En los últimos años, científicos y defensores del medio ambiente han declarado repetidamente la sentencia de muerte para la Gran Barrera de Coral, la estructura de arrecifes de coral más grande del mundo en la costa de Australia.
Sin embargo, si bien el arrecife no está aún fuera de peligro, se ha recuperado sustancialmente en los últimos meses, según informó el Centro de Investigación de Arrecifes y Selva Tropical.
El arrecife estaba en mal estado debido a los graves eventos de blanqueamiento que ocurrieron en 2016 y 2017. El blanqueamiento ocurre cuando la temperatura del agua aumenta demasiado y abruptamente, como ha sucedido en los últimos dos años, impactando a los corales y expulsando organismos simbióticos que le dan color. El fenómeno recibe su nombre porque el coral se vuelve blanco.
Si los sucesos de blanqueamiento ocurren sucesivamente, pueden provocar que secciones enteras o incluso arrecifes enteros que se desarrollaron durante miles de años mueran y nunca se recuperen.
Afortunadamente para la Gran Barrera de Coral, el verano más reciente fue más fresco y varias partes del arrecife pudieron recuperar parte de su color.
"Es importante darse cuenta de que el blanqueamiento ocurre en múltiples etapas, que van desde el equivalente a una quemadura solar leve hasta la mortalidad del coral, por lo que cuando un arrecife aparece como blanqueado, a menudo se deja de lado un detalle crítico sobre la gravedad el blanqueamiento y es a qué profundidad se ha producido el blanqueamiento, y si va a causar daño permanente al coral en ese sitio", dijo la directora gerente de RRRC, Sheriden Morris, en un comunicado de prensa.
"La Gran Barrera de Coral es un sistema coralino muy grande y diverso con un alto nivel de biodiversidad, y tiene una capacidad significativa para recuperarse de los impactos en la salud, como los eventos de blanqueamiento", dijo.
Morris explicó que un esfuerzo a gran escala del gobierno australiano y organizaciones sin fines de lucro ha ayudado en parte a proteger el arrecife. A principios de año, el gobierno comprometió $60 millones para proteger el arrecife. Ese dinero se ha destinado a mejorar la calidad del agua alrededor del arrecife, evitar que la escorrentía ingrese al área circundante y financiar la investigación.
Pero como han señalado los críticos, salvar el arrecife frente al cambio climático requiere mucho más que dinero.
"Financiar la investigación es necesario, pero sería importante que el gobierno federal se aleje rápidamente del carbón y otros combustibles fósiles", dijo Imogen Zethoven, directora de campaña de la organización Fight for our Reef, en un comunicado.
En todo el mundo, los arrecifes de coral se enfrentan a una disminución sin precedentes, y para 2050 todos los arrecifes del mundo podrían desaparecer debido a los efectos del cambio climático.
Morris también hizo hincapié en que aquellas predicciones que hablan de la inminente desaparición del arrecife pasan por alto su resiliencia y diversidad.
"Definitivamente es un error pensar que toda la Gran Barrera de Coral sufrió un grave blanqueamiento de corales y que el arrecife está muerto", dijo Morris. "Esto es descaradamente falso".
"Todos sabemos que el arrecife puede sufrir más blanqueamientos a medida que el clima continúa calentándose, pero tenemos que hacer todo lo posible para ayudar a proteger nuestra Gran Barrera de Coral", agregó.