El año pasado, inundaciones catastróficas asolaron Pakistán y Nigeria, incendios forestales calcinaron decenas de países y olas de calor extremas cubrieron amplias zonas del planeta.
Estos sucesos mataron a miles de personas, destruyeron infraestructuras esenciales y desestabilizaron sectores económicos enteros. En muchos casos los costos de recuperación y reconstrucción de estas catástrofes superan con creces la capacidad financiera de los gobiernos, lo que deja a los países más expuestos a los impactos climáticos en el futuro y socava la salud y el bienestar de las comunidades.
A medida que la crisis climática se intensifica, la brecha entre los costos de los impactos severos y la capacidad de pago está creciendo, ampliando los niveles globales de desigualdad, y añadiendo urgencia a un tema que será el centro de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, o COP27, en Sharm El Sheik, Egipto, del 6 al 18 de noviembre.
Ahora que los países están preparando a sus delegados para la COP27, las expectativas para la reunión se han centrado en el tema de "pérdidas y daños", concepto que engloba los costos de recuperación de los impactos climáticos como la subida del nivel del mar, tormentas extremas, graves sequías y potentes incendios forestales que destruyen vidas, infraestructuras y sectores económicos. A medida que estos impactos se intensifican, muchos países se ven desbordados financieramente y abogan por mecanismos de financiamiento globales basados en conceptos de equidad y solidaridad, y fundamentados en la naturaleza política de la crisis climática.
"El cambio climático es un problema que fue y sigue siendo generado por emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el estilo de vida de los ricos", dijo Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo, a Global Citizen. "Las personas ricas, sobre todo en países ricos, son las que causan la contaminación y, luego, en la otra cara de la moneda, las víctimas de esa contaminación son las personas más pobres del planeta y eso no está bien".
"Si somos uno de esos seres humanos cuya huella de carbono está por encima de la media, entonces somos responsables de causar problemas a nuestros conciudadanos pobres", dijo. "Debemos aceptar la responsabilidad moral. Debemos aceptar que está mal. Y debemos hacer algo al respecto para ayudarlos".
Huq es un destacado defensor de la justicia climática y experto en política climática mundial. Destacó la importancia de abordar el problema ahora para salvar vidas y dinero a largo plazo.
"Esto no va a desaparecer", dijo. "Cada día el cambio climático va a empeorar. No hay escapatoria, ni siquiera en los países ricos. Estados Unidos acaba de ser azotado por el huracán Ian y el sector de los seguros dice que ya no asegurará las viviendas de Florida.
"Ahora tienen impactos no triviales incluso en los países desarrollados, y mucho más grandes y devastadores en países en desarrollo", añadió. "Ignorar esto y meter la cabeza en la arena es una negligencia total y una violación a nuestra responsabilidad como líderes".
¿Qué son pérdidas y daños?
Según el Instituto de Recursos Mundiales, las pérdidas y daños se dividen en dos grandes campos:
El primero tiene que ver con las actividades económicas y las infraestructuras a las que se puede poner un precio claro. Por ejemplo, si una inundación arrasa con la producción agrícola de una región, el país afectado podría calcular la pérdida de ingresos de los agricultores, las consiguientes interrupciones de la cadena de suministro y llegar a una cifra clara.
El segundo campo implica daños más difíciles de calcular, como la pérdida de vidas, cultura y continuidad de la comunidad. El cálculo de estas pérdidas puede depender de la provisión de redes de seguridad social indefinidas, el pago de la reubicación y la inversión en la revitalización cultural.
Aunque están relacionadas, las pérdidas y daños son distintos de la mitigación y la adaptación al clima, que son formas preventivas y anticipadas de acción climática. La mitigación implica la reducción de emisiones para evitar futuros impactos climáticos (pérdidas y daños), mientras que la adaptación implica inversiones en aspectos que reducirán la gravedad de los impactos (pérdidas y daños).
3 claves sobre las pérdidas y daños climáticos
Los debates en torno a las pérdidas y daños climáticos intentan precisar el papel del cambio climático en las catástrofes medioambientales.
Las catástrofes climáticas ya cuestan a los países cientos de miles de millones de dólares al año.
La COP27 puede sentar las bases para que los líderes mundiales se comprometan con un mecanismo que permita un financiamiento adecuado de las pérdidas y daños, especialmente para países en desarrollo.
¿Por qué el financiamiento de pérdidas y daños tiene que pasar por la ONU?
El financiamiento de las pérdidas y daños puede y debe provenir de cualquier fuente: gobiernos que responden a impactos climáticos nacionales, organizaciones sin ánimo de lucro y filantrópicas que invierten en esfuerzos de recuperación, e incluso la recaudación entre la comunidad.
Ya están surgiendo coaliciones que permiten el financiamiento multilateral de pérdidas y daños. Tras la COP26 del año pasado en Glasgow, por ejemplo, Escocia creó el Fondo de Justicia Climática, que desde entonces recibe decenas de millones de dólares de gobiernos, organizaciones sin ánimo de lucro, filántropos y empresas. El V20, una reunión de ministros de finanzas de países en desarrollo vulnerables, también creó un fondo para pérdidas y daños.
Sin embargo, según Huq, sólo a través de una coordinación global, en la que participen todos los países, podrá alcanzarse la escala de financiamiento necesaria.
Y este consenso internacional sólo puede darse en la ONU, donde los gobiernos del mundo se reúnen para negociar normas y reglas globales. En 2015, los países lograron un consenso sobre la necesidad de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar un aumento catastrófico de la temperatura. Ahora, en el marco del acuerdo climático de París, se puede incorporar un mecanismo de financiamiento de pérdidas y daños.
¿Por qué la ONU aún no cuenta con un fondo de pérdidas y daños?
Personas dedicadas a la defensa han planteado la cuestión de las pérdidas y daños en los foros internacionales durante más de tres décadas, pero sus esfuerzos nunca han cobrado fuerza debido a la obstrucción de países poderosos como Estados Unidos, de los que se esperaba que lideraran el esfuerzo de financiamiento debido a su enorme papel como causantes de la crisis climática.
"Los países contaminantes no quieren hablar de pérdidas y daños", dijo Huq. "Luego aceptan hablar de ello, pero no quieren pagar por ello".
Huq dijo que la COP26 en realidad hizo retroceder al mundo en cuanto al financiamiento de pérdidas y daños. Los países en vías de desarrollo habían instado a los delegados a crear un mecanismo que se pudiera concretar en los próximos años para gestionar financieramente las reclamaciones por pérdidas y daños. En lugar de un mecanismo, los países desarrollados, como Estados Unidos, consiguieron imponer un diálogo de tres años sobre el tema, al final del cual se harían recomendaciones.
Así se esconde bajo la alfombra una problemática que ha avanzado tan lento en la acción climática en general, dijo Huq.
Añadió que a países como Estados Unidos les preocupa que un fondo internacional abra la puerta a reclamaciones de responsabilidad e indemnización por parte de los países perjudicados por el cambio climático.
Sin embargo, argumenta, esta perspectiva enmarca la cuestión en la dirección equivocada. En lugar de anticiparse a las batallas judiciales, los países podrían financiar suficientemente los fondos de pérdidas y daños en la fase inicial para garantizar que las reclamaciones se satisfagan rápidamente y las comunidades afectadas por el clima puedan recuperarse. La reducción de la factura global no dependería entonces de la lucha contra las reclamaciones de los países, sino de la mitigación de la crisis climática para evitar futuros impactos.
¿Qué tiene de especial la COP27?
Hace años se está dando un impulso para que los países aborden el tema de las pérdidas y daños, pero este año la presión alcanzará un punto álgido.
Huq afirmó que los países en desarrollo ya solicitaron a Egipto que el financiamiento de pérdidas y daños se convierta en un punto del orden del día de la conferencia, distinto a los debates limitados que hubo en la COP26, y amagaron con boicotear la conferencia si no se satisface esta demanda. Los países desarrollados de la UE respaldan desde entonces esta demanda, junto con Estados Unidos, dijo.
Como resultado, el escenario está preparado para que la COP27 genere un consenso para la creación del primer mecanismo de pérdidas y daños que podría ofrecer financiamiento esencial en los próximos años.
"Y en ese sentido, la COP27 es la COP1", dijo Huq. "Es una situación totalmente nueva, muy diferente a la que teníamos antes".
¿Cómo se determinan las pérdidas y daños?
En los últimos años los científicos han mejorado mucho los métodos para determinar el papel específico que desempeña el cambio climático en los fenómenos ambientales extremos.
Ahora pueden observar un huracán y calcular la fuerza que habría tenido sin las variables instigadoras del cambio climático, como el aumento de la temperatura del agua, del aire y la subida del nivel del mar. A continuación pueden comparar este modelo con el evento del mundo real y calcular el efecto neto del cambio climático. Es en esta zona de "efecto neto" donde entran en juego las reclamaciones por pérdidas y daños.
"La atribución ahora es innegable, es creíble, es científicamente precisa", dijo Huq. "Es una atribución probabilística. Los científicos dicen que este evento se ha potenciado en un 10% o 20% o 50%, por lo que el 50% del exceso de daños es atribuible al cambio climático inducido por el hombre y eso es lo que ahora impulsa el argumento de las pérdidas y daños."
Estos impactos ya cuestan cientos de miles de millones de dólares al año y crecerán exponencialmente a medida que se intensifique el cambio climático. La consultora Deloitte informó de que los impactos climáticos podrían costar a la economía mundial 178 billones de dólares en los próximos 50 años.
¿Cómo sería un fondo de pérdidas y daños?
Huq subrayó que cualquier instalación de pérdidas y daños se decidirá a través del proceso democrático de la ONU, y que Estados Unidos impidió que el tema se discuta desde el punto de vista de la responsabilidad y la compensación.
En consecuencia, es probable que los países contribuyan voluntariamente a cualquier fondo de este tipo, o que acuerden objetivos de financiamiento específicos, y luego el financiamiento se desembolsará en función de las necesidades, según el dinero disponible.
El Fondo Verde para el Clima es un buen modelo de cómo podría estructurarse un fondo para pérdidas y daños. El FVC recibe financiamiento de países de todo el mundo y luego distribuye fondos a los países en desarrollo para proyectos de mitigación y adaptación. Un fondo para pérdidas y daños funcionaría teóricamente de la misma manera, pero desembolsaría los fondos tras las catástrofes medioambientales. (Aclaración: El Fondo Verde para el Clima es un socio financiero de Global Citizen).
¿Qué pueden hacer los Global Citizens?
El financiamiento de pérdidas y daños es esencialmente una asistencia humanitaria que ayuda a las comunidades a recuperarse tras una catástrofe.
Es importante que los países reaccionen ante estas crisis y financien esfuerzos de auxilio con un espíritu solidario, pero sería insensato no abordar lo que está causando estos desastres de raíz: una economía global que libera demasiadas emisiones de gases de efecto invernadero, consume demasiados recursos naturales y contamina demasiados entornos.
Sin una transformación económica, estas catástrofes se encarecerán exponencialmente y acabarán por socavar el sistema económico actual.
Por ello, los esfuerzos para garantizar el financiamiento de las pérdidas y daños deben ir acompañados de esfuerzos continuos para abandonar los combustibles fósiles y desarrollar economías regenerativas y resistentes. Desde una perspectiva puramente financiera, los países pueden limitar enormemente los costos de las pérdidas y daños acelerando esta transición. Desde una perspectiva humanista más amplia, los países pueden reducir enormemente el daño acumulado de las pérdidas y daños adoptando esta actitud de "todos a una", según Huq.
Las pérdidas y daños climáticos deben financiarse adecuadamente por una cuestión de justicia (para devolver a la gente lo que se le ha quitado), pero también hay que evitarlos por completo. Según Huq, hemos entrado en la era de las pérdidas y daños, pero debemos intentar salir de ella lo antes posible. En otras palabras, no podemos seguir permitiendo que los países menos responsables del cambio climático sufran los impactos más dramáticos.
Aquí es donde se involucran los Global Citizens. Puedes utilizar todo el poder a tu alcance (incluyendo tomar acción con Global Citizen a través de nuestra aplicación o sitio web) para organizar a las comunidades, apoyar políticas que abogan por la justicia climática, y exigir a los líderes mundiales que tomen medidas significativas contra el clima en la COP27 y más allá.