Desde enero de 2020, el mundo ha estado luchando contra un enemigo distinto a cualquier otro que la humanidad haya enfrentado en la memoria viva: la pandemia del COVID-19.
Producido por una nueva cepa de coronavirus (científicamente conocida como SARS-CoV-2) nunca antes identificada en los humanos, el virus es transmitido a través del contacto directo, indirecto o cercano con las gotitas de saliva o respiratorias liberadas cuando la gente infectada habla, canta, tose o estornuda.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de personas que tiene COVID-19 solo muestra síntomas leves, pero la enfermedad puede atacar gravemente a algunas personas; en otros casos puede ser fatal. Las personas mayores y aquellas con condiciones médicas preexistentes (tales como presión alta, problemas del corazón o diabetes) también son más vulnerables al virus.
El coronavirus ha causada millones de descensos, desafiado nuestras formas de vida y amenaza con retroceder décadas de progreso colectivo, aumentando la pobreza extrema y causando trastornos en los sistemas de salud, educación y alimenticio.
A partir del año que experimentamos por primera vez los confinamientos y las desaceleraciones económicas provocadas por el virus, ha habido más de 109 millones de casos confirmados a nivel global y han muerto más de 2 millones de personas.
Registered traveling nurse Patricia Carrete, of El Paso, Texas, walks down the hallways during a night shift at a field hospital set up to handle a surge of COVID-19 patients, Feb. 10, 2021, in Cranston, RI.
Registered traveling nurse Patricia Carrete, of El Paso, Texas, walks down the hallways during a night shift at a field hospital set up to handle a surge of COVID-19 patients, Feb. 10, 2021, in Cranston, RI.
Es claro que necesitamos acabar con el COVID-19 de una vez por todas y tan pronto como sea posible.
¿Cómo podemos acabar con el COVID-19 definitivamente?
Profundizaremos a detalle sobre esta pregunta más adelante, pero lo más importante para acabar con la pandemia del COVID-19 es la colaboración global, en especial garantizar que todos, en cualquier parte del mundo, tengan acceso a las herramientas indispensables para luchar contra el coronavirus, incluyendo vacunas, tratamientos y pruebas.
Los países deben trabajar para garantizar que las vacunas se distribuyan de manera equitativa en todos los países y en todas las regiones del mundo, al igual que garantizar que la gente cumpla con las indicaciones de seguridad para el coronavirus emitidas por la Organización Mundial de la Salud. La colaboración es vital para acabar con la pandemia y el mundo debe trabajar unido para desalentar el nacionalismo de las vacunas, especialmente cuando los países de altos ingresos compren toda la provisión de vacunas.
Esto puede lograrse a través de la cooperación multilateral; financiando totalmente una plataforma de colaboración global conocida como ACT-Accelerator; empoderando a aquellos que trabajan para garantizar el acceso equitativo a las vacunas, incluyendo la COVAX Facility, y otras iniciativas similares. A su vez, debemos trabajar para estar seguros que otras herramientas del COVID-19 como las pruebas, los tratamientos y el equipo de protección personal (PPE) siga siendo accesible en todo el mundo durante la pandemia.
¿Cuáles son los 3 hechos clave que debes conocer sobre el COVID-19 y sus impactos?
El Banco Mundial proyecta que hasta 163 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema para finales de este año, lo cual amenaza revertir el progreso ya logrado hacia los Objetivos Globales de Naciones Unidas.
Se estima que la economía global se ha contraído más de $9 billones de dólares en 2020. Esto compromete los medios de vida de millones y retraza más el progreso hacia los Objetivos Globales.
Hasta el 19 de febrero de 2021, el Access to COVID-19 Tools Accelerator (ACT-A) todavía necesita recaudar $22 mil millones para ayudar a acabar con la fase aguda de la pandemia.
¿Cómo el COVID-19 está afectando a las personas en todo el mundo?
En el año que experimentamos por primera vez los confinamientos y las recesiones económicas causados por el virus, ha habido más de 109 millones de casos confirmados a nivel global (al momento de redactar este artículo) y más de 2 millones de personas han fallecido.
Mientras tanto, el impacto social y económico de la pandemia ha sido devastador. Se estima que la cifra de personas subalimentadas había incrementado 132 millones a finales de 2020, ya que el COVID-19 afecta el suministro de comida a nivel global, al igual que eleva los precios de los alimentos e impacta la capacidad de las personas para ganarse la vida.
Millones de negocios en todo el mundo están cerrando o enfrentan dificultadas para seguir existiendo. Casi la mitad de la fuerza de trabajo sólida de 3.3 mil millones está en riesgo de peder el sustento, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A woman working in a face mask manufacturing shop at a downtown factory poses for a factory. Bulawayo, April 24, 2020.
A woman working in a face mask manufacturing shop at a downtown factory poses for a factory.
Bulawayo, April 24, 2020.
Los trabajadores de la economía informal son especialmente vulnerables ya que la mayoría carece de protección social y de acceso a la asistencia médica de calidad, además de haber perdido el acceso a los activos productivos.
¿Cómo impacta la pandemia en la vida de las personas?
En países de bajos y medios ingresos y otros países en desarrollo, los efectos de la pandemia han sido desproporcionados.
El estancamiento económico está causando que más personas estén por debajo del límite de la pobreza de $1.90 dólares al día; que millones de niños no puedan continuar con sus estudios; que los índices de violencia basada en el género aumenten, incluso cuando menos personas tienen acceso a la atención médica y el nivel de vida en los países en desarrollo sigue bajando como resultado de la pandemia.
Las restricciones en la movilidad han causado la interrupción de las cadenas alimenticias y que los agricultores y productores no puedan tener acceso a los mercados y logísticas, provocando que millones de personas sufran inseguridad alimenticia.
El COVID-19 no solo amenaza con erosionar mucho del progreso realizado en décadas recientes con el propósito de erradicar la pobreza extrema, también ha profundizado la desigualdad de género, afectado la educación de hasta 1.5 mil millones de estudiantes en el mundo, debilitado los sistemas de salud global y complicado importantes acciones de salud pública como la inmunización de rutina; los programas que trabajan para combatir otros problemas de salud urgentes como la tuberculosis, el SIDA y la malaria; y el cuidado prenatal.
De este modo, ¿qué se necesita para acabar con el COVID-19 y recuperar nuestras vidas?
Las indicaciones de salud globales de la Organización Mundial de la Salud recomiendan una cobertura de 60 a 70% de la población mundial con la vacuna del COVID-19 para controlar y finalmente acabar con la pandemia, además del acceso global equitativo y continuo a las pruebas, tratamientos y equipo de protección personal contra el COVID-19.
Como hemos aprendido durante el tiempo que hemos enfrentado la pandemia, no podemos acabar con el COVID-19 si el acceso equitativo a la vacuna en todo el mundo no se vuelve una prioridad.
A healthcare worker prepares a dose of the Oxford-AstraZeneca vaccine for COVID-19 in Rio de Janeiro, Brazil, Jan. 23, 2021.
A healthcare worker prepares a dose of the Oxford-AstraZeneca vaccine for COVID-19 in Rio de Janeiro, Brazil, Jan. 23, 2021.
Lo que se conoce como “nacionalismo de las vacunas” está interfiriendo — Oxfam reportó en septiembre de 2020 que los países ricos que representan solo 13% de la población del mundo han comprado con antelación más de 50% de las vacunas más prometedoras de COVID-19.
Y sin embargo, garantizar el acceso equitativo y global a la vacuna salvaría dos veces más vidas que si las vacunas solo se distribuyeran primero en los países de altos ingresos, según la Fundación Bill & Melinda Gates.
Si el ACT-Accelerator — una plataforma global de la que puedes enterarte más sobre ella aquí — se financia por completo, los países de bajos y medios ingresos recibirían 500 millones de pruebas de diagnóstico, 245 millones de cursos de terapéuticas y 1.8 mil millones de dosis de vacunas a través de la iniciativa COVAX de ACT-A.
Desafortunadamente, ahora mismo solo se han reunido 30% de los $38 mil millones de dólares que se necesitan para ayudar en la fase grave de la pandemia.
Si bien $38 mil millones suena mucho, para poner esa necesidad de fondos en perspectiva, la economía global está perdiendo $500 mil millones de dólares al mes por los efectos de la pandemia. Tomaría solo 36 horas para pagar totalmente los $38 mil millones de dólares una vez que el movimiento regular internacional y comercio sean reanudados y el mundo retome el camino hacia el crecimiento económico.
Dicha cifra también representa menos de 1% de los $13 billones de dólares que los gobiernos del G20 han gastado en estímulos económicos domésticos en respuesta a las consecuencias de la pandemia, ni siquiera en la lucha contra la enfermedad misma.
Entre más dure la pandemia, más tiempo le tomará al mundo regresar a una “normalidad” prepandemia y posiblemente aún más tiempo recuperar el progreso perdido por el COVID-19.
¿Quiénes son actualmente los actores clave en la lucha contra el COVID-19?
En todo el mundo, muchas organizaciones y organismos de colaboración y multilaterales están trabajando juntos para acabar con el COVID-19.
Una de las plataformas principales que reúne a las organizaciones para acabar con la pandemia juntos es el ACT-Accelerator, una iniciativa única que reúne a las principales organizaciones de salud global, científicos, empresas, sociedad civil, filántropos y gobiernos.
Organizaciones como la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI por sus siglas en inglés); Gavi, la Vaccine Alliance; el Global Fund; FIND; Unitaid; Wellcome Trust; el Banco Mundial; y la Organización Mundial de la Salud; junto con la Fundación Bill & Melinda Gates iniciaron el ACT-A, que fue creado para apoyar la distribución equitativa de las pruebas, tratamientos y vacunas que se necesitan para vencer al COVID-19.
¿Qué medidas podemos tomar todos para ayudar a acabar con el COVID-19 en todo el mundo?
Todos podemos contribuir para acabar con el COVID-19 y recobrar nuestras vidas de algunas maneras. Las maneras más inmediatas para que los individuos puedan hacer una diferencia en la disminución de la propagación del virus es asegurarse de seguir las indicaciones de salud — lavarse las manos, usar cubrebocas y acatar la distancia social — y vacunarse cuando la vacuna esté disponible.
Sin embargo, hay muchas más cosas que los Global Citizens también pueden hacer — como unirse a la campaña Global Citizen: Recovery Plan for the World y tomar medidas para exhortar a los gobiernos, empresas, filántropos y organismos globales a trabajar juntos en la erradicación del COVID-19, mediante algunos pasos como garantizar el acceso equitativo a las vacunas.
El esfuerzo global para acabar con el COVID-19 también debe ser financiado por completo, lo cual significa que los gobiernos, las empresas y los filántropos tienen que intensificar el apoyo a los esfuerzos multilaterales contra la pandemia. Puedes unirte a nosotros tomando medidas ahora mismo para exhortar a los líderes del mundo a que financien los esfuerzos contra el COVID-19 aquí.
Traducción de Adam Critchley