No es frecuente que todos los políticos estén de acuerdo en algo. Pero en 2015, líderes de todo el mundo se unieron en las Naciones Unidas y acordaron que se deben tomar medidas.

Crearon un plan para transformar el mundo en uno libre de pobreza y hambre, donde cada niño pueda ir a la escuela, donde los océanos y los bosques esten disponibles para que las generaciones futuras los disfruten, y donde todos sean iguales, de cara al año 2030.

Para hacer realidad esa visión, establecieron 17 objetivos, conocidos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible u Objetivos Globales. Y aunque la idea de cumplir 17 objetivos en 15 años ciertamente suena ambicioso, cada uno de esos objetivos es crucial para terminar con la pobreza extrema para 2030.

17 objetivos para cambiar el mundo

Los 17 Objetivos Globales de Desarrollo, que se basan en los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos en 2000 para su cumplimiento en 2015, tienen como objetivo abordar la pobreza desde la raíz. Los objetivos van desde ponerle fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria, hasta promover sociedades pacíficas e inclusivas.

Cada objetivo está acompañado de varios objetivos específicos que se centran en estrategias para alcanzar los Objetivos Globales. Estas incluyen medidas como eliminar el matrimonio forzado y la mutilación genital, aumentar el número de maestros calificados en todo el mundo y aumentar la eficiencia energética.

Los Objetivos Globales instan a los gobiernos, empresas y ciudadanos comunes a unirse para abordar estos problemas de desarrollo económico y social para garantizar que todos tengan acceso a alimentos nutritivos, atención médica de calidad, educación, agua limpia y trabajo decente.

¿Qué tan cerca estamos de alcanzar los objetivos?

Los objetivos son elevados, pero ya se han logrado grandes avances para alcanzarlos.

En los últimos 30 años, el número de personas que viven en la pobreza extrema, que sobreviven con menos de $1.90 por día, se ha reducido en más de mil millones. Entre 1990 y 2010, la tasa de pobreza mundial se redujo a la mitad.

Sin embargo, más de 700 millones de personas siguen viviendo en la pobreza extrema.

Al ritmo actual de progreso, el mundo no está en camino de cumplir con los 17 Objetivos Globales para 2030.

Aunque la calidad de vida ha mejorado para muchas personas en todo el mundo y las personas generalmente llevan vidas más saludables, el cambio climático y los conflictos han obstaculizado el progreso para ponerle fin al hambre y el desplazamiento forzado.

Casi 800 millones de personas continúan enfrentándose al hambre con regularidad y millones de niños experimentan problemas de desarrollo y retraso del crecimiento relacionados con la desnutrición, según informó la ONU.



Aproximadamente 263 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela, de acuerdo a datos de la UNESCO, muchos de los cuales viven en zonas de conflicto violento.

Y las niñas son aún más propensas que los niños a nunca pisar un aula, especialmente si provienen de familias que viven en la pobreza. Además, la desigualdad de género todavía está profundamente arraigada en las actitudes y culturas sociales. En 2015, una de cada cuatro mujeres de entre 20 y 24 años se casó antes de cumplir 18 años, según datos de la ONU.

¿Que es lo que sigue?

Para alcanzar los Objetivos Globales, los expertos dicen que los esfuerzos deben centrarse en apoyar a las poblaciones más vulnerables, pero no dejar a nadie atrás. Las personas, como individuos, deben hacer su parte para ayudar a combatir los efectos del cambio climático y el calentamiento global, y utilizar sus voces para responsabilizar a las empresas por sus acciones y garantizar que los gobiernos sigan comprometidos con los Objetivos Globales.

Toma medidas aquí para ser parte de nuestro movimiento y hacer realidad los Objetivos Globales para 2030.