El primer papa latinoamericano habló sobre la bondad, el perdón y el optimismo a una muchedumbre de colombianos profundamente divididos en cuanto al futuro de su país.
El papa Francisco, de origen argentino, ofreció una misa al aire libre ante una multitud de aproximadamente 1.3 millones de personas en un parque público en Bogotá, Colombia. Continúan existiendo fuertes tensiones en todo el país mientras un nuevo y controversial statu quo se establece en la nación.
Fue hace tan solo un año que se alcanzó un acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y los rebeldes de la guerrilla izquierdista de las FARC, con la que han existido conflictos armados por más de 52 años. El acuerdo logró que las FARC depusieran las armas y desmovilizaran sus operaciones militares a cambio de reasentamiento y asistencia por parte del gobierno.
Muchos en Colombia sienten que las FARC se libraron muy fácilmente de un castigo con este acuerdo. Luego de más de medio siglo de enfrentamientos, se estima que más de 220,000 civiles fueron asesinados, y que más de 1 millón de colombianos fueron desplazados.
Se logró la aprobación del acuerdo con estrecho margen en el Congreso de Colombia luego de su rechazo en un referendo público.
En medio de la división y la desconfianza, Francisco ofreció un mensaje de reconciliación y esperanza que impactó profundamente en quienes salieron a escucharlo.
Sigue leyendo: Este restaurante español toma el dinero de los ricos para alimentar a los pobres
El tema de la misa era claro: la paz no se mantiene solo con palabras, sino con acciones.
“De nada sirve silenciar los fusiles si seguimos armados en nuestros corazones,” dijo aconsejando a la multitud. “De nada vale acabar una guerra si aún nos vemos los unos a los otros como enemigos.”
Francisco instó a la solidaridad y a la acción, llamando a los jóvenes de Colombia a soportar la difícil carga del perdón, señalando que los jóvenes a menudo están mejor preparados para avanzar hacia el futuro sin llevar con ellos el rencor de los dolores pasados.
Sigue leyendo: Activistas del medio ambiente en todo el mundo pueden estar en peligro
“Ustedes nos hacen ver todo el mundo que hay por delante, toda la Colombia que quiere crecer y seguir desarrollándose,” afirmó Francisco. “...de dejar atrás lo que nos ofendió, de mirar adelante sin el lastre del odio.”
También se dirigió al gobierno colombiano para que establezca leyes que solucionen la desigualdad estructural que condujo al surgimiento de las FARC y a la batalla de décadas por cambiar la dinámica social y económica del país.
La misa del papa y su mensaje de trabajar en función de un futuro pacífico para Colombia representa el propósito general de su visita de cinco días a Colombia.
Sanar las heridas de cinco décadas de conflictos es esperar demasiado, pero de la visita del papa surgieron momentos que evidenciaron que el país se mueve en la dirección correcta.
En una carta abierta al papa, el jefe del partido político de las FARC, Rodrigo Londoño, pidió a Su Santidad’ perdón por el daño que causó durante los últimos 50 años.
El lunes pasado, otro grupo rebelde conocido como el Ejército de Liberación Nacional acordó con el gobierno un cese del fuego de tres meses durante el cual se negociaría un plazo más largo.
La cálida y extensa bienvenida a Francisco en este país, profundamente católico, es otra muestra de que pese a los conflictos y las diferencias ideológicas, los colombianos anhelan la paz.