El julio pasado, 15 adolescentes latinas con vestidos color rosa brillante con cuentas y confeccionados con tul y encaje se reunieron frente al edificio del Capitolio de Texas, en Austin. Parecían listas para la tradición latina de presentación de las jóvenes a la sociedad: la fiesta de las quinceañeras.
Sin embargo, estas muchachas no estaban allí para la ceremonia tradicional de las quinceañeras. En lugar de ello, estaban allí para protestar contra el SB4, un controvertido proyecto de ley sobre inmigración.
El anteproyecto, conocido como SB4, básicamente prohíbe las “ciudades santuario” que no cooperen totalmente con las leyes federales permitiendo que funcionarios del servicio de inmigración y control de aduanas (ICE) de EE.UU. entren en las cárceles locales y deporten a los inmigrantes indocumentados.
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Austin, Filadelfia, Nueva York, San Francisco y Chicago son todas ciudades santuario. Pero ahora, Austin corre el riesgo de dejar de ser una ciudad santuario.
El proyecto de ley requeriría que las autoridades hagan preguntas sobre el estado migratorio de una persona durante cualquier tipo de detención, que puede incluir infracciones de tránsito, señala NPR. También penaliza a los funcionarios de la policía y otras autoridades que no acaten las solicitudes del ICE de mantener detenidos a los reos extranjeros con el propósito de deportarlos, de acuerdo con The Texas Tribune.
Los legisladores que apoyan el proyecto de ley dicen que este mantendrá seguras las fronteras y a los “criminales fuera de las calles.” Sin embargo, las muchachas quinceañeras no están de acuerdo.
"Estamos aquí para tomar posición en contra del proyecto de ley 4 del Senado (SB4), la ley más discriminatoria y detestable en la historia reciente," señaló Magdalena Juárez, de 17 años, a NPR. "Cuando el gobernador Greg Abbott firmó el proyecto para convertirlo en ley el 7 de mayo, le faltó el respeto a mi comunidad. Puso gran parte de Texas en peligro. El SB4 no solo es un ataque contra las comunidades de inmigrantes; también amenaza las vidas de todas las personas de color."
La protesta, organizada por Jolt, un grupo de Texas que busca generar poder político para los latinos, combinó una celebración de la cultura latina con la acción.
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"En la cultura latina, las quinceañeras son una tradición importante para reunir las familias, unir las comunidades, unir la cultura," indicó Juárez a NPR. "No respetaremos esta ley en su nivel de odio...Resistiremos mediante la celebración de nuestras familias y nuestra cultura."
La protesta comenzó con música tradicional mexicana de mariachis que interpretaron la canción de cumpleaños que normalmente se canta durante las fiestas de quinceañeras, la celebración cultural latina para una muchacha cuando cumple 15 años. Mientras interpretaban la canción, las 15 muchachas marcharon por las escalinatas del edificio del capitolio de Texas para pronunciarse en contra del SB4.
Algunas de las 15 adolescentes que encabezaron la protesta son inmigrantes indocumentadas, de acuerdo con Jolt.
“Comprendí que tenemos que mostrar a la gente que tenemos una voz. No debemos tenerle miedo al SB 4 ni a (el presidente) Donald Trump,” dijo Viridiana ‘Viri’ Sánchez, organizadora de eventos para jóvenes en el verano de Jolt.
A las muchachas se unieron otros 250 manifestantes en las escalinatas. También se reunieron con legisladores después de marchar por el edificio del capitolio. Las adolescentes dieron información sobre sus comunidades a los legisladores que apoyan el proyecto de ley y flores a los que se oponen al mismo, señaló Fusion.
Y, por supuesto, hubo bailes.
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Las muchachas bailaron al son de “Immigrants (We Get the Job Done)”, de Lin Manuel Miranda, y “Somos Más Americanos” de Los Tigres del Norte.
“Algunas personas dijeron que fue la mejor protesta y evento al que hayan ido,” señaló Cristina Tzintzún, fundadora de Jolt, a Fusion. “Que fue sumamente inspiradora porque también fue un llamado a la acción, aunque se realizó de una manera que usó el arte como poder para mostrar que la resistencia es hermosa.”
Aunque la ley fue firmada por el gobernador Gregg Abbott en mayo y está previsto que entre en vigor el 1 de septiembre, ello no impedirá que estas muchachas continúen su lucha contra una política que consideran perjudicial para la comunidad latina en Texas.
“Queremos mostrar al gobierno que estamos conectados y no pensamos rendirnos,” dijo Sánchez.