Las niñas en el mundo tratan de balancear las nuevas cargas de la pandemia del COVID-19, como más quehaceres domésticos y cuidar a miembros de la familia.

GlobalGirl Media — una organización que enseña periodismo a chicas de comunidades marginadas en el mundo — inspiró a varias jóvenes en ocho países a filmar videos con sus teléfonos celulares para compartir sus experiencias como parte de la campaña Corona #IRL. 

La Cumbre Global Goal: Unite for Our Future, organizada por Global Citizen y la Comisión Europea el 27 de junio, seleccionó tres de estas historias. 

La cumbre reunió activistas, expertos, líderes del mundo y artistas para que se comprometieran a ayudar a vencer al COVID-19, y las estrellas más famosas del mundo del entretenimiento honraron sus compromisos con un concierto posteriormente.

Cada historia de GlobalGirlMedia explicó claramente la importancia de crear vacunas, tratamientos y pruebas disponibles para todos, en todas partes del mundo, en especial para las jóvenes cuyos futuros están en riesgo por la crisis. 

“Cuando eres inmigrante, siempre estás en cuarentena”, dice en uno de los videos presentado en la cumbre una alumna de 18 años de GlobalGirl Media.

“Ya sea que estés en el campamento o en casa, no tienes la libertad de viajar sola o cuando lo deseas”.  

La familia de Mahmonir huyó de la guerra en Afganistán y encontró refugio en Atenas, Grecia, pero su familia probablemente se verá forzada a desplazarse de nuevo.

Aproximadamente 71 millones de personas han sido desplazadas en el interior debido al COVID-19.

Aunque Mahmonir afirma que se sentía sola separada de su madre y de su mejor amiga durante la cuarentena impuesta, saber que todos están juntos en lo mismo la anima a seguir adelante.

“El coronavirus hizo que todas las personas del mundo entendieran la vida de un inmigrante”, afirma Mahmonir. 

“Todos estamos ahora en la misma situación. Todos somos humanos. No importa de donde vienes, de donde eres”. 

Para Ingrid, una alumna de 16 años de GlobalGirl Media que vive en Villa Nueva, Guatemala, la crisis del COVID-19 la ha obligado a tomar responsabilidades domésticas. Villa Nueva es uno de los barrios de más bajos ingresos del país, y como la mayoría de residentes, los padres de Ingrid perdieron sus trabajos. Actualmente, sus padres deben trabajar horas extras para cubrir sus necesidades básicas y dejan a Ingrid a cargo de la casa.

“Ahora que mi mamá no trabaja, he tenido que volverme la ama de casa y mi rutina es cuidar a mis hermanos y hacer mis tareas domésticas”, afirmó Ingrid durante la cumbre. “Mi mayor preocupación es no ir a la escuela y quedarme atrás en mi educación”. 

Más de 95% de los niños en América Latina y el Caribe no asisten a la escuela debido al COVID-19. Una vez que las niñas dejan de asistir a la escuela en una crisis, es probable que nunca regresen, lo que reduce sus oportunidades para escapar de la pobreza.

Ingrid se preocupa del estado de la economía en Guatemala y de que el sistema de salud deficiente impedirá que una vacuna llegue al país.

“Mi consejo es que te cuides y que cuides a tu comunidad porque estamos pasando por una situación difícil y la comunidad ahora es una gran familia”, afirmó.

Mientras tanto, en Reino Unido, Morisha, una alumna de 18 años de GlobalGirl Media, lucha por mantener a su familia a salvo.

Morisha se queda en casa con su abuela — quien se quedó varada en Uppington, Inglaterra, mientras visitaba desde Sudáfrica a la familia — y su mamá, una trabajadora de asistencia médica. 

Saber que el COVID-19 impacta de manera desproporcionada a los trabajadores de color preocupa mucho a Morisha.

“Definitivamente me preocupa mi familia en Sudáfrica, me preocupa si tendrán el mismo acceso a la vacuna como lo tendremos nosotros aquí”, afirmó durante la cumbre.

Los trabajadores de la salud hacen hincapié en la necesidad de que la vacuna para el COVID-19 sea accesible para países como Sudáfrica y Guatemala, y para las comunidades más marginadas una vez que se haya desarrollado. 

La campaña Global Goal: Unite for Our Future recaudó más de $6.9 mil millones de dólares en compromisos para apoyar este esfuerzo.