Laura Ulloa tenía 11 años cuando la secuestraron de camino a la escuela en Colombia.
"Me sacaron del autobús escolar donde había 50 niños, pero fui a la única que sacaron", dijo en un encuentro con jóvenes de todo el mundo en Johannesburgo, Sudáfrica. "Fui secuestrada por las FARC, un grupo terrorista en Colombia, durante siete meses en la selva colombiana. Mi vida cambió completamente".
"En ese entonces pensé que iba a llegar a casa para almorzar con mi madre y hacer algunas tareas", dijo. "Lamentablemente, pensaron que debido a que mis padres tenían un buen negocio era mi culpa que muchas personas en Colombia estuvieran sufriendo".
"Yo no tenía idea de lo que estaba pasando", agregó.
Durante los primeros dos meses, Ulloa estuvo aislada, negándose a hablar con sus captores. Pero luego cambió de opinión y sobrevivió.
Ella dejó de creer que los terroristas que la tenían secuestrada eran todos "malos", y en su lugar intentó hacerse amiga de ellos, dijo. Debe haber algo bueno en todos, pensó, y se esforzó por encontrar humanidad en aquellas personas.
Ahora, a los 28 años, Ulluoa es libre, y trabaja para ayudar a otros niños del mundo a poner fin a la violencia en las escuelas.
Ulloa compartió su historia en la Cumbre de Desarrollo de la Juventud Africana de la Cámara Júnior Internacional (JCI) en una sesión organizada por UNICEF, Global Citizen y Global Partnership para terminar con la violencia contra los niños. El objetivo de la sesión fue redactar el primer Manifiesto Juvenil para ponerle fin a la violencia en las escuelas. ¿El propósito del Manifiesto? Alentar a los Ministros de Educación de todo el mundo a adoptar las recomendaciones hechas por los jóvenes y escuchar los compromisos que podrían ayudar a ponerle fin a la violencia en y alrededor de las escuelas.
La Cumbre no fueron solo discursos: más de cien jóvenes se reunieron allí desde países de África, Asia y América para compartir experiencias sobre cómo la violencia en las escuelas los había afectado personalmente, a sus familias y sus comunidades, y qué podrían hacer para buscar soluciones al respecto.
Este trabajo vital comenzó realmente meses antes de la cumbre, con una consulta de UNICEF que recibió más de un millón de respuestas de jóvenes en más de 160 países.
La encuesta de UNICEF preguntó a miles de jóvenes en todo el mundo si habían experimentado violencia dentro y alrededor de la escuela, a lo que el 69% respondió 'Sí' y luego se les pidió que compartieran cómo la violencia en las escuelas los había afectado - con las respuestas divididas en 12 temas claves.
Los temas fueron divididos luego en 12 grupos de trabajo donde los jóvenes de la sala pudieron discutir con más detalle cómo convertirlos en soluciones, y misiones con compromiso, junto al Manifiesto que los acompaña y que será presentado a los líderes mundiales.
Ulloa se unió en ese proceso y dirigió uno de esos grupos que incluyó a jóvenes de Nairobi, Senegal, Ghana, Nigeria y más. El enfoque específico de su grupo estuvo en el riesgo de violencia al viajar entre la escuela y el hogar.
"No son tantas pandillas, se trata de normas y estándares culturales", dijo al grupo Ihwani Munemo, un asesor legal de Zimbabwe. "Por ejemplo, los niños en áreas marginadas, tienen mayor riesgo de ser violados por sus vecinos”.
"Los hombres piensan que pueden salirse con la suya haciéndole cosas con las niñas", agregó. "Piensan que pueden salirse con la suya dándole una vaca a la familia de una niña”, dijo.
El trabajo de Ulloa consistió en ayudar a su grupo a desarrollar sus ideas y luego redactar un escrito definitivo para incluir en el Manifiesto Juvenil. Lo que quedó claro en las discusiones de la sesión es que la violencia toma diferentes formas en diferentes países.
"La violencia viene desde el niño que hace el acoso, hasta el gobierno", dijo Ulloa más tarde a Global Citizen. “Por ejemplo, en muchos países no está prohibido que los maestros sean violentos con sus alumnos. Pueden golpearlos".
De acuerdo con un informe reciente de UNICEF, la mitad de todos los estudiantes de 13 a 15 años, aproximadamente 150 millones de niños, han experimentado violencia entre pares en la escuela. Mientras tanto, un tercio ha denunciado bullying.
“Estar secuestrada durante siete meses es una de las cosas más horribles que puedan imaginar", agregó Ulloa. "No es tan habitual como algunas de las otras experiencias que la gente comparte aquí. Es diferente. Nunca fui acosada en la escuela. No sufrí ese tipo de violencia".
Después de que todos los talleres concluyeron, cada grupo redactó una parte del Manifiesto Juvenil. Luego se presentó un mensaje en video de Penny Mordaunt, Secretaria de Estado para el Desarrollo Internacional del Reino Unido.
Today we asked over 100 young people in South Africa to tell us how they would #EndViolence in schools around the world.
— Global Citizen UK (@GlblCtznUK) 1 de diciembre de 2018
And @DfID_UK's @PennyMordaunt had an important message for them.
"Violence in schools is a global issue", she said.
📚@GPtoEndViolence@UNICEF#AYDSummit📚 pic.twitter.com/TyhSdNzKgh
"Demasiados niños pierden su derecho a aprender debido a la violencia en las escuelas", dijo Mordaunt en el video. "Más de 246 millones de niñas y niños experimentan violencia cada año, ya sea en forma de explotación sexual, abuso físico y emocional como castigo, o acoso escolar de otros estudiantes".
"Los niños quieren, esperan y merecen aprender en lugares seguros", continuó. “Esto es lo correcto para ellos, para su futuro y para el futuro de sus sociedades. La violencia en las escuelas es un problema global, y es un problema que los jóvenes nos dicen que es increíblemente importante para ellos. Es por eso que el Reino Unido está trabajando con la Alianza Global para Terminar con la Violencia contra los Niños, y otros socios, para construir una campaña global para terminar con la violencia en todas las escuelas para el año 2024".
"Los niños y los jóvenes han hablado", dijo Charlotte Petri Gornitzka, subdirectora ejecutiva de UNICEF, en una declaración. "Y lo que están diciendo es que demasiados de ellos enfrentan múltiples peligros dentro y alrededor de la escuela: desde el acoso y la lucha a la disciplina violenta, la presión para unirse a las pandillas, el acoso sexual y la violencia armada".
"Espero que las respuestas y sugerencias utilizadas para informar al Manifiesto Juvenil inspiren a los líderes mundiales a tomar medidas para que ningún niño tenga miedo de ir a la escuela", agregó.
El siguiente paso en el proceso es el Foro Mundial de la Educación en enero de 2019, organizado por UNICEF y el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DfID) en Londres, donde se presentará el Manifiesto Juvenil a los responsables políticos. Es allí donde las voces de los jóvenes de todo el mundo finalmente serán escuchadas por aquellos que pueden promulgar un verdadero cambio legislativo.
Now, every group is revealing their conclusions - the stuff that will end up in the Youth Manifesto to put to world leaders!
— Global Citizen Impact (@GlblCtznImpact) 1 de diciembre de 2018
We can’t wait to see the final result. This is how you put young people front and centre in fixing global problems! 💪 #AYDSummitpic.twitter.com/isDoQ3ZUGz