El Global Citizen: Premio al Héroe Mexicano llega al país para honrar a un héroe local que está trabajando para cambiar el mundo. Presentado por Citibanamex, es la primera vez que este premio se entrega en México para homenajear el trabajo de una persona u organización que haya demostrado un compromiso dedicado y sostenido con los Objetivos Globales de Desarrollo. El ganador recibirá un premio de US$ 10,000 que lo ayudará a lograr sus metas en los próximos años.
El Country Hero Award se entregará además en Canadá, Reino Unido, Alemania, Nigeria, Sudáfrica y Australia.
Luego de un difícil proceso de selección, estas personas y organizaciones han resultado elegidas como los cinco finalistas, líderes que trabajan arduamente para la mejora de sus comunidades.
Lucio Usobiaga Hegewisch
Lucio Usobiaga tiene una trayectoria de 12 años trabajando con comunidades campesinas en biorremediación de suelo y agua, agricultura regenerativa y comercio justo. Es el fundador de Yolcan (hoy Arca Tierra), un proyecto que trabaja para revalorizar al agricultor campesino, ofrecer productos sanos y ricos y regenerar la tierra por medio de una agroecología campesina.
Por medio del programa de Comidas Solidarias, Lucio respondió al Covid-19 brindando apoyo a familias campesinas en la compra a precio justo de las cosechas, las cuales llegan a cocinas en la Ciudad de México para entregarse en forma de comidas gratuitas, calientes y nutritivas a hospitales, refugios y albergues. Comidas Solidarias ha entregado más de 70 mil comidas y apoyando a más de 55 familias campesinas. Desde el 7 de abril, logró coordinar a más de 50 de los mejores chefs de la CDMX, y un par de OSCs, para trasladar los alimentos del campo a la ciudad y distribuirlos a personas en situación vulnerable afectadas especialmente por el COVID-19.
Ha formado una red campesina en 3 estados (Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México) que practica agricultura regenerativa, con la cual se combate el cambio climático, se procura seguridad alimentaria y genera un beneficio económico para las familias campesinas por medio de un comercio justo. Estos productos contienen una alta densidad nutrimental, brindando una alimentación saludable y nutritiva a miles de familias de la Ciudad de México.
El programa de Comidas Solidarias es un gran ejemplo de organización colaborativa que logra formar una cadena alimentaria integral, con un impacto positivo en cada una de sus etapas. Atiende varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
Previo al proyecto de Comidas Solidarias para el COVID-19, Lucio fundó Yolcan donde trabajan con las familias campesinas de la Red Yolcan asegurándose de que reciban un precio justo por lo que producen. De esta manera, las familias no solamente conservan su tierra trabajándola con amor, sino que también reciben seguridad económica. Actualmente trabajan con 18 familias en Xochimilco, Huasca, Texcoco y San Miguel Xicalco. Quieren ampliar la Red Yolcan abriendo escuelas campesinas en Xochimilco y en Huasca. Yolcan espera ser un referente en la revalorización y reconocimiento de campesinos que practican la agroecología a pequeña y mediana escala, produciendo en armonía y equilibrio con el ecosistema fomentando una vida digna.
“El asombro y la indignación me llevaron a dedicarme a la agricultura y alimentación. El asombro ante la generosidad de las y los campesinos, de los procesos de vida, las estaciones, la germinación, la nutrición y descomposición. La indignación ante el mal trato y falta de reconocimiento al campesino, ante la falta de acceso a alimentos de calidad. La agricultura puede ser una herramienta de destrucción y enfermedad como es el caso de la agro-industria o puede ser una manera de regenerar el tejido social y natural. Pocas actividades integran tantos valores y ejes de acción como la agricultura: salud, alimentación, economía, ecología, cultura, técnicas”, le dijo a Global Citizen sobre su trabajo.
“Estoy convencido que por medio de la agroecología campesina y una buena alimentación podemos regenerar el tejido natural y social. Mi propósito es escalar Comidas Solidarias a otras regiones del país y poder empezar con el programa de Escuelas Campesinas para combatir la migración forzada, la erosión y contaminación de nuestros campos y lograr el relevo generacional en la población campesina”.
Saskia Niño de Rivera es especialista en secuestro y psicología forense, además de ser la fundadora de la asociación Reinserta Un Mexicano AC, organización dedicada a la reinserción social de personas que salen de centros penitenciarios y a la prevención de conductas delictivas. Es egresada de la licenciatura en Psicología por la Universidad Iberoamericana, estudió Derecho en el Instituto Tecnológico Autónomo de México y promueve, a través de su organización, la investigación sobre estos temas para poder impactar en las políticas públicas del país.
Reinserta, fundada junto a Mercedes Castañeda, busca romper los círculos de delincuencia para mejorar la seguridad del país, trabajando con el sistema penitenciario, y transformar la vida de los niños que nacen y viven en prisión a través de un modelo de atención especializado para su desarrollo integral durante la primera infancia.
“No es defender al delincuente, es simplemente regresar su condición como persona y tratar de que realmente se reivindique en la sociedad. Que las cárceles no sean universidades del crimen sino todo lo contrario.”
Reinserta ha impactado de manera positiva directamente a más de 2,600 personas en el sistema penitenciario, trabajando con alrededor de 180 adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley y en proceso de reinserción, así como 200 mujeres privadas de la libertad y sus hijas e hijos, de manera anual. Su objetivo primordial es que estas personas puedan reintegrarse a la sociedad cuando cumplan su condena, para que no sean marginados.
“Nuestro principal objetivo es hacer de México un país donde la justicia prevalezca, un México incluyente en el que todas y todos tengamos un sentido de pertenencia a nuestra comunidad, queremos un México en paz”, le dijo a Global Citizen.
“El principal logro que hemos tenido es hacer visibles en la agenda pública los temas de niñez y prisión y, adolescentes en conflicto con la ley que estaban completamente olvidados del discurso y de la acción. Contar con un modelo de reinserción social para adolescentes en conflicto con la ley que es eficaz, medible y replicable. Este modelo fue diseñado y puede operar gracias a USAID”.
“Uno de los retos que tenemos actualmente es, la creación de un Centro/ Comunidad de Intervención de niñas, niños y adolescentes que son víctimas de delitos de alto impacto en nuestro país”, explicó.
Martha Isabel "Pati" Ruiz Corzo(Ganadora 2020)
Hace más de tres décadas Martha Isabel "Pati" Ruiz Corzo decidió dedicar su vida a la protección de la Biosfera de la Sierra Gorda y su gente. Pati es una activista de la ecología, reconocida con numerosos premios internacionales por su labor en el desarrollo sostenible, protección de la biodiversidad y activismo en favor de la de Sierra Gorda en el estado de Querétaro. En 1987 con la ayuda de ciudadanos locales, co-fundó el Grupo Ecológico Sierra Gorda IAP, con el objetivo de crear conciencia sobre la biodiversidad, las amenazas y el movimiento de base para construir un futuro regenerativo en la región.
Su labor se ha manifestado en un amplio abanico de acciones en la defensa de la naturaleza, la educación ambiental, la sostenibilidad y el liderazgo desde la base social a través de trabajo con organizaciones de la sociedad civil.
Como co-fundadora del Grupo Ecológico Sierra Gorda, Pati ha creado un movimiento ambiental de base que ha transformado las prácticas de manejo de los recursos naturales de la población local y reorientado la inversión pública de las autoridades gubernamentales a través de la educación ambiental, el manejo de residuos sólidos, las prácticas regenerativas en suelos y bosques, el turismo rural sostenible, redes de microempresas comunitarias y compensaciones voluntarias de carbono para el sector privado y la acción climática subnacional.
A diferencia de muchos proyectos de conservación y acción climática, el Grupo Ecológico involucra y trabaja con la población local para crear un impacto real en la protección de bosques, su biodiversidad y detener el deterioro ambiental. A partir de esta visión, Pati crea un modelo único en México, en el cual el desarrollo económico local va de la mano con la conservación, todo esto a través de alianzas estratégicas multisectoriales con gobiernos, ONGs, la población local y el sector privado.
El equipo de Sierra Gorda es interdisciplinario y trabajan en más de 100 líneas de acción, que van desde programas de educación ambiental, capacitaciones en ecoturismo a comunidades locales, servicio de compensación de la huella de carbono, hasta brigadas para detener incendios forestales y custodiar las áreas más prístinas de la biosfera. Este laboratorio vivo de innovación para la conservación y el desarrollo, contribuye a 10 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable y la protección de 383,000 hectáreas de la región más biodiversa de México.
El Grupo Ecológico Sierra Gorda gestiona tres programas de educación ambiental: juventud ecológica, educación ambiental de la comunidad, y recaudación de fondos. A lo largo de 15 años, han logrado alcanzar a 17.000 niños anualmente, por medio de un movimiento constante alrededor de 170 escuelas. También, han ayudado a organizar el reciclaje en 113 comunidades con centros de acopio comunitario, gestionados por voluntarios, y mantienen 83 destinos ecológicos que operan en la Reserva.
“Trabajamos por la protección de la naturaleza y esa es nuestra fuente de inspiración. Nuestro principal objetivo es el de lograr un cambio en la sociedad actual, ya que no podemos seguir destruyendo así nuestro planeta”, le dijo a Global Citizen.
Abel Barrera Hernández, Fundador y Director, Centro por los Derechos Humanos de La Montaña "Tlachinolan".
El trabajo de este antropólogo y activista de derechos humanos, han convertido a Abel Barrera Hernández en un héroe local, tanto en su ciudad natal de Tlapa de Comonfort, Guerrero como en todo México. En 1994, después de 12 años de estudios en teología y antropología con un enfoque en los derechos humanos de los pueblos indígenas, Barrera regresó a su ciudad natal para establecer lo que se ha convertido en una de las organizaciones de derechos humanos más respetadas y exitosas de México: Tlachinollan. “Abel Barrera es uno de los faros de luz que le ha dado esperanza a las comunidades de Guerrero de alcanzar la verdad y la justicia y de ver su dignidad reconocida”.
Tlahinollan, que originalmente era un esfuerzo pequeño y sin fondos suficientes, ahora es una organización respetada por organizaciones internacionales y en la cual la comunidad indigena confía firmemente. En solo un año, obtuvo resultados legales favorables en 100 casos y respondió a un total de 1,551 denuncias, 377 de las cuales fueron violaciones de derechos humanos. Casos emblemáticos y casos actuales.
Mientras trabajaba bajo la amenaza constante de la narcoviolencia y la impunidad militar, Barrera y su equipo han estado organizando comunidades y defendiendo los derechos y la dignidad de los pueblos indígenas de Guerrero infra-representados y amenazados durante más de 25 años. Tlachinollan sigue siendo una voz clave para los derechos humanos en un momento especialmente difícil para los defensores mexicanos, incluyendo la representación de las familias de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
“¿Qué hacer como profesionistas de la región ante un drama ancestral de pobreza y discriminación? ¿Cómo ayudar a la población indígena que se encuentra aislada y sometida por los grupos de poder? ¿Qué caminos habría que construir con la participación de los pueblos para hacer valer sus derechos? ¿Cómo hablar de derechos humanos en una región donde las comunidades indígenas eran consideradas como reminiscencias de un pasado salvaje? Todo esto me movió a trabajar en favor de los pueblos indígenas. Este sueño ha adquirido forma con la presencia y la fuerza de la gente que vive en las comunidades indígenas y son quienes han escrito muchas historias dolorosas, pero también exitosas, y son en verdad, nuestros maestros y maestras que nos han enseñado a luchar y a defender los derechos humanos en lo más alto de la Montaña. A todos ellos y ellas mi reconocimiento por su heroísmo y generosidad”, le dijo Barrera a Global Citizen.
Eufrosina Cruz Mendoza, Secretaria de Pueblos Indígenas y Afromexicanos de Oaxaca
Originaria del municipio de Santa María Quiegolani en la sierra Sur del Estado de Oaxaca, Eufrosina, es la primera mujer presidenta de la Mesa Directiva en la historia de la Legislatura del Estado de Oaxaca. Inició una lucha por el reconocimiento pleno a los derechos políticos de las mujeres, tras haber sido víctima de un fraude que la despojó del triunfo en las elecciones para presidenta municipal de su pueblo en el año 2007. Durante el periodo 2012–2015 fue Diputada Federal en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados y durante el mismo periodo presidió la Comisión de Asuntos Indígenas.
Es reconocida como una de las mujeres más relevantes en la promoción y defensa de los derechos políticos de las mujeres “Eufrosina es una mujer que trasciende idiomas, culturas y fronteras. Su lucha por los derechos de las mujeres, los niños y niñas, y los pueblos indígenas es sumamente inspiradora. Es una mujer visionaria, con objetivos concretos como acceso a la educación, oportunidades para todos y el respeto de los derechos humanos.”
Después de una lucha histórica en contra de la ley que no le permitía ejercer un cargo político en su pueblo, Eufrosina hoy celebra 15 años desde que decidió ser alcaldesa de su pueblo. Gracias a sus esfuerzos más de 50 mujeres han sido presidentas en su región. Ha logrado una reforma constitucional al Artículo 2 apartado A, que reconoce el derecho de las mujeres indígenas de todo el país al voto activo y pasivo. El artículo 2 constitucional garantiza el derecho de las mujeres indígenas a votar y a ser votadas; y se les permita desempeñar los cargos públicos de elección popular para los que hayan sido electas en los municipios que se rigen bajo el sistema de usos y costumbres.
Eufrosina fundó la organización ‘Queremos Unir Integrando por la Equidad y Género a Oaxaca’ (QUIEGO) con el reto de promover talleres sobre derechos de las mujeres, para que las mujeres indígenas de más de 30 municipios se capaciten, y lleven a cabo proyectos productivos para mejorar su calidad de vida de las mujeres, las niñas y los niños.
“Muchas veces la razón y la inspiración van de la mano, son las dos alas de un mismo sueño. Aquel día de diciembre de 2007 cuando los caciques de mi pueblo me negaron el derecho a gobernar la tierra en la que nací, apenas unos días antes de cumplir mis 24 años, sentí en el estómago una furia inmensa, una frustración que me quemaba las manos y la cara, una rabia desesperante que me hacía apretar los ojos para no llorar pero aún así se me escaparon algunas lágrimas. No entendía qué pasaba; era confuso, casi irreal. Me negaba a aceptar que las papeletas con mi nombre en las que habían votado la mayoría de mis paisanos no tenían ningún valor por la sencilla razón de que yo era mujer y profesionista. Entre gritos y amenazas de los caciques del pueblo, tuve que mirar cómo ardían en una pira de fuego esas papeletas que representaban los sueños de igualdad, de justicia y de libertad de los habitantes de Santa María Quiegolani. Ese día nació en mí un hambre que hasta la fecha no ha quedado plenamente saciada: el hambre de la igualdad y la justicia para las mujeres de los pueblos indígenas y afromexicano de Oaxaca”, le dijo Eufrosina a Global Citizen.
“Dejar la montaña fue duro, porque la montaña es como la madre. Ahí fuiste parida, ahí está enterrado tu ombligo, pero también ahí nació tu furia y tu inspiración para que nunca más una mujer indígena en Oaxaca o en México vuelva a ser discriminada y que sus derechos no sean mutilados por el sencillo hecho de haber nacido mujer”.
“Hoy sé que ser mujer y ser profesionista es peligroso para los caciques, para los corruptos, para quienes quieren imponer la ignorancia, el miedo y la violencia en nuestros pueblos. Porque la educación te abre los ojos y te hace consciente de tus derechos. Por eso lucho y trabajo cada día para que las mujeres oaxaqueñas y mexicanas se atrevan a arrebatar los derechos que la vida les negó”.
El Global Citizen Prize 2020: Premio a Héroe Mexicano es presentado por Citibanamex.
A través de este premio, Citibanamex se une a Global Citizen para reconocer a las personas que trabajan por el mundo que todos queremos: aquellas que lideran con compasión, cuidado e innovación, dedicadas a apoyar a las personas más vulnerables del mundo. Con estas acciones Citibanamex refuerza su papel como el banco más comprometido con México, su gente, sus familias y sus empresas, como lo ha hecho por más de 136 años.