor principal del informe. "Necesitamos saberlo ahora. Es urgente. Esta es una de las preguntas más existenciales en la ciencia".
Las teorías climáticas populares sostienen que el clima de la Tierra se estabilizará una vez que los humanos dejen de liberar emisiones de gases de efecto invernadero, señala The Guardian.
Pero este nuevo documento argumenta que el aumento de las temperaturas está desencadenando tantas reacciones en la cadena ambiental que la Tierra continuará calentándose y transformándose mucho después de que cesen las emisiones humanas.
A view shows parched grass from the lack of rain in Greenwich Park, backdropped by the Royal Museums Greenwich and the skyscrapers of the Canary Wharf business district, during what has been the driest summer for many years in London, July 24, 2018. Britain is experiencing a severe heatwave which has prompted its national weather service to issue an alert for people to 'stay out of the sun'.
En otras palabras, las emisiones de hoy están generando los cambios ambientales de décadas en el futuro. En consecuencia, una vez que el planeta se caliente 2 grados Celsius más, puede ser empujado a circuitos de retroalimentación que eventualmente conduzcan a 4 grados de calentamiento.
En ese punto, el planeta esencialmente estará en una fase de "invernadero", sostienen los autores, inhóspito para la vida humana debido a tormentas extremas, sequías, olas de calor, incendios y mucho más. De hecho, los investigadores han estimado que para el año 2100 habrá más de 2 mil millones de refugiados por el cambio climático.
El mundo ya está vislumbrando esta potencial realidad a medida que las tormentas extremas azotan las costas, los incendios destruyen los bosques y los desiertos continúan expandiéndose.
"En el contexto del verano de 2018, definitivamente este no es un caso aislado", dijo el Dr. Phil Williamson, científico del clima de la Universidad de East Anglia a The Guardian. "Los autores argumentan que debemos ser mucho más proactivos al respecto, no solo acabar con las emisiones de gases de efecto invernadero lo más rápido posible, sino también desarrollar resiliencia en el contexto de procesos complejos del sistema Tierra que tal vez no entendamos completamente hasta que sea demasiado tarde”.