El cambio climático está haciendo que sea mucho más difícil alcanzar los Objetivos Globales, según un nuevo informe de las Naciones Unidas.
Los Objetivos Globales tienen como finalidad crear un mundo más saludable, más justo y más sostenible para 2030, y fueron ratificados por todos los miembros de las Naciones Unidas en 2015. Los 17 Objetivos incluyen garantizar el acceso universal al agua, saneamiento, alimentos nutritivos y la educación, y erradicar injusticias como la pobreza, la igualdad de género y la degradación ambiental.
Son ambiciosos y visionarios en su alcance, pero están centrados en sus objetivos para permitir la rendición de cuentas. Cuatro años después de que se adoptaron los Objetivos Globales, el mundo ha logrado un progreso desigual, y han surgido serios obstáculos, según datos de la ONU.
El cambio climático, en particular, podría ser un obstáculo para el progreso en todos los objetivos.
“El ambiente natural se está deteriorando a un ritmo alarmante: los niveles del mar están aumentando; la acidificación del océano se está acelerando; los últimos cuatro años han sido los más cálidos registrados. 1 millón de especies de plantas y animales están en riesgo de extinción, y la degradación de la tierra continúa sin ser controlada", dijo en una declaración el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
"Es bastante claro que se necesita una respuesta mucho más profunda, más rápida y más ambiciosa para desencadenar la transformación social y económica necesaria para alcanzar nuestros objetivos para 2030", agregó.
Los riesgos que plantea el cambio climático son variados. A medida que el mundo se calienta, las olas de calor que causan problemas de salud son cada vez más comunes. Los cambios en los patrones de precipitación están provocando sequías que afectan los sistemas agrícolas y los suministros de agua, erosionando el progreso en varios objetivos. El cambio climático también hace que los fenómenos meteorológicos extremos sean más probables. En las próximas décadas, se prevé que decenas de millones de personas sean desplazadas por las tormentas extremas y el aumento del nivel del mar.
Estos impactos tienen reacciones en cadena que afectan la capacidad de los países para alimentar a las poblaciones, mejorar las tasas de educación infantil, construir una infraestructura sostenible y ampliar el acceso a los puestos de trabajo.
La ventana para combatir efectivamente el cambio climático también se está reduciendo. Los países tienen hasta 2030 para reducir radicalmente las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que las temperaturas suban más de 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Debido a que las emisiones están aumentando actualmente, ese objetivo es cada vez más improbable. Según las proyecciones actuales, el planeta podría aumentar hasta 4 grados centígrados para finales de siglo, lo que desencadenaría cambios planetarios catastróficos.
Pero aún no está todo perdido, según la ONU. Los avances en energía renovable hacen que sea posible ponerle fin a la dependencia mundial de los combustibles fósiles. Más importante aún, los grandes movimientos de protesta están obligando a los países a tomar medidas y comprometerse a reducir sus emisiones.
"Los desafíos destacados en este informe son problemas globales que requieren soluciones globales", dijo Liu Zhenmin, subsecretario general de la ONU para asuntos económicos y sociales, en una declaración. "Al igual que los problemas están interrelacionados, las soluciones a la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y otros desafíos globales también lo están".