NUEVA YORK - Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que impulsó un movimiento climático global, llegó este miércoles a la ciudad de Nueva York frente a una multitud de cientos de personas.
Thunberg viajó durante 13 días y 18 horas a través del Océano Atlántico en un velero propulsado por energía eólica y solar para llamar la atención sobre las emisiones de gases de efecto invernadero emitidas por la industria de las aerolíneas. Los expertos dicen que la mejor forma para una persona de minimizar su huella de carbono individual es limitar la cantidad de vuelos que toma.
Entre aplausos y cánticos, Thunberg desembarcó en North Marina Cove, en el bajo Manhattan, todavía aturdida por el viaje de varias semanas.
"El suelo todavía está temblando para mí", dijo Thunberg a la audiencia durante una conferencia de prensa. “Quiero agradecerles a todos, a todos los que están aquí y a todos los que participan en esta lucha climática porque es una lucha que va más allá de las fronteras, que llega a todos los continentes”.
"Es una locura que una joven de 16 años tenga que cruzar el Océano Atlántico para resistir", dijo.
Thunberg llegó a Nueva York para participar en una serie de eventos y protestas previas a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de presionar a los líderes mundiales para que se comprometan a lograr el objetivo del acuerdo climático de París de evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
El mundo tiene menos de 11 años para lograr este objetivo, y requerirá una transformación completa de la economía global, el fin del uso y la extracción de combustibles fósiles e inversiones masivas en energía renovable, puntos a los que Thunberg hace regularmente referencia cuando se dirige al público.
"La crisis climática y ecológica es una crisis global y es la crisis más grande que la humanidad haya enfrentado", dijo en la conferencia de prensa. "Si no logramos trabajar juntos para cooperar, entonces fallaremos. Necesitamos unirnos y apoyarnos mutuamente y tomar medidas, de lo contrario podría ser demasiado tarde. Así que no esperemos más. Hagámoslo ahora."
Thunberg saltó a la fama al faltar a la escuela los viernes para protestar frente al parlamento de Suecia. Sus protestas semanales se convirtieron en un movimiento de protesta global llamado Viernes para el Futuro. Millones de activistas juveniles de todo el mundo se han unido en torno a su causa, para exigir soluciones inmediatas al cambio climático.
Desde entonces, la activista juvenil ha sido nominada para un Premio Nobel de la Paz por su trabajo y ha hablado en el Foro Económico Mundial y frente al Parlamento Europeo.
Activistas de todas las edades salieron a dar la bienvenida a Thunberg a Nueva York.
Los estudiantes Katharina y Nicholas Klag dijeron que habían asistido a varios viernes de protestas en Alemania y estaban emocionados de apoyar a Thunberg en Nueva York. Bernice Gordon, cuyos nietos se han inspirado en el activista juvenil, dijo que es una joven "brillante y profética". Nabil Viñas sostenía un cartel que decía: "Quiero ser como Greta Thunberg cuando sea grande".
"Nací en Filipinas y tengo una familia que vive allí que se ve afectada por tifones cada vez más severos", le dijo a Global Citizen Adrien Salazar, activista climático de la organización sin fines de lucro Demos. "Crecí en California y tengo una familia allí afectada por los incendios forestales. Este es un problema que afecta dramáticamente la vida de las personas hoy en día".
"Creo que Greta ha podido decirle la verdad al poder de una manera que ha resonado en muchos jóvenes que se sienten frustrados, que han vivido toda su vida viendo la inacción ante el cambio climático", agregó.
Thunberg es conocida por sus palabras directas y por poner en practica lo que predica. Critica duramente a los líderes mundiales por su inacción durante los foros mundiales, y luego, valientemente, da un ejemplo de iniciativa individual al reducir su huella climática personal.
Dicho esto, entiende que viajar a través del Atlántico en velero no es factible ni deseable para otras personas. El objetivo del viaje era instar a las personas a considerar los impactos que sus opciones de viaje tienen en el medio ambiente.
"Por supuesto, esto no es algo que quiero que todos hagan, pero el viaje fue sorprendentemente bueno", dijo. "No me sentí mareada ni una vez".