El domingo, dos funcionarios encargados de proteger la vida silvestre fueron muertos a tiros por cazadores furtivos en Pakistán. Los dos funcionarios habían impedido la caza furtiva ilegal de aves migratorias cuando fueron atacados.

Lamentablemente, este tipo de ataques contra los defensores del medio ambiente han ido en aumento, según The Guardian.

Durante el trascurso de 2017, 145 defensores del medio ambiente - y aún falta por terminar el año - han sido asesinados en todo el mundo mientras defendían la vida silvestre, los recursos naturales y los derechos a la tierra de sus comunidades, informó The Guardian. Han sido asesinados agricultores en su lucha por el derecho a la tierra, han muerto guardabosques a manos de cazadores furtivos y varios activistas han perdido la vida mientras luchaban contra la tala y la minería ilegal.

Ningún lugar ha resultado ser más peligroso para los ecologistas que Brasil, donde 39 defensores del medio ambiente han sido asesinados en lo que va de año. Muchos de estos asesinatos fueron cometidos por taladores de árboles y terratenientes que se benefician de la vasta riqueza de recursos naturales de la Amazonia. El país ha registrado sistemáticamente el mayor número de homicidios de defensores del medio ambiente en los últimos tres años, según datos publicados por Global Witness.

El año pasado fue el más letal para los activistas del medio ambiente que se haya reportado en la historia, pero 2017 está en vías de mostrar cifras de violencia similares, según Global Witness.

Los ataques contra ecologistas han sido en gran medida promovidos ​​por industrias extractivas rentables. Según The Guardian, la industria minera fue el sector más peligroso contra el que se enfrentaron los defensores del medio ambiente el año pasado. Se reportó que en 2016 33 activistas perdieron su vida  en su lucha contra la industria minera y las compañías del sector.

"Ahora hay muchos incentivos para destruir el medio ambiente por razones económicas. Las personas que enfrentan un mayor riesgo son las que ya están marginadas y excluidas de la política y los recursos judiciales, y que dependen del medio ambiente,” dijo el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente.. "Los países no respetan el estado de derecho. En todas partes del mundo, los defensores del medio ambiente enfrentan amenazas."

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Aunque la gran mayoría de los actos de violencia contra activistas del medio ambiente se ha producido en países en desarrollo, Global Witness dice que en países desarrollados como Estados Unidos también se ha registrado un aumento en los ataques contra los defensores del medio ambiente.

Después de que cientos de personas protestaran en 2016 por la construcción del oleoducto Dakota Access alegando que era una violación a los derechos territoriales de los indígenas norteamericanos y un peligro ambiental, los legisladores de Dakota del Norte consideraron un proyecto de ley que daría impunidad a los conductores que "accidentalmente" arrollaran a los manifestantes. En definitiva, el proyecto de ley fue rechazado.

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Cada vez está más claro que, a nivel mundial, los gobiernos y las empresas no están cumpliendo con su deber de proteger a los activistas en riesgo," dijo Global Witness.

En lugar de proteger a los activistas, las empresas y gobiernos están trabajando para legitimar sus ataques a los defensores del medio ambiente al describirlos como agitadores y criminales, e incluso entablar procesos civiles en su contra. El propietario del oleoducto Dakota Access demandó recientemente a la organización ambientalista Greenpeace, argumentando que el grupo violó una ley federal contra el crimen organizado, según The Washington Post.