Se estima que 3.7 millones de haitianos, o aproximadamente el 33% de la nación isleña, requieren asistencia alimentaria inmediata, según Reuters. En el transcurso de 2020, 4.6 millones de haitianos necesitarán ayuda humanitaria de emergencia.
Una mezcla desestabilizadora generada por sequías, disfunción económica y agitación política han provocado una escasez generalizada de alimentos y subas en los costos de los bienes básicos. Casi 1.2 millones de personas podrían ingresar pronto a un estado donde solo comen una comida cada dos días, advierte la ONU.
"Se espera que la situación siga siendo inestable en los próximos meses, lo que debilitará aún más la economía del país y, en consecuencia, la capacidad de los haitianos más pobres para satisfacer sus necesidades básicas, así como la capacidad del Estado para proporcionar servicios esenciales", dijo la Oficina de la ONU para la Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) en un comunicado.
En los últimos años, Haití ha enfrentado severas sequías que han devastado la producción agrícola local y disminuido la capacidad de los árboles para producir frutos y nueces.
Haití es uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático y las sequías prolongadas son una señal de alerta temprana de lo que la isla podría enfrentar en las próximas décadas.
La agitación política también ha contribuido a la crisis del hambre. A medida que las protestas por la corrupción política perturban las calles de las principales ciudades, los negocios se cierran y la distribución de la ayuda alimentaria se ve interrumpida.
Los manifestantes están enojados porque el gobierno no proporcionó servicios básicos y supuestamente desvió la ayuda extranjera destinada a ayudar a los ciudadanos comunes, según informó PBS.
“Se trata de hacer que los políticos rindan cuentas ante la sociedad”, le dijo a PBS Emmanuela Douyon, una economista de 29 años que vive en Puerto Príncipe y ha estado participando en manifestaciones. “En Haití, también podemos combatir la corrupción. Y ya es hora de que se detengan y nos escuchen".
La economía de Haití ha luchado por brindar oportunidades para los ciudadanos comunes durante décadas. La inflación es perpetuamente alta y el ingreso promedio es bajo, de acuerdo a lo señalado por PBS. A medida que los manifestantes se enfrentan al gobierno, los bienes ordinarios son cada vez más difíciles de acceder.
La creciente crisis de hambre está afectando a las personas que viven en el noroeste, donde la pobreza es más severa, según Reuters.
Los niños, en particular, están amenazados por la desnutrición y el retraso del crecimiento.
OCHA está pidiendo $ 252 millones para proporcionar ayuda humanitaria a la población. La solicitud del año pasado de $ 126 millones fue financiada solo en un 32%.