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Las crisis ponen en peligro a las mujeres y las niñas de manera desproporcionada. El Objetivo Global 5 de la ONU busca poner fin a la violencia de género y lograr la igualdad de género. Únete y toma medidas ante este problema aquí

Las cuarentenas en el mundo están ayudando a frenar el contagio por COVID-19, pero las mujeres y las niñas pagan las consecuencias. 

Las niñas y las mujeres que han tenido que quedarse en casa en América Latina y el Caribe están en una situación de alto riesgo por la violencia de género, advirtió la organización Plan International USA.

La organización publicó el informe “Surge in violence against girls and women in Latin America and the Caribbean” (El aumento en la violencia contra las niñas y las mujeres en América Latina) en mayo, además de un boletín de prensa con datos actualizados. La región experimenta un aumento en denuncias por parte de niñas y personas jóvenes, por abuso físico, sexual y psicológico. Aunque, según el boletín de prensa, es probable que no se reporten muchas denuncias más. 


“La violencia de género contra las niñas y las mujeres continúa siendo el común denominador en todos los países”, le dijo a Global Citizen Molly Fitzgerald, asesora técnica en salud para Plan International USA. 

“Muchos de los problemas que el COVID-19 revela son los mismos en todas partes, pero para algunos países existen retos adicionales. Cada país es diferente, sin embargo, la volatilidad económica y el fuerte impacto de las tensiones provocadas por el cambio climático a menudo recaen de manera más implacable en las niñas y las mujeres”, dijo Fitzgerald.


Las cargas domésticas desproporcionadas, la cultura del machismo y la prevalencia de culpar a la víctima contribuyen a las tasas elevadas de violencia doméstica en Colombia, según el National Institute of Legal Medicine and Forensic Sciences. Las denuncias por violencia doméstica durante la imposición de la cuarentena se dispararon 175% comparado con el mismo periodo del año pasado en el país, según datos del gobierno. 

En El Salvador, los miembros masculinos de una familia por lo general tienen autoridad sobre las mujeres y la cultura de violencia de las pandillas toleran el abuso hacia las mujeres. Las denuncias por violencia de género han aumentado 70% durante la crisis del COVID-19.

Mientras tanto, en Perú, la violencia contra las mujeres es frecuente en todos los grupos socioeconómicos y en las zonas urbanas y rurales. Los normas sociales, sin embargo, han impedido que los líderes reconozcan la violencia doméstica como un problema mayor.


En los primeros seis días de cuarentena en Perú, el Ministerio de Mujeres y Poblaciones Vulnerables recibió 2,463 denuncias por violencia de género. 


La imposición de la cuarentena pone a las niñas y a las mujeres en espacios reducidos con sus agresores, quienes, en América Latina y el Caribe por lo regular son sus parientes o conocidos cercanos, afirma el informe.


“Desafortunadamente, la mayoría de estos incidentes no son reportados porque algunas de estas familias no están listas para vivir con las consecuencias y terminan tomando una decisión difícil: quedarse calladas y tratar de vivir juntos”, le dijo a Plan International Islany, de 17 años, originaria de Brasil.



Otras niñas se preocupan acerca del número de casos de violencia doméstica que serán denunciados como resultado de la pandemia.


“Actualmente, me siento insegura porque no sabemos cuáles serán las consecuencias de esto hasta que todo termine, o cuántas niñas están sufriendo en casa, en un entorno de abuso y violencia”, afirmó a Plan International Lucía, de 17 años, originaria de Paraguay.



A medida que los recursos son desviados para tratar y prevenir el COVID-19, la falta de acceso  a la atención médica para la salud reproductiva y sexual pone a las niñas en una situación de riesgo mayor, según el informe. Es más probable que las sobrevivientes de abusos padezcan embarazos tempranos forzados y matrimonio infantil. 


Las cuarentenas también están poniendo la educación de las niñas en riesgo, afirma el informe. El cierre de escuelas está forzando a las niñas a estudiar en casa con sus agresores y las sobrevivientes que detienen los estudios como resultado de la violencia de género por lo general no continúan, lo que dificulta escapar de la pobreza.

Plan International colabora con los gobiernos locales y nacionales, organizaciones y grupos comunitarios para proteger a las niñas de la violencia de género. La organización insta a los gobiernos a reevaluar las estrategias para la prevención y la respuesta a la violencia de género, en específico contra las niñas y los niños, y a que garantice acceso a los servicios para la reproducción y la sexualidad en América Latina y el Caribe. 

“Existe una necesidad urgente para trabajar por un cambio en la desigualdad de poder que exacerba la vulnerabilidad, y de proveer a las niñas y a las mujeres el acceso a servicios que las ayuden a afrontar la situación durante este periodo de crisis”, afirmó Fitzgerald. 

Traducción: Adam Critchley

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Por Leah Rodriguez