El COVID-19 provocó un aumento en los casos de polio. Este experto en vacunación explica cómo sucedió

Autor: Jacky Habib

Ismail Taxta/WHO Somalia

La erradicación del poliovirus silvestre está al alcance, pero solo si el mundo le da continuidad e invierte económicamente, anunció la Iniciativa para la Erradicación Mundial de la Polio (GPEI por sus siglas en inglés) el martes en un evento virtual dentro de la Semana Mundial de la Inmunización.

El evento, Investing in the Promise of a Polio-Free World, marcó el lanzamiento del caso de inversión de la GPEI para su estrategia de erradicación de la polio de 2022-2026, además de reunir socios globales, líderes de los países afectados por la polio, donadores y trabajadores del sector salud para evidenciar las tácticas que serán usadas para erradicar la polio en todo el mundo. Si es totalmente financiada, la estrategia de la organización resultará en la vacunación de 370 millones de niños al año durante los próximos cinco años.

La polio es una enfermedad viral muy infecciosa transmitida a través de la propagación de persona a persona, principalmente vía oral-fecal o, de manera menos frecuente, a través de las gotitas de estornudos o de la tos de una persona infectada, o por un vehículo común (ejemplo, comida o agua contaminadas). El virus, que puede invadir el sistema nervioso de una persona y causar parálisis, o en algunos casos la muerte, afecta principalmente a los niños menores de 5 años. La vacuna de la polio, administrada ya sea en dos o cuatro dosis (dependiendo de la vacuna), puede proteger a un niño de por vida.

Si bien los casos de polio silvestre han disminuido 99%, la comunidad global de la salud continua enfrentando grandes retos en su lucha para erradicar esta enfermedad, en particular en función de la pandemia del COVID-19 y los efectos en cascada que ésta ha tenido en los accesos a los servicios médicos, como las inmunizaciones de rutina, en el mundo.

Como alto epidemiólogo que trabaja en el departamento de poliomielitis con sede en la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, el Dr. Zubair Mufti Wadood apoya planeando e implementado programas para erradicar la polio. Global Citizen se puso al día con Wadood al hablar sobre cómo la pandemia del COVID-19 ha impactado las campañas de vacunación contra la polio y qué significa esto para los niños del mundo.

Habiendo trabajado en la prevención de la polio durante dos décadas, ¿puedes compartir con nosotros tus experiencias de los sobrevivientes de la enfermedad que has conocido? ¿Cómo es la vida para las personas que viven con la enfermedad?

Siempre digo que la polio no afecta a los niños o individuos, afecta a las familias y a las comunidades. La vida de un niño afectado por la polio es un desafío total. Incluso en un caso leve, el niño casi nunca llega a ser independiente. Las etapas típicas como gatear, pararse y caminar son afectadas y retrasadas de manera notable. 

Estos niños necesitan rehabilitación especializada, profesionales e instituciones que los ayuden y esto tiene sus costos [y a menudo no están a la mano]. La mayoría de niños afectados por la polio pertenece a familias de clases socioeconómicas bajas, y sus vidas de por sí enfrentan retos. Conforme el niño crece, estos retos recrudecen porque la falta de rehabilitación comienza a afectar otras partes del cuerpo, incluyendo la columna, lo que conduce a [otras] condiciones.

Nunca olvidaré un padre que conocí, cuyo hijo tenía polio. Me dijo, ‘Siempre le pido a Dios que no castigue a mi hijo por las acciones malas que he cometido’. Lo anterior refleja el estado mental de estas familias.

En los últimos dos años, hemos visto la pandemia de COVID-19 y sus cuarentenas afectar todos los aspectos de la vida. ¿Qué impacto tuvo la pandemia en las campañas contra la polio a nivel global?

Esta pandemia no tiene precedentes en nuestras vidas. Escuchábamos de más y más infecciones que se propagaban en el mundo y la gente [estaba aterrorizada]. El 24 de marzo de 2020, la junta de supervisión de la polio emitió recomendaciones urgentes, incluyendo la interrupción temporal de las campañas de vacunación.

Aproximadamente 30 países tuvieron que posponer o cancelar 62 campañas, lo que significa una cifra enorme. Otros 14 países más detuvieron sus campañas de vacunación de la vacuna inactiva de la polio (IPV). 

De manera consecuente, lo que sucedió fue una propagación geográfica importante del poliovirus, en los países que ya estaban afectados y a nivel internacional.

¿Cuándo se reanudaron estas campañas? 

En general, las campañas de la polio se suspendieron totalmente entre marzo y junio [de 2020], así que los países donde hubo brotes no tuvieron campañas de polio durante casi cuatro meses. 

En un escenario de brote para una enfermedad como la polio, cuatro meses significan mucho. Incluso cuatro semanas, porque cada semana de respuesta retrazada ante un brote de poliovirus significa que más niños sufrirán parálisis, además de que habrá más propagación geográfica dentro del país y más allá de sus fronteras internacionales.

En Pakistán y Afganistán, las campañas se suspendieron de manera temporal entre marzo y agosto [de 2020]. Se reanudaron en septiembre, así que un hueco de seis meses importa mucho en estos países, donde la polio es endémica

¿Cuando las campañas de polio se reanudaron, cambió su enfoque dado que todavía seguimos en una pandemia?

Implementar campañas de polio en estos ambientes de COVID-19 fue totalmente distinto. Se daban esfuerzos de movilización comunitaria bien organizados que se enfocaban en las dinámicas del COVID-19. [Los trabajadores de la salud] tuvieron que incorporar la prevención y el control de la infección y la distancia social, para que las comunidades recibieran los equipos de vacunación de una manera cordial y sin ninguna percepción de riesgo.

¿Qué nos muestra la información sobre lo que pasó durante estos meses de campañas interrumpidas durante la pandemia? 

La segunda mitad de 2020 fue en definitiva un periodo de transmisión de polio intenso en Pakistán y Afganistán, al igual que en países afectados por brotes, en su mayoría en regiones de África. 

En términos de cifras, Afganistán tuvo 29 casos de poliomielitis silvestre tipo uno en 2019. En 2020, el país reportó 56 cases, casi cerca del doble. En Pakistán, aunque el número de casos bajó un poco … vimos que todos los esfuerzos hechos a favor [de la erradicación de la polio] eran revertidos o afectados de manera importante por la pandemia.

La tarea de monitorear la polio no fue tan eficaz como antes [de la pandemia]. Una de las razones fue que varias instalaciones de salud no estaban funcionando. También, la gente tenía miedo desde una perspectiva comunitaria de ir a las instalaciones de salud y buscar asistencia médica, por temor al COVID. De este modo, hubo una disminución importante en el número de casos de parálisis flácida aguda (AFP por sus siglas en inglés). Estos son los casos que pueden ser polio potencialmente y son sometidos a una prueba.

De enero a julio de 2020, comparado con el mismo periodo en 2019, hubo una disminución de 34% de casos reportados de AFP, lo que indica que la tarea de monitorear la polio fue afectada de manera notable durante la pandemia. 

Estas cifras —como 56 casos de polio en Afganistán— podrían parecer bajas para algunas personas. Cuando se trata de polio, ¿qué realidad reflejan las cifras?

Debemos verlas desde el lente de inmunidad de la población. Por cada caso de un niño que se infecte de polio paralítica, hay de 200 a 1,000 niños que están infectados. El resto podría ser afectado de tal manera que se manifieste como una enfermedad parecida a una gripa leve y más de 90% de las infecciones son asintomáticas.

Si las campañas de polio son implementadas de una manera inconsistente y la inmunidad de la población no está por encima del nivel para parar la transmisión, siempre existirá el riesgo de un brote internacional. Si un virus llega a un lugar donde hay muchos niños que carecen de la vacuna, puede [ser un desastre].


La erradicación de la polio está al alcance, pero el virus trata de hacer todo lo posible para resurgir. El Comeback We Never Wanted es una serie de contenido que analiza cómo y por qué los brotes de polio han aumentado en los últimos años, hondado en temas relacionados con la asistencia médica, abordando el impacto del COVID-19, la dificultad de navegar por zonas de conflicto y por grupos terroristas, entre otras cosas.

Declaración: Esta serie fue posible con financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates.