Uno de cada tres bocados de comida que se consumen en el mundo depende de los polinizadores, especialmente de las abejas, para que la cosecha tenga éxito. Sin embargo, a pesar de lo críticas que son para el entorno natural y los sistemas alimentarios humanos, las poblaciones mundiales de abejas siguen disminuyendo.
Sólo en la última década, los apicultores de Estados Unidos y Europa han reportado pérdidas anuales de colonias de abejas del 30% al 50%. El declive se ha atribuido a una serie de factores, desde el uso de pesticidas hasta las técnicas agrícolas industriales, la pérdida de hábitat y el cambio climático.
He aquí cinco razones por las que es fundamental salvar a las abejas del mundo, tanto para el bienestar humano como para la protección del medio ambiente.
1. Las colmenas son un gran modelo de cooperación social.
Podemos aprender mucho de las abejas. En una colonia, cada abeja individual tiene un papel esencial para la supervivencia de la colmena. Desde las abejas obreras que protegen la colmena y cuidan su alimento hasta las abejas lactantes que atienden a las crías, cada miembro de la colonia es fundamental porque cada tarea es igualmente importante.
La celebración de la colmena como modelo para el cambio está en el corazón de Bee Downtown. Fundada por la descendiente de cuatro generaciones de apicultores, Leigh-Kathryn Bonner, Bee Downtown instala y mantiene colmenas en los campus de las empresas, apoyando la salud de las poblaciones de abejas y a la vez utiliza la colmena como metáfora para enseñar comunicación, confianza y otros componentes del desarrollo del liderazgo. Desde 2019, una de sus principales iniciativas ha sido con el socio de Global Citizen, Cisco.
En colaboración con Bee Downtown y la Fundación RTP, Cisco instaló tres colmenas pintadas a mano cerca de su campus en Carolina del Norte, que ahora son el hogar de más de 100.000 abejas. La esperanza es que, introduciendo más abejas en el medio ambiente y utilizando prácticas de apicultura responsables, las poblaciones de abejas recuperen su número previo y apoyen los sistemas alimentarios y la biodiversidad.
"Estoy muy contenta de poder patrocinar colmenas en Research Triangle Park", señaló la directora de marketing industrial global de Cisco, Cecile Willems. "Las abejas desempeñan un papel vital en la salud de nuestros sistemas alimentarios y del medio ambiente, y me entusiasma que nuestros empleados tengan la oportunidad de conocer de primera mano a estas increíbles criaturas a través de este programa".
La sostenibilidad es una parte integral del trabajo de Responsabilidad Social Empresarial de Cisco, lo cual inspiró a Cecile a defender este proyecto y llevarlo al campus de Cisco.
3. Las abejas son el frente de la batalla contra el cambio climático.
Las pruebas han demostrado que el calentamiento global es uno de los principales impulsores del declive de las abejas en todo el mundo. Algunas abejas silvestres y otros polinizadores sólo tienen una pequeña ventana de temperatura en la que pueden vivir. Por eso, cuando las temperaturas suben, se ven obligadas a dirigirse a climas más fríos en busca de refugio, lo que reduce el territorio total que pueden habitar y el tamaño de las poblaciones. Esto puede tener efectos dominantes en el ecosistema circundante.
Por ejemplo, cuando se extinguen especies de insectos especializados, estas poblaciones suelen ser sustituidas por especies generalistas, que pueden sobrevivir en una amplia gama de temperaturas y condiciones. Pero a medida que las especies generalistas ocupan el lugar de las especializadas, todo el sistema se vuelve mucho más susceptible a los cambios repentinos debido a su incapacidad para realizar funciones especializadas.
El resultado puede ser una cascada ecológica que amenace la integridad de todo el ecosistema. A medida que el cambio climático se acelera, más ecosistemas se verán sometidos a este tipo de presión y se espera que las poblaciones sigan disminuyendo.
4. Las poblaciones de abejas sanas ayudan a promover la biodiversidad.
El declive de las abejas es emblemático del declive más amplio de la vida silvestre en todo el mundo. Las abejas necesitan paisajes diversos y exuberantes para alimentarse, reproducirse y refugiarse. Por eso, cuando la diversidad del ecosistema se ve afectada, las poblaciones de polinizadores de los alrededores también lo están.
Pero lo contrario también es cierto. Las plantas y los insectos suelen ser la base de los ecosistemas sanos, de modo que cuando los paisajes empiezan a recuperar la diversidad de los ecosistemas, también vuelven otras criaturas: pájaros, lagartos, serpientes y ranas, que se alimentan de insectos.
Esto puede crear un bucle de retroalimentación positiva que ayude a mantener las poblaciones de polinizadores, al tiempo que mejora el rendimiento agrícola. Los agricultores pueden avanzar en esta dirección destinando una cierta cantidad de sus tierras a hábitats favorables a las abejas y presentando varios tipos de flores que proporcionen néctar y polen durante todo el año.
5. Las plagas y los pesticidas están empeorando las cosas.
Los investigadores señalan a los parásitos y a los "patógenos" causantes de enfermedades como causas principales del colapso de las colonias de abejas melíferas en todo el mundo. El principal parásito que está acabando con las poblaciones de abejas melíferas es el (Varroa destructor). Este ácaro mortal afecta a la mayoría de las colonias de abejas melíferas en Estados Unidos y es la causa principal de la tasa de pérdida del 45,5% de ellas en 2021. Se engancha a las abejas en su estado larvario y se alimenta de la larva en desarrollo, lo que debilita su sistema inmunitario y transmite la enfermedad.
El mayor impacto de estos virus se ha visto agravado por la exposición a los plaguicidas, que daña aún más el ya debilitado sistema inmunitario de las abejas.
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