El rinoceronte negro occidental, el pájaro dodo y el mamut lanudo son especies que se han extinguido a causa del ser humano.
A medida que el cambio climático sigue haciendo estragos en las ciudades de todo el mundo (lo que se traduce en un aumento de los casos de calor extremo, inundaciones e incendios forestales), más personas comprenden hasta qué punto las actividades humanas afectan al medio ambiente. Pero para millones de especies de plantas y animales que han desaparecido del planeta, el ser humano lleva mucho tiempo participando en el cambio del mundo natural, para bien o para mal.
Las extinciones son acontecimientos naturales que impulsan la evolución y permiten a la Tierra adaptarse al cambio. A lo largo de la historia de nuestro planeta se han producido cinco extinciones masivas, y los científicos creen ahora que estamos entrando en la sexta. Sin embargo, lo que hace que esta vez sea diferente es el hecho de que las extinciones se están produciendo cientos de veces más rápido de lo habitual debido a la actividad humana.
"Desde 1970 hemos tomado conciencia y adoptado medidas, aunque incompletas, para hacer frente a la contaminación y a los productos químicos tóxicos", declaró a Global Citizen Greg Costello, director de conservación de la Red de Tierras Silvestres. "Hemos sido mucho más lentos a la hora de reconocer el daño a los ecosistemas y la actual caída libre de la biodiversidad. Es imprudente, de hecho, en mi opinión tontamente arrogante, creer que nuestra propia existencia no está directamente correlacionada con la salud del mundo natural".
Al igual que otras especies, los seres humanos son una parte importante de los ecosistemas. Ayudamos a regular los procesos naturales alimentándonos de diversas plantas y animales y cultivando la tierra para la agricultura. Pero cuando nuestras actividades amenazan la diversidad genética de la fauna, agotan los recursos naturales y contribuyen a la destrucción del medio ambiente, todo el sistema se resiente.
Afortunadamente, los científicos han puesto en práctica una serie de soluciones para proteger la vida salvaje y restaurar las comunidades ecológicas. Una de ellas se llama resilvestrar.
¿Qué es resilvestrar?
Es una estrategia de conservación utilizada para promover la biodiversidad en los ecosistemas mediante la reintroducción de especies vegetales y animales que han sido expulsadas, en gran parte debido a los seres humanos. La reintroducción de estas especies en un entorno determinado puede ayudar a que los ecosistemas en dificultades se autorregulen y vuelvan a sus procesos naturales.
Para muchos conservacionistas o quienes trabajan para proteger y preservar el entorno natural, resilvestrar es una actividad tanto del corazón como de la tierra.
Para defender adecuadamente el planeta y sus diversas formas de vida, los seres humanos tienen que aceptar que forman parte de un sistema mayor en lugar de intentar dominarlo todo. Las organizaciones conservacionistas intentan promover un retorno holístico a la naturaleza a través de iniciativas como la resilvestración, que puede significar cualquier cosa, desde la reintroducción de depredadores tope hasta la restauración de tierras que han sido explotadas.
"Aunque los sistemas naturales evolucionan lentamente, como puede atestiguar cualquiera que haya ignorado un terreno durante un tiempo, la naturaleza es bastante hábil para recuperar lo que dejamos", señaló Costello. "Pero nuestros cambios rápidos y agotadores en los sistemas naturales se producen a una velocidad muchas veces superior a la de los procesos naturales, y los impactos del cambio climático se están produciendo a un ritmo que supera con creces cualquier cosa que se haya producido anteriormente en la historia del mundo".
Por esta razón, muchos conservacionistas creen que resilvestrar es menos un acto de interferencia humana en la naturaleza que una forma de que los humanos restauren lo que han cambiado. Y aunque los conservacionistas pueden tomar muchos caminos diferentes para resilvestrar, el objetivo general es el mismo: dejar que los procesos naturales tomen el control para que los ecosistemas puedan ser autosuficientes.
3 datos clave sobre la biodiversidad en la Tierra
- La biodiversidad de las especies vegetales y animales ayuda a regular los ecosistemas del planeta y a luchar contra el cambio climático.
- Más del 99% de los 4.000 millones de especies que han evolucionado en la Tierra se han extinguido.
- Un informe de 2019 de la ONU reveló que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se enfrentan a la extinción, muchas de ellas en cuestión de décadas. Estas tasas no tienen precedentes en la historia de la humanidad.
¿Cómo el resilvestrar puede ayudar a restaurar la biodiversidad de nuestro planeta?
Los humanos modernos evolucionaron en la Tierra y empezaron a interactuar con otras especies hace unos 200.000 años, pero sólo recientemente nos hemos distanciado del mundo natural. Este distanciamiento es parte de la razón por la que nuestras actividades se han disparado, causando daños al medio ambiente que nos rodea.
"Sólo desde la Revolución Industrial y el rápido desarrollo de la agricultura moderna hemos podido depender menos del mundo natural en el que evolucionamos y, por tanto, vivir algo apartados de él", explicó Costello. "En ese proceso hemos acabado con millones de otras especies, hemos destruido gran parte de los suelos productivos de la Tierra, hemos contaminado nuestros cursos de agua y hemos introducido toxinas de larga duración en nuestras tierras, aguas y cuerpos".
Pero el resilvestrar puede ayudar a invertir algunas de estas consecuencias no deseadas. Uno de los métodos consiste en la restauración ecológica, es decir, en ayudar a que se recuperen las zonas que han sido dañadas. Reintroduciendo las especies vegetales autóctonas que se han perdido, plantando árboles y deteniendo las actividades humanas que degradan una zona (mediante la explotación de recursos o la contaminación de los cursos de agua) los ecosistemas pueden regular mejor el medio ambiente. Por esta razón, la resilvestración es una solución basada en la naturaleza para luchar contra el cambio climático.
Los bosques y los ecosistemas terrestres son conocidos como un "sumidero de carbono", ya que absorben una cantidad neta de 7.600 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año. La reforestación de algunas zonas del mundo mediante la plantación de más bosques puede reducir la cantidad de emisiones de carbono que los humanos emiten a la atmósfera. Sin embargo, los científicos señalan que el calentamiento global ha afectado a la capacidad de los ecosistemas terrestres de absorber carbono, por lo que plantar árboles por sí solo no puede detener el cambio climático.
Otro método de resilvestración consiste en conectar las comunidades de animales salvajes para aumentar los niveles de biodiversidad, lo que a su vez afecta a la cadena alimentaria para ayudar a regular los ecosistemas. Costello dijo a Global Citizen que la construcción de pasos de fauna a lo largo de las carreteras puede reconectar los hábitats que los humanos han dividido, así como ayudar a los animales que migran.
"Los caminos y el desarrollo humano son importantes obstáculos para la circulación, y si no hay reconexión, puede ser un futuro sombrío para muchos de nuestros conciudadanos", señaló.
Quizá el ejemplo más conocido para resilvestrar sea la introducción de depredadores tope en un ecosistema. Como el entorno ha cambiado debido a la actividad humana (por ejemplo, por la caza excesiva de animales como el rinoceronte negro occidental hasta su extinción), algunos ecosistemas se han vuelto inestables. Las especies que no están reguladas por los depredadores pueden impedir el crecimiento de la vegetación o propagar enfermedades a los seres humanos.
"Por ejemplo, eliminamos los grandes depredadores en todo el este de Estados Unidos, y ahora tenemos una explosión de poblaciones de ciervos que destruyen los bosques del este, invaden los cultivos de los agricultores, se comen las flores de los patios de los habitantes de las ciudades, son un peligro para los conductores en nuestras carreteras grandes y pequeñas, y proporcionan un vehículo listo para la explosión de garrapatas y la consiguiente enfermedad de Lyme que supone un riesgo para la salud humana", explicó Costello.
Y añadió: "Reintroducir pumas, incluso ayudar a la pantera de Florida a ampliar su área de distribución y apoyar la recuperación de la población de lobos rojos en Carolina del Norte sería un comienzo para reducir la población de ciervos, y un comienzo para volver al estado más natural que existía en el pasado".
¿Cuáles son algunos ejemplos de resilvestración?
Uno de los esfuerzos más exitosos de resilvestración se produjo en el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, mediante la reintroducción de lobos en el ecosistema del parque.
El último lobo de Yellowstone murió debido a la caza excesiva en el siglo XX, lo cual alteró la forma en que se regulaba la cadena alimentaria y amenazó la biodiversidad del entorno. Las poblaciones de alces aumentaron durante décadas sin lobos que los cazaran, lo que provocó una reducción de la vegetación al pastar en exceso sobre las plantas.
Esto no sólo redujo la población de castores, que dependen de los árboles para alimentarse, sino que también afectó al paisaje natural del parque. Una menor vegetación provoca la erosión del terreno, y la ausencia de castores que construyan presas y estanques afecta al caudal de los ríos y arroyos. Como los alces seguían pastando en exceso, los científicos se preocuparon por la degradación del medio ambiente.
En 1995, los biólogos introdujeron ocho lobos canadienses en Yellowstone y siguieron la pista de cómo interactuaban los lobos en su nuevo ecosistema. Cuando los lobos cazaron, la población de alces disminuyó, lo que permitió que florecieran árboles y plantas en el parque. Las colonias de castores se expandieron rápidamente, proporcionando hábitats para otras especies como los peces de agua fría y las aves. Con un claro sistema de regulación descendente, en el que los lobos están en la cima de la cadena alimentaria, las especies vegetales y animales pudieron coexistir y regular el ecosistema conjuntamente.
Otro ejemplo de resilvestración se da actualmente en los océanos de todo el mundo.
Los bosques de algas son importantes para los ecosistemas marinos, ya que proporcionan un hábitat a miles de organismos y absorben el dióxido de carbono. Suelen crecer en aguas poco profundas y abiertas porque necesitan luz para prosperar. Pero durante años, el aumento de la temperatura del mar y la actividad humana en los océanos han destruido los bosques de algas.
El Proyecto de Restauración de Algas de Sussex es uno de los muchos proyectos de conservación de bosques de algas que se están llevando a cabo para promover la biodiversidad en los océanos y luchar contra el cambio climático. Para restaurar los bosques de algas, el proyecto ha hecho una campaña para limitar la pesca de arrastre, un método de pesca que consiste en arrastrar una red a través del agua y que puede desalojar las algas de los fondos marinos. Otros esfuerzos de resilvestración consisten en capacitar a los voluntarios para que planten, cultiven y controlen las algas para reconstruir los bosques de algas que se han perdido.
¿Cuáles son los riesgos de la resilvestración?
Ni siquiera las iniciativas de resilvestración están exentas de controversias. Cuando los conservacionistas debaten sobre la conveniencia de reintroducir en un entorno especies clave u organismos importantes para la regulación de los ecosistemas, y sobre cómo promover la biodiversidad entre las especies vegetales, tienen que tener en cuenta varios factores.
"El mayor inconveniente de los esfuerzos de resilvestración es que los ecosistemas son tan complejos que es difícil, si no imposible, predecir completamente el impacto no deseado de estos esfuerzos", reconoció Costello. "Los esfuerzos humanos por 'arreglar' las cosas siempre conllevan algún riesgo; de hecho, la historia está llena de ejemplos en los que hemos intentado arreglar las condiciones medioambientales y hemos empeorado las cosas".
Aunque la introducción de un depredador tope puede ayudar a regular la superpoblación de otras especies, los conservacionistas tienen que asegurarse de no erradicar toda una población de animales dentro de un ecosistema determinado. Incluso los esfuerzos por plantar más árboles con la esperanza de que capturen el dióxido de carbono del aire pueden tener efectos no deseados en el medio ambiente, especialmente con las especies no autóctonas.
Y aunque algunos esfuerzos de resilvestración quieran devolver un ecosistema a su estado pre-humano, a veces es mejor que la naturaleza se adapte y regule por sí misma.
"No debemos olvidar que los ecosistemas siguen evolucionando, y tratar de devolver un sistema a lo que era hace cientos de años, para luego mantener ese statu quo, probablemente no sea posible ni apropiado", dijo Costello. "Los ecosistemas siempre están evolucionando, y debemos reconocerlo y aceptarlo en nuestros esfuerzos".
Y añadió: "Pero no creo que esos posibles inconvenientes sean razones para no adoptar medidas de sentido común".
Las organizaciones de resilvestración están intentando aplicar estas medidas de sentido común en todo el mundo. Desde exigir a los líderes mundiales que protejan los hábitats existentes de la explotación humana hasta reconectar los paisajes para ayudar a la migración de los animales, el resilvestrar es una valiosa herramienta para defender el planeta y a todos sus habitantes.
"Si somos inteligentes y ejercemos la precaución, podemos volver a conectar, restaurar y reintroducir los paisajes", aseguró Costello. "Al hacerlo, podemos ayudar a reconstruir la resiliencia de los ecosistemas y construir nuestra propia resiliencia como especie biológica".
Puedes unirte a la campaña de Global Citizen Live para derrotar la pobreza y defender el planeta tomando acción aquí, y formar parte de un movimiento impulsado por ciudadanos de todo el mundo que están actuando junto con los gobiernos, las empresas y los filántropos para lograr el cambio.