Por Sonia Elks
Traducción Erica Sánchez
LONDRES, 27 de enero (Fundación Thomson Reuters) - Las personas que viven en los países más pobres son menos propensas a considerar el cambio climático como una emergencia o a pensar que requiere una acción urgente, según mostró recientement la mayor encuesta de opinión pública sobre el tema.
Pero a pesar de las diferencias regionales, casi dos tercios de los 1,2 millones de personas encuestadas en unos 50 países estuvieron de acuerdo en que el calentamiento global era una crisis, en la encuesta en línea "Peoples' Climate Vote" realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Universidad de Oxford.
Los creadores de la encuesta, basada en un juego, afirmaron que sus resultados mostraban un claro mandato para que los responsables políticos adoptaran medidas más contundentes en favor de un mundo más verde.
"Cada vez hay una mayor comprensión global, y con ella viene la capacidad de actuar colectivamente sobre el cambio climático", le dijo el jefe del PNUD, Achim Steiner, a la Fundación Thomson Reuters.
Steiner añadió: "Lo que revela la encuesta es la validación de una sensación creciente entre la gente de todo el mundo de que se trata de un problema que hay que abordar ahora".
La encuesta se distribuyó a través de anuncios en populares apps de juegos para móviles, como Words with Friends, Angry Birds, Dragon City y Subway Surfers, entre octubre y diciembre del año pasado.
Se preguntó a los jugadores si creían que el cambio climático era una emergencia global y, en caso afirmativo, qué debería hacer el mundo en respuesta a ello.
En general, el 64% de las personas de todo el mundo dijo que el cambio climático era una emergencia.
Casi seis de cada 10 personas que creen en la existencia de una crisis climática afirman que el mundo debe actuar "urgentemente" sobre este asunto, y sólo el 10% dice que el mundo ya está haciendo lo suficiente, aunque otro 11% se muestra partidario de no hacer nada.
Y hay algunas diferencias notables entre los países.
Los que están de acuerdo en que el calentamiento global es una emergencia van desde el 72% de media en los países de ingresos altos, hasta el 62% y el 58% en los países de ingresos medios y menos desarrollados, respectivamente.
Los pequeños estados insulares en desarrollo, que a menudo ya se enfrentan a los graves efectos del calentamiento del planeta, son una excepción, ya que el 74% afirma que los problemas climáticos son una emergencia.
Del mismo modo, la proporción de personas que reclaman una acción urgente sobre el tema oscila entre siete de cada diez en los países más ricos y el 55% en las naciones menos desarrolladas.
Según los creadores de la encuesta, no está claro a qué se deben las diferencias de opinión entre países y regiones, pero hay factores como la edad, el nivel educativo, la urbanización y el alcance del debate popular sobre el clima.
Los resultados también mostraron que los jóvenes, que han impulsado una ola de movimientos populares por el clima, eran más propensos a considerar el calentamiento global como una emergencia en comparación con las personas mayores.
"Ha empezado a producirse un cambio radical", dijo Steiner, refiriéndose a las actitudes y la conciencia entre los jóvenes. "Realmente son, en cierto modo, la fuerza motriz de una opinión pública que se está formando en todo el mundo".
Los resultados ofrecen un estímulo para los gobiernos y las empresas que actúan para combatir el cambio climático -y ponen de relieve los desafíos para los que no lo hacen-, dijo Richard Black, asociado principal de la Unidad de Inteligencia Energética y Climática, organización británica sin ánimo de lucro.
"Esto plantea una pregunta difícil para los gobiernos de países como Australia, Canadá y Polonia que intentan mantener vivas las industrias de alto contenido en carbono: ¿durante cuánto tiempo será factible hacer políticas que vayan en contra de los deseos de sus ciudadanos?", dijo en un comunicado.
Más información: http://news.trust.org