Según los nuevos informes de Scientific American, el oxígeno se está volviendo cada vez más escaso en los océanos del mundo y amenaza la capacidad de las plantas y los animales para sobrevivir.
Algunos ambientes marinos han visto caer los niveles de oxígeno en un 40% en las últimas cinco décadas, mientras que la disminución en otras áreas ha sido más modesta. En general, los océanos tienen un 2% menos de oxígeno que hace cinco décadas, según las lecturas del Centro Helmholtz para la Investigación Oceánica.
"Nos sorprendió la intensidad de los cambios que vimos, la rapidez con que el oxígeno desciende en el océano y la magnitud de los efectos en los ecosistemas marinos", dijo a Scientific American Andreas Oschlies, oceanógrafo del Centro Helmholtz.
Incluso un ligero descenso en el oxígeno es catastrófico para las criaturas marinas que dependen de este elemento para funcionar, señala Scientific American.
El zooplancton, que es compatible con la cadena alimentaria marina, es extremadamente sensible a los cambios en los niveles de oxígeno y se ha vuelto más susceptible a los depredadores a medida que migran en respuesta a las condiciones cambiantes.
Otros animales han comenzado a limitar sus movimientos para conservar energía, y los peces, como el atún, que son fundamentales para la industria pesquera mundial, se han visto obligados a migrar a nuevas áreas a medida que sus hábitats tradicionales se ven privados de oxígeno. Estas migraciones masivas, a su vez, pueden desentrañar ecosistemas de larga data.
Los océanos del mundo están perdiendo oxígeno por varias razones, informa Scientific American.
Primero, el exceso de calor de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera está siendo absorbido por los océanos, y el agua más caliente es menos capaz de contener el oxígeno. Luego, el derretimiento del hielo marino está causando que capas cálidas de agua se asienten sobre aguas más frías y saladas, lo que evita que los océanos absorban el oxígeno en la atmósfera. Finalmente, los vuelcos y filtraciones, como el fertilizante que se usa en las operaciones agrícolas industriales, está creando la proliferación de algas en las áreas costeras que consumen grandes cantidades de oxígeno.
Se espera que la pérdida de oxígeno se acelere en los próximos años y los científicos instan a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas para abordar este problema. La Declaración de Kiel sobre la desoxigenación de los océanos, por ejemplo, es una declaración de varios expertos que instan a los países a mitigar el cambio climático y detener los volcados industriales.
Los océanos están amenazados por una serie de otros desarrollos que incluyen la acidificación, la pesca excesiva y la contaminación plástica.
Se ha demostrado que la contaminación acústica causada por los barcos que buscan petróleo dañan gravemente la red de sonidos de la que dependen las criaturas marinas, e incluso matan animales. A medida que los océanos del mundo se vuelven más cálidos, los arrecifes de coral sensibles al calor se están destruyendo, destruyendo los ecosistemas que sostienen a miles de especies.
Todos estos problemas están vinculados y requieren una respuesta coordinada a nivel mundial, de acuerdo con las Naciones Unidas.
Por ejemplo, los países pueden comenzar a adoptar reglas sobre cuotas de pesca para ayudar a rehabilitar poblaciones de animales agotadas, controlar activamente la contaminación en aguas abiertas y trabajar para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.