29 de septiembre de 2022

Por Jocelyn Wyatt, directora general de Alight, y Adan Adar, director del Cuerno de África en Alight

Alight es una organización de ayuda humanitaria en casos de catástrofes que trabaja para proporcionar atención sanitaria, agua potable, refugio, protección y oportunidades económicas a las personas desplazadas en 19 países de todo el mundo.

El Cuerno de África está al borde de la hambruna debido a un caleidoscopio de fuerzas locales y globales: el aumento de la inflación, el cambio climático, el COVID-19, las interrupciones de la cadena de suministro, los conflictos armados activos y la inestabilidad política han influido.

Pero el factor más importante es la actual sequía, la más grave que ha asolado la región en más de 40 años. Varias temporadas de lluvias fallidas en África Oriental y Central han provocado la disminución de las cosechas. Se calcula que 40 millones de personas en todo el Cuerno de África sufren inseguridad alimentaria, incluidos 10 millones de niños con desnutrición aguda. Las comunidades no tienen acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos.

La hambruna está cerca; debemos actuar antes de que llegue.

La sequía está causando un sufrimiento masivo, inseguridad alimentaria y desplazamientos generalizados. Si abordamos el problema ahora, podemos evitar muertes evitables, reducir los impactos negativos a largo plazo y poner en marcha medidas preventivas.

Los medios de subsistencia de pastores y agricultores también se han visto muy afectados por la sequía, que ha causado la muerte de más de 7 millones de cabezas de ganado, y los cultivos y las explotaciones agrícolas se han secado por la falta de agua y riego. Estos grupos han tenido que huir de sus hogares en busca de alimentos y agua, y muchos han buscado refugio en campos para desplazados internos.

Asha, de 95 años, perdió 300 cabras y ovejas desde que comenzó la sequía. Sin opciones, caminó durante seis días desde su casa en el este de Somalilandia para llegar a un campo de desplazados internos. Ayaan, madre de tres hijos, explicó por qué acudió al campamento: "No podía alimentar a mis hijos. No tenía elección: era la muerte o la vida".

Con el cambio climático que provoca temperaturas abrasadoras y la falta de lluvias, las sequías son cada vez más frecuentes, y la mayoría de las comunidades del Cuerno de África sufren inseguridad alimentaria y se enfrentan a la amenaza de la inanición. 

La declaración de hambruna requiere que se cumpla cada una de las siguientes condiciones, según la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria: "El 20% de los hogares se enfrentan a una escasez extrema de alimentos, el 30% de los niños sufren desnutrición y dos personas por cada 10.000 mueren de hambre o de enfermedades y desnutrición".

Si bien estos requisitos son útiles para determinar quiénes están pasando por una hambruna, no deben utilizarse como indicador de cuándo necesitan ayuda los países que se enfrentan a una hambruna inminente. Sólo tenemos que mirar las condiciones actuales para ver que hay millones de personas que necesitan una atención digna del ser humano, ahora mismo. 

En la sequía de 2011 en África Oriental, alrededor de la mitad de las 250.000 vidas que se perdieron en Somalia se produjeron antes de la declaración de la hambruna. Al menos el 50% de esas muertes fueron niños. La sequía actual ya ha durado más y ha sido más grave que las sequías de 2011 y 2017. Tras cuatro temporadas de lluvias consecutivas fallidas, y con la quinta temporada también proyectada como fallida, Somalia ya se encuentra en una posición precaria.

Si ponemos en marcha soluciones inmediatas y a largo plazo en todo el Cuerno de África, podemos trabajar para evitar la hambruna. Una respuesta inmediata que incluya el transporte urgente de agua en camiones, la rehabilitación de pozos, la distribución de alimentos, los tratamientos terapéuticos para la desnutrición y los refugios podría evitar el sufrimiento y las muertes innecesarias. Con la sequía que ha provocado un desplazamiento generalizado, las inmunizaciones se han interrumpido, lo que ha provocado un aumento del sarampión, el cólera y otras enfermedades prevenibles.

Por esta razón, hay una necesidad urgente de establecer estructuras de saneamiento y clínicas móviles de salud para llegar a la gente en las zonas afectadas por la sequía. Las comunidades que se enfrentan a la escasez de agua también necesitan ayuda para poner en práctica la concienciación sobre la higiene para garantizar que las personas y el ganado tengan fuentes de agua separadas.

Estas acciones de emergencia pueden ayudar ahora, mientras se desarrollan soluciones a largo plazo que puedan reducir los efectos de la sequía, encontrar soluciones sostenibles para el agua, combatir los efectos del cambio climático y mejorar los niveles de vida.

Como parte de una estrategia a largo plazo para ayudar a las personas desplazadas por la sequía, el alcalde de Hargeisa, la capital de Somalilandia, ya está previendo un plan urbano que busca integrar a estas comunidades en la ciudad. Esta acción proporcionaría a los desplazados vivienda y acceso a los servicios, disminuyendo su probabilidad de sucumbir a la malnutrición y las enfermedades.

Aunque hay muchos problemas que llevan a las naciones a la hambruna, también hay muchas soluciones que pueden ayudar a evitarla. Invertir en medidas preventivas y aplicarlas es más eficaz y, en última instancia, menos costoso. Una solución, dotar a las comunidades de sistemas de captación de agua que almacenen de forma segura el agua durante todo el año en preparación para la estación seca, aliviaría algunas de las cargas causadas por las sequías. 

Mientras se desarrollan estas soluciones a largo plazo, la comunidad internacional financia adecuadamente una respuesta de emergencia que podría salvar vidas, antes de que se declare la hambruna. En el Cuerno de África hay millones de personas que padecen inseguridad alimentaria y se encuentran al borde de la inanición. Ahora mismo, el apoyo a las organizaciones humanitarias es crucial. Con la ayuda de los donantes, las organizaciones pueden ampliar su respuesta a la crisis y suministrar servicios y recursos multifacéticos.

¿Te unirás a nosotros en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la hambruna?