El Dr. William Ripple no es el tipo de persona que vaya a suavizar la crisis climática. Después de todo, escribió la carta infame de 2017 que popularizó la idea de una emergencia climática.
El mensaje original, apoyado por decenas de miles de científicos, exigía a los países eliminar gradualmente los combustibles fósiles y limitar la extracción de recursos naturales para evitar consecuencias catastróficas.
Desde entonces, el Dr. Ripple ha explicado ampliamente esta alerta con actualizaciones anuales que monitorean los sucesos climáticos recientes. En la actualización más reciente, publicada en julio, señala que el medio ambiente global se aproxima a varios “puntos de inflexión” que harán que las décadas por venir sean un reto mayor. El reporte más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático alerta que el planeta podría captar un calentamiento más allá de 1.5 grados centígrados en 5.5 años.
El año pasado, las interrupciones causadas por la pandemia del COVID-19, condujeron a un declive sin precedentes en las emisiones de gases. Los líderes mundiales, al ver la oportunidad de transformar sus economías, se comprometieron a “reconstruirlas mejor”, priorizando el medio ambiente. Desde entonces, sin embargo, el uso de combustibles fósiles ha aumentado de nuevo.
Al mismo tiempo, los desastres naturales empeoran, desde incendios forestales en Siberia, olas de calor en Estados Unidos, hasta inundaciones en China y Alemania.
“Generalmente, estoy decepcionado y frustrado al darme cuenta que se trata de hacer negocios como siempre; y por eso es que los impactos climáticos cada vez son peores y la acción por parte de los políticos es poca comparada con la magnitud de la crisis”, afirmó el Dr. Ripple a Global Citizen. “Pero existe un rayo de esperanza y algunas señales positivas.
“Por el lado positivo, estamos presenciando grandes cambios en la cifra de gobiernos que están declarando de manera formal una emergencia climática”, afirmó, al referirse a las 1,990 jurisdicciones en más 34 países que han declarado formalmente una emergencia climática.
El Dr. Ripple afirmó que el movimiento climático encabezado por los jóvenes en todo el mundo indica que los ciudadanos en todas partes esperan con impaciencia medidas climáticas radicales. Conforme estos organizadores ganan más fuerza, puede ocurrir un momento decisivo que haga que la humanidad evite el uso de combustibles fósiles.
El artículo del Dr. Ripple señala que el movimiento para retirar la inversión de los combustibles fósiles creció $6.5 mil millones de dólares entre 2018 y 2020, mientras que los subsidios para los combustibles fósiles se redujeron 42% o $181 mil millones entre 2019 y 2020. Los esquemas de los precios de carbono, que buscan lograr que los contaminadores paguen por las emisiones de gases de invernadero, ahora cubren aproximadamente 23% del dióxido de carbono emitido por los humanos.
Estas tendencias económicas, si bien son importantes, solo pueden hasta ahora mover la aguja, afirmó el Dr. Ripple; las medidas gubernamentales deben acelerarlas.
La carta del Dr. Ripple aconseja a los países hacer seis cosas para mitigar la crisis climática: cambiar la producción de la energía, reducir los contaminantes de vida corta, ampliar las soluciones basadas en la naturaleza, transformar la producción de alimentos, desarrollar economías libres de carbono y limitar el crecimiento de la población.
Puede que afrontar la economía sea el asunto más urgente porque comprende todos los otros puntos de acción.
“Pienso que debemos saber que no podemos tener un crecimiento económico ilimitado en un planeta finito”, afirmó. “Es una afirmación simple pero es profundamente verdadera, y tenemos a las economías principales encabezando la marcha con economías ecológicas, eso sería mucho más sostenible”.
El crecimiento de la población limitado es quizá la recomendación más controversial, por la historia racista de la idea. Quienes critican esta idea argumentan que los humanos no son intrínsicamente el problema; en su lugar, se trata de la relación de explotación humana con el medio ambiente que debe cambiarse.
“Proponemos hacer las cosas de una manera socialmente justa para reducir el incremento de la población y de una forma gradual disminuir la población mundial a un nivel más sostenible”, afirmó el Dr. Ripple, al enterarse de las críticas.
“Entendemos que la idea es controversial pero queremos señalar que sería importante tratar a todas las personas de manera equitativa en este planeta, en especial a las niñas y a las mujeres”, añadió. “Si podemos educar a las niñas y darles un trato más equitativo, las tasas de fertilidad caerían automáticamente y los estándares de vida y la felicidad incrementarían. Por eso es que promovemos la educación para las niñas y las mujeres”.
La crisis climática esta recrudeciendo la desigualdad global. De hecho, la gente más responsable de la crisis es con frecuencia la que está más protegida de los efectos, mientras que aquellas personas con una huella ambiental insignificante a menudo sufren las peores consecuencias de los desastres naturales, las sequías y las olas de calor.
La insistencia del artículo en la disminución de la desigualdad es central para el movimiento más general hacia una transición justa más allá de la situación actual de los combustibles fósiles, que no exhorta explícitamente a políticas de crecimiento de la población.
La carrera científica del Dr. Ripple gira en torno a la ecología. Pasó años estudiando las relaciones entre los depredadores, la presa y las plantas en el Parque Nacional de Yellowstone. Con el tiempo, pudo comprender profundamente la capacidad de la naturaleza de sanarse a sí misma.
“Estoy impresionado de la capacidad de resiliencia de la naturaleza”, afirmó. “Me impresiona totalmente. La veo todo el tiempo. Si eliminamos el problema, la naturaleza puede sanarse a sí misma. Quita el ganado de un paisaje que ha sido impactado y luego, de repente, con el tiempo, la recuperación ecológica sucede.
“Pienso que entre más pronto detengamos la contaminación de nuestra atmósfera con gases de invernadero, más pronto estaremos mucho mejor en lo que respecta a limitar el daño; y creo que tenemos una buena oportunidad en este momento para limitar el alcance del cambio climático”, añadió.
“Entre más hagamos ahora, menos daños y sufrimiento padeceremos en el futuro, así que en realidad existe una motivación buena para trabajar en esto ahora”.