A lo largo del último año y medio las mujeres y niñas han experimentado una pérdida de empleo sin precedentes, desafíos a su educación y una carga desproporcionada de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Esto se debe a que, en tiempos de catástrofe y crisis, las mujeres y las niñas se encuentran entre los primeros grupos afectados.

La pandemia de COVID-19 no ha sido diferente. Al interrumpirse los sistemas de atención sanitaria y las cadenas de suministro en todo el mundo, las mujeres —en particular las de los países de bajos ingresos— perdieron el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva que las ayudan a hacerse cargo de sus cuerpos y a desarrollar todo su potencial. Esto ha desbaratado el progreso para lograr la igualdad de género para 2030.

La planificación familiar y otros tratamientos de salud reproductiva son fundamentales para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, y desempeñan un papel clave en la reducción de la pobreza. En estos momentos, se calcula que hay 218 millones de mujeres en los países en desarrollo que quieren retrasar o evitar quedar embarazadas, pero no tienen acceso a servicios, información o recursos de planificación familiar y salud reproductiva en su comunidad.

Cuando las mujeres y adolescentes no tienen acceso a los anticonceptivos, las consecuencias pueden ser devastadoras: más muertes maternas, más abortos inseguros y más embarazos de adolescentes. Los embarazos en la adolescencia también están relacionados con la deserción escolar de las niñas, lo que limita su potencial económico y las expone a un mayor riesgo de ser vulnerables a la pobreza y la exclusión.

La planificación familiar tiene enormes beneficios para los individuos, las parejas, las familias, las comunidades y las naciones. Pero, aunque invertir en las mujeres y las niñas es lo mejor para todos los países del mundo, la salud, los derechos y las opciones de las mujeres suelen quedar en segundo plano cuando se trata del financiamiento.

Ahí es donde el UNFPA, la agencia de salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas, se convierte en un recurso inestimable para las mujeres y las niñas de todo el mundo. La agencia de la ONU amplía el acceso a la planificación familiar a través de la Asociación de Suministros del UNFPA, proporcionando anticonceptivos y medicamentos para la salud materna que salvan vidas en todo el mundo, con especial atención a las mujeres y niñas de los países de bajos ingresos.

Desde su puesta en marcha en 2008, la Alianza para los Suministros del UNFPA ha evitado 89 millones de embarazos no deseados y 26,8 millones de abortos inseguros, dando a las mujeres acceso a los anticonceptivos y al apoyo que necesitan para tomar decisiones sobre su salud personal y su futuro.

"No es fácil gestionar los estudios, los asuntos de la casa, los negocios... todo es cuestión de determinación. No me gusta depender de los hombres. Tengo que seguir adelante", comenta Salume, una mujer de Uganda, sobre la decisión de implantarse un anticonceptivo con el apoyo del UNFPA. "Sin la planificación familiar no hay manera de que pueda salir adelante. Decidí ir a un lugar donde puedo recibir asesoramiento y estar segura de lo que hago".

Durante la pandemia la demanda de recursos para la planificación familiar y otros medicamentos para la salud reproductiva aumentó al interrumpirse los servicios y restringirse el acceso a la información y a los anticonceptivos. Para subsanar esta carencia, la Asociación de Suministros del UNFPA pide a los gobiernos y al sector privado que movilicen recursos y financiamiento para ayudar al organismo de las Naciones Unidas a aumentar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva de algunas de las mujeres y niñas más vulnerables.

Este año algunos gobiernos decidieron recortar el financiamiento de ayuda en el extranjero para apoyar los esfuerzos nacionales de recuperación de la pandemia, poniendo en riesgo millones de vidas. Desde el recorte de la ayuda en Yemen hasta la amenaza a la investigación y el desarrollo de tratamientos que puedan erradicar las enfermedades infecciosas, estas reducciones de ayuda repercuten en todos los problemas que afectan a las personas que viven en países en desarrollo o que han sido devastados por las crisis.

El trabajo de la Asociación de Suministros del UNFPA se ha visto muy afectado por la reducción del financiamiento, por lo que es más importante que nunca que los líderes mundiales den un paso adelante y aborden urgentemente el déficit de financiamiento para apoyar los derechos y las opciones de las mujeres.

A lo largo de la próxima década, la Asociación de Suministros del UNFPA calcula que el programa puede evitar 141 millones de embarazos no deseados, 328.000 muertes maternas y 42 millones de abortos inseguros, pero sólo si los Global Citizens de todo el mundo toman medidas para mejorar el acceso a los servicios de planificación familiar y a otros medicamentos de salud reproductiva.

El COVID-19 ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas de atención sanitaria, lo que hace más importante que nunca dar prioridad a una recuperación con perspectiva de género. Con un mayor apoyo, podemos garantizar que las mujeres y las niñas de todo el mundo puedan tomar las riendas de sus cuerpos y sus vidas para hacer realidad nuestra visión colectiva de un futuro mejor y más igualitario.

Advocacy

Exige igualdad

El UNFPA quiere que todas las mujeres tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva

Por Jaxx Artz