Los microplásticos, por su propia naturaleza, no son fáciles de limpiar: son pequeños, se adhieren a las cosas y a menudo se entierran debajo de las superficies.
Sin embargo, un equipo de estudiantes universitarios de la Universidad canadiense de Sherbrooke en Quebec inventó una aspiradora que separa de manera eficiente los microplásticos de un ambiente contaminado, de acuerdo con lo informado por la Radio Pública de Hawaii.
El grupo probó recientemente esta aspiradora llamada Ho'ōla One, en la playa Kamilo en la Isla Grande, donde las olas arrastran regularmente los residuos de plástico a la orilla.
Este prototipo de máquina, complicada de usar y pesada, requiere una plataforma especial para ser transportada a través de un vehículo.
Pero las pruebas han sido exitosas, según informó HPR.
La aspiradora funciona aspirando arena en una playa y depositándola en depósitos de agua. La arena se hunde hasta el fondo de la tina, permitiendo una fácil separación de los microplásticos.
"Todos los microplásticos no se pueden recoger con las manos, tomaría demasiado tiempo", dijo Sam Duval, uno de los fundadores del dispositivo, en una entrevista con HPR. "Investigamos un poco y nos dimos cuenta de que no había tales máquinas en todo el mundo".
"Todo el plástico llega del océano, sé que flota y sé cómo separar los microplásticos de la arena haciendo esto", agregó.
Las playas de todo el mundo se han cubierto de contaminación plástica en las últimas décadas debido a la forma en que las corrientes oceánicas llevan la basura a las costas. Muchos más residuos de plástico vuelan desde los vertederos donde a menudo el viento los transporta a las playas.
Cada año, más de 8 millones de toneladas de residuos plásticos ingresan al mundo, lo que causa grandes problemas para la vida marina.
Los microplásticos, en particular, son especialmente alarmantes porque filtran toxinas en el agua y los animales marinos los ingieren accidentalmente en grandes cantidades. A medida que el plástico se desintegra por el desgaste de la exposición ambiental, se convierten en microplásticos, diminutos trozos de plástico casi indestructible.
Los científicos estiman que hay más de 50 millones de microplásticos en los océanos del mundo.
"No más plástico en las playas, ese es el objetivo final de nuestro proyecto", dijo Duval. "Necesitamos habilidades de ingeniería para ayudar a salvar el planeta".