A medida que la lucha contra la contaminación plástica se intensifica en todo el mundo, ha surgido toda una industria independiente de empresas que venden alternativas plásticas y reutilizan residuos plásticos.
Estos esfuerzos a menudo son legítimamente sostenibles y sugieren un camino viable hacia un futuro libre de basura, en especial uno en la que las bolsas reutilizables reemplazan a las bolsas de plástico de un solo uso. A veces, sin embargo, lo que a primera vista parece innovador no resulta ser tan verde después de un análisis detallista.
A lo largo de los años, Global Citizen a menudo ha escrito sobre usos innovadores de los desechos plásticos o supuestas alternativas ecológicas. Pero muchos expertos dicen que podrían ser callejones sin salida: productos o servicios que no conducen a la sostenibilidad a largo plazo e incluso podrían interponerse en el camino de un verdadero progreso.
En esta nota, repasaremos algunas de las alternativas al plástico que son dañinas para el medio ambiente o que aún no conforman un producto con un ciclo de vida lo suficientemente maduro para ser celebrado. Y también ofreceremos algunas alternativas legítimamente sustentables.
"Creo que nos incumbe a todos tratar de reducir nuestro uso de plástico siempre que sea posible", le dijo a Global Citizen Bill Levey, CEO de Naeco, una compañía que fabrica alternativas plásticas sostenibles. “La mejor manera de hacerlo es, siempre que sea posible, usar un producto renovable y, finalmente, tomar mejores decisiones de compra”.
"Es peligroso para nosotros seguir teniendo una mentalidad de un solo uso", agregó.
Estas son cinco alternativas plásticas que no son tan buenas para el medio ambiente como creías:
1. Botellas de agua biodegradables.
Cerca de la mitad de mil millones de botellas plásticas de agua se compran y consumen cada año, y menos del 7% se reciclan en botellas de agua nuevas.
En los últimos años, los científicos han estado compitiendo para encontrar una alternativa a las botellas de agua de plástico de un solo uso y han desarrollado algunos prototipos, a menudo derivados de plantas, que supuestamente se degradan en ambientes naturales y no representan un riesgo para los animales.
Pero hay tres problemas con estos esfuerzos, según Levey, quien ha estudiado y experimentado ampliamente con sustitutos de botellas de plástico.
Primero, estas botellas a menudo solo pueden degradarse en ambientes altamente controlados.
"Esencialmente se necesita un ambiente que tenga niveles de calor y humedad lo suficientemente altos que permitan que los microbios descompongan el polímero. Pero fuera de un ambiente cuidadosamente controlado, la degradación puede no ocurrir y lo más probable es que no ocurra", dijo.
Estas botellas también suelen contener revestimientos de plástico o productos químicos que no pueden degradarse de forma natural.
"La pregunta es, ¿están contando la historia completa?", dijo Levey. "Si dicen que está hecho de plantas, eso es genial, pero ¿qué tiene que pasar después de que se usa la botella para que se rompa? ¿Qué condiciones se requieren realmente?".
Además, estas botellas no hacen nada para romper el paradigma reinante de los plásticos de un solo uso.
"La opción más sostenible casi nunca será un producto de un solo uso", dijo Level. "Es peligroso si las personas equiparan "biodegradable", sin saber el tiempo y las condiciones involucradas, con la idea de que está bien evitar cambiar los hábitos".
"La opción más sostenible es una opción reutilizable e idealmente debemos avanzar hacia eso tanto como sea posible", agregó.
Alternativas: Estas son algunas marcas de botellas de agua reutilizables que puedes comprar que reducirán tu consumo de plástico de un solo uso y durarán mucho tiempo:
2. Bolsas de plástico biodegradables.
Al igual que las botellas de agua derivadas de plásticos de origen vegetal, algunas compañías han comenzado a vender bolsas de plástico biodegradables.
A nivel mundial, se utilizan más de mil millones de bolsas de plástico de un solo uso cada año, y menos del 5% de estas bolsas se reciclan. La gran mayoría de estas bolsas terminan en vertederos o contaminan los ambientes, causando daños a los animales. Mientras tanto, la producción de bolsas de papel a menudo conduce a la deforestación y no es necesariamente una alternativa sostenible.
Algunas compañías afirman que sus bolsas de plástico biodegradables de un solo uso son seguras para los animales, pero Richa Malik, fundadora de Happy Turtle, una organización sin fines de lucro con sede en India que aboga por alternativas al plástico, dijo que estas afirmaciones son inexactas.
"Los estudios básicamente han descubierto que la degradación de los bioplásticos en las entrañas de las tortugas marinas no son diferentes del plástico", dijo.
Si bien estas bolsas a veces se pueden compostar en las condiciones adecuadas, Malik dijo que con demasiada frecuencia terminan en vertederos o ecosistemas donde liberan emisiones de gases de efecto invernadero al medio ambiente.
Y, al final del día, estas bolsas no son renovables, dijo.
"Es un producto de un solo uso". "En el momento en que lo elaboras a gran escala, tienes que ampliar los recursos que necesitas y las materias primas, desde el almidón de maíz, las algas, el bambú, todo proviene de tierras agrícolas".
Alternativa: en lugar de bolsas de un solo uso, puedes usar bolsas reutilizables de mano que pueden usarse continuamente.
3. Sorbetes de bambú
Los sorbetes de plástico de un solo uso se han convertido en el enemigo público número 1 en la lucha global contra el plástico. Solo los americanos utilizan hasta 170 millones por día y como los sorbetes de plástico son demasiado endebles para ser reciclados, terminan en vertederos o entornos locales.
Para muchos defensores del medio ambiente, los sorbetes de plástico son simplemente una puerta de entrada para que las personas se interesen más en aprender más sobre alternativas sostenibles, porque otras formas de plástico, como las redes de pesca, causan más daño a la vida marina.
Pero en la prisa por reemplazar los sorbetes de un solo uso, han aparecido muchas alternativas supuestamente sostenibles.
Los sorbetes de bambú, en particular, se han hecho populares, pero tanto Malik de Happy Turtle y Levey de Naeco dijeron que a menudo no son realmente sostenibles.
Malik señaló el detalle acerca de la huella de carbono de estos productos.
"La gente usa muchos artículos de bambú en los Estados Unidos, pero el bambú no crece en los Estados Unidos", dijo. "Crece en China, y su huella de carbono es fenomenal".
Es por eso que hizo hincapié en que las empresas y las personas deberían invertir en alternativas locales, en lugar de buscar reemplazos de un solo uso.
"Hay algunos materiales de bambú que se comercializan como bambú naturalmente orgánico, pero esa no es toda la historia", dijo Levey. "Tuvimos muestras de bambú con las que estábamos entusiasmados, solo por el hecho de que este material se ve y se siente como plástico, y en realidad es un 15% de polvo de bambú, quizás un 20% de almidón de maíz y luego un 60% de resina, es en realidad un plástico formado químicamente ya que también contiene formaldehído".
Alternativa: lo ideal es que puedas pasar toda la vida sin usar sorbetes. Pero cuando tengas que usarlo, elige la opción más ecológica. Aunque los sorbetes de bambú son más sostenibles que los plásticos de un solo uso, y muchas marcas venden productos hechos 100% de bambú, los sorbetes de acero reutilizables generalmente tienen más sentido para el medio ambiente porque duran más y pueden comprarse localmente. Los sorbetes de papel también son una mejor alternativa para cafeterías y restaurantes.
Esta recomendación viene con una advertencia importante, ya que las personas con discapacidades dependen de sorbetes y deberían poder acceder a los sorbetes de su elección.
4. Ropa hecha con plástico “recuperado”.
Cada año, más de 8 millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos del mundo. Los animales marinos, incluidas las ballenas y las tortugas, a menudo consumen este plástico por accidente y, como resultado, se enferman o mueren.
En los últimos años, muchas marcas multinacionales de ropa han respondido a la creciente epidemia de desechos plásticos al incorporar el plástico recuperado en sus líneas de productos.
En general, estos esfuerzos ayudan a limpiar los océanos, lo que sin duda es algo bueno, pero terminan liberando microplásticos y otras toxinas en el medio ambiente a largo plazo, y tampoco hacen nada para romper el reinado de la moda rápida, según indican los expertos.
Dado que la industria de la moda cambió hacia un modelo de moda rápida, se volvió inmensamente perjudicial para el medio ambiente global al consumir grandes cantidades de recursos, incluida el agua, y liberar sustancias químicas dañinas al medio ambiente.
Alternativa: los expertos dicen que la mejor manera de hacer que la industria de la moda sea más sostenible es que los consumidores y las empresas inviertan en artículos más duraderos que los lleven a una menor compra de ropa en general.
Algunas marcas que ponen la sostenibilidad en el centro de su modelo de negocio son Everlane, Patagonia y Eileen Fisher.
5. Rutas de plástico.
En todo el mundo, muchos empresarios han comenzado a pavimentar las carreteras con residuos plásticos.
Suena como una idea convincente: tomar los residuos plásticos que contaminan el medio ambiente y convertirlo en un asfalto que, a su vez, conserva los recursos naturales.
Pero los activistas del medio ambiente han enviado señales de advertencia, diciendo que a medida que estos caminos se desgastan, liberan polvo fino de plástico en la atmósfera que puede causar daños a los animales e incluso a los humanos. Los microplásticos ya impregnan el aire, los cuerpos de agua y las fuentes de alimentos. De hecho, el humano promedio ingiere al menos 70,000 microplásticos al año.
La construcción de carreteras ya es inherentemente dañina para el medio ambiente: involucra materiales como el hormigón y el petróleo que a menudo se extraen de formas no sustentables, y continuamente erosionan y liberan materiales dañinos a la atmósfera.
Alternativa: los defensores de la construcción sugieren reciclar los caminos degradados para conservar los recursos naturales, y algunos ambientalistas alientan la adopción de paneles solares en las rutas para al menos cultivar energías limpias.
Enfrentar problemas masivos como el cambio climático y la contaminación plástica depende en última instancia de la acción de gobiernos y empresas, pero los individuos también tienen un papel que desempeñar.
Las decisiones de compra que las personas toman todos los días influyen en la economía, determinando qué empresas prosperan y cuáles fallan. Si suficientes personas toman decisiones similares basadas en valores compartidos, entonces pueden ocurrir transformaciones en todo el sector.
Levey dijo que la gente común puede alentar a sus empresas favoritas a invertir en alternativas sostenibles al plástico. Citó como ejemplo a Trader Joe's, que recientemente anunció una importante iniciativa de reducción plástica.
Después de que una petición anti-plástica reuniera 1 millón de firmas, el gigante minorista escuchó a los clientes y anunció un nuevo compromiso con la sostenibilidad.
Pequeños pasos como estos pueden hacer grandes cambios a largo plazo, dijo.
"Puede ser desalentador y las personas que están llegando a este tema aprenden a no usar plásticos, no desperdician residuos y comienzan a intentar hacer cambios. Mucha gente quiere darse por vencida", dijo.
"Realmente queremos tratar de alentar el progreso", agregó. "No la perfección".