Los animales marinos consumen cantidades alarmantes de plástico cuando nadan en el agua.

Un grupo de científicos estudió recientemente los cadáveres de 50 animales marinos, de 10 especies diferentes en las costas británicas, y encontraron que cada animal contenía un promedio de 5,5 partículas microplásticas en sus entrañas, según un nuevo informe publicado en la revista Scientific Reports.

Sin embargo, según los investigadores, la cantidad real de microplásticos que los animales consumieron con el tiempo podría ser mucho mayor.

"El bajo número de microplásticos en sus intestinos no necesariamente se correlaciona con la carga química dentro de su cuerpo porque la exposición es crónica y acumulativa", dijo la autora principal del informe, Sarah Nelms, a The Guardian. "Tampoco se comprende aún cómo las partículas sintéticas interactúan físicamente con la pared intestinal a medida que pasan".

Muchos microplásticos contienen sustancias químicas peligrosas que se filtran en el cuerpo de un animal después del consumo, y los científicos creen que los microplásticos son imanes para las bacterias y otros patógenos, que también pueden transmitir.

Como resultado, la exposición continua a los microplásticos podría estar causando graves complicaciones de salud.

Los plásticos en general pueden presentar riesgos mortales para la vida marina. Un informe encontró que la probabilidad de muerte de una tortuga aumenta en un 20% después de que se consume una sola pieza de plástico. Otros informes han demostrado que las ballenas mueren de hambre cuando sus tripas se llenan de plástico. Incluso los animales tan pequeños como el plancton se ven afectados por pequeñas piezas de plástico.

Las criaturas marinas que se alimentan de animales más pequeños están doblemente expuestas a la contaminación plástica, consumiéndola accidentalmente mientras nadan y comiendo criaturas más pequeñas que ya han ingerido plástico.

Es por esto que es de vital importancia realizar más investigaciones para comprender mejor los riesgos para la salud que plantea el consumo de plástico. Una cosa está clara: hoy los desechos de plástico solo aumentan en los océanos del mundo.

De hecho, hay casi 500 veces más piezas de microplástico en los océanos que estrellas en nuestra galaxia. Cada minuto, el valor de un camión de basura se vierte en los ecosistemas marinos. Solo la Unión Europea libera seis veces más plástico en los océanos que luego se encuentra en el Gran Parche de Basura del Pacífico, una red de plástico que si se enrolla mide dos veces el tamaño de Texas.

Los microplásticos entran a los océanos de muchas maneras. Las grandes piezas de plástico se desintegran en fragmentos cada vez más pequeños, varios bienes de consumo contienen microplásticos que llegan a los desagües y se acumulan en los cuerpos de agua, y el desgaste de objetos cotidianos, como neumáticos en carreteras o la ropa de los secadores, libera grandes cantidades de microplásticos.

"Es desconcertante que el plástico esté en todas partes, todos los animales están expuestos a él y lo están ingiriendo en su ambiente natural", dijo. "El océano es una sopa de microplásticos y solo va a empeorar, por lo que necesitamos reducir la cantidad de residuos plásticos que se liberan en nuestros mares ahora".