El 8 de septiembre, Mara Fernanda Castilla, de 19 años de edad, usó una aplicación para conseguir un aventón hasta su hogar, lo que por lo general se considera una alternativa más segura para las mujeres en México que buscar un taxi en la calle. Una semana después, la encontraron muerta.
Diez días después, miles de personas marchaban en las calles de México para protestar por la violencia contra las mujeres, específicamente el feminicidio, que la Organización Mundial de la Salud define como el asesinato de una mujer simplemente por ser mujer, según Al Jazeera.
El feminicidio y la violencia contra las mujeres no es un problema nuevo en México.
A principio de la década de los noventa, se difundieron noticias de que cientos de mujeres habían sido asesinadas en Ciudad Juárez, México, lo que atrajo la atención internacional e impulsó a que México solicitara una investigación especial por parte del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer en 2004. De hecho, la creación del término “feminicido” a menudo se les atribuye a activistas mexicanos que se referían a los asesinatos como “feminicidios.”
Más de dos décadas después, México continúa lidiando con la violencia contra la mujer en todo el país. El problema es particularmente agudo en el estado de México y en Ciudad de México. Según AP, 346 feminicidos se han registrado en el estado de México, el más poblado del país, tan solo en los últimos seis años.
El estado tiene el segundo mayor número de feminicidios luego de Ciudad de México, aunque es difícil obtener cifras exactas debido a la dificultad para determinar la diferencia entre feminicidios y asesinatos cometidos con otras motivaciones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
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Lo que está claro, es que las mujeres en México no están seguras frente a la violencia.
En meses recientes, una niña desapareció en el camino desde la escuela hasta su casa y apareció muerta. Una médica fue secuestrada mientras trabajaba en un hospital. Dos días después, su madre identificó el cuerpo decapitado en la morgue. Una estudiante fue apuñaleada hasta morir por su celoso ex-novio.
Parece que ninguna niña o mujer en México debería dar por sentada su seguridad, informa Associated Press. Si bien el feminicidio a menudo se relaciona con el abuso doméstico, muchos homicidios han sido perpetrados por extraños.
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“No me siento segura,” dijo a AP una niña de 15 años que asiste a clases de autodefensa. “Una mujer no puede caminar en la calle libremente debido a que siempre hay personas, hombres, que te empiezan a acosar, que intentan tocarte solamente porque llevas shorts o jeans ajustados,” agregó.
Aunque México ha realizado esfuerzos para combatir el problema — el jueves un hombre declarado culpable de asesinar a 11 mujeres fue sentenciado a 430 años en prisión— este ha sido difícil de enfrentar, ya que está vinculado a normas culturales discriminatorias de género.
“Este problema es difícil de erradicar debido a que existen ideas arraigadas de que nosotras como mujeres tenemos menos valor que los hombres, que podemos ser tratadas como basura”, afirmó la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Dilcya García Espinoza de los Monteros.
Global Citizen realiza campañas para apoyar la igualdad de género y eliminar la discriminación en todas sus formas. Defienda a niñas y a mujeres de todas partes haciendo clic aquí.
La protesta del mes pasado no fue la primera vez que los mexicanos se han expresado frente a la violencia contra la mujer. Al menos otras dos marchas se han llevado a cabo para exigir justicia para víctimas de violencia por razones de género desde abril de 2016.
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Y en los últimos dos años, miles de mujeres en América Latina se han pronunciado contra la violencia por razones de género y el feminicidio, que no solo predominan en México, sino también en otros países latinoamericanos como Honduras y Perú.
Dos años después de que el gobierno de México emitiera una “alerta de violencia de género" debido al sorprendente número de feminicidios, la violencia extendida contra las mujeres continúa siendo una crisis.
"Como mexicana, es difícil saber que al salir de casa es posible que no regreses,” dijo una manifestante a Al Jazeera. “Pienso que estas cosas van a cambiar, no en el presente, sino con el tiempo,” agregó.