Un grupo de investigadores en Malawi han hecho un descubrimiento innovador sobre la relación entre la tala de bosques y el agua limpia.
Si bien durante mucho tiempo se pensó que la deforestación ayuda, o al menos no perjudica, el acceso al agua en las comunidades cercanas, dos científicos han publicado lo que creen que es el primer documento que demuestra que eso es incorrecto.
"La gente cree que la deforestación no tendrá un efecto negativo en el acceso del agua a la gente", escribió Hisahiro Naito, economista y profesor asociado de la Universidad de Tsukuba de Japón, en un correo electrónico al Pacific Standard. "Hemos cuestionado esta opinión".
Si bien la deforestación puede hacer que haya más agua disponible (llamado "rendimiento de agua"), eso no significa que sea seguro beberla. El suelo del bosque actúa como una esponja para los sedimentos, ayudando a los sistemas de tratamiento de agua, que son poco frecuentes en muchas áreas de Malawi.
MALAWI: #Deforestation can reduce access to safe #DrinkingWater | #Watershed Management | #WASHhttps://t.co/fFsghEd4FD
— Water News Global (@WaterTrends) April 16, 2019
Naito y la co-investigadora Annie Mwayi Mapulanga examinaron datos satelitales del Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minería durante un período de 10 años a partir de 2000. Luego compararon estos datos con las encuestas de salud de agua segura realizadas durante el mismo período. Los resultados de su investigación se publicaron en marzo en Proceedings of the National Academy of Sciences.
A lo largo de su investigación, la cobertura forestal de Malawi se redujo en más del 14%, según informó Pacific Standard, lo que la convierte en una de las tasas más altas de deforestación en África. Los bosques se han talado en gran parte para la obtención de leña y granjas, lo que lleva a un 9% menos de agua potable para los malauíes.
"Al principio, una disminución del 9 por ciento parece pequeña", escribe Naito, agregando que esa disminución sustancial en realidad reduce el acceso confiable de los ciudadanos al agua potable en un 5%.
La tendencia de la deforestación en Malawi no es nada nuevo. En las últimas tres décadas, el efecto de la deforestación es equivalente a un 18% menos de lluvia, escribe Naito. Solo se espera que crezca con el efecto del cambio climático.
Un 17% de los malauíes beben agua de fuentes inseguras, según los datos de 2010, según lo informado por Pacific Standard.
La buena noticia es que reducir la deforestación y plantar más árboles puede revertir los efectos y ayudar mejorar a la nación del sureste de África a protegerse contra el cambio climático.
"Nuestro estudio muestra que, si hay más bosques en Malawi, Malawi puede resistir esos eventos", escribe Naito, "y la gente aún puede tener acceso a agua limpia".