Por qué es importante para los Global Citizens
Los niños que viven en áreas afectadas por conflictos pueden beneficiarse más cuando reciben oportunidades de aprendizaje. Sin más fondos para la educación, los niños venezolanos no tendrán las herramientas y habilidades para superar la pobreza y promover la paz dentro de sus comunidades. Puedes unirte a nosotros para tomar medidas sobre este tema aquí.

Mientras viajaba a Perú para huir de la crisis humanitaria de Venezuela, Daniel, un niño de 5 años, dijo que le encantaba la escuela y que extrañaba estudiar.

Daniel es uno de los más de 4 millones de personas que han escapado de la violencia, la pobreza y el hambre en Venezuela desde 2015, en lo que se considera la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo. La mayoría de los refugiados venezolanos han encontrado asilo en los países vecinos de Colombia y Perú.

La crisis venezolana comenzó en 2010 debido a la dependencia del país del petróleo durante gran parte de las últimas tres décadas. El petróleo se convirtió en la principal fuente de ingresos para Venezuela, lo que causó que otras industrias sufrieran y esto finalmente condujo a un colapso económico. Como resultado, casi el 90% de los residentes han sido empujados a la pobreza, y el actual presidente, Nicolás Maduro, ha rechazado la ayuda.

Global Citizen se reunió con Daniel en marzo en el Centro Binacional para el Servicio Fronterizo, el centro fronterizo de Tumbes a través del cual los refugiados venezolanos cruzan de Ecuador a Perú. Aproximadamente 500,000 venezolanos emigraron a Perú solo en 2018. Daniel viajaba con su madre Oledyi, que tenía 4 meses de embarazo; su hermana de 3 años, Valentina; y su hermana de 18 meses, Victoria. Dijo que cuando crezca, quiere trabajar para ayudar a su madre y asegurarse de que ella nunca pase hambre.

Desde marzo, UNICEF anunció que aproximadamente 1.1 millones de niños en América Latina y el Caribe necesitan acceso a servicios básicos y protección, o lo necesitarán para fines de 2019, debido a la crisis de Venezuela y la migración masiva relacionada.

Sin apoyo, los niños afectados por el conflicto pierden la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y reconstruir sus comunidades. Los niños en países afectados por conflictos tienen más del doble de probabilidades de no asistir a la escuela en comparación con aquellos en países no afectados por conflictos, según la UNESCO. Las niñas que viven en zonas afectadas por conflictos son las que más sufren y son especialmente vulnerables cuando pierden oportunidades de aprender. Abandonar la escuela conduce a tasas más altas de matrimonio infantil, explotación y tráfico.

La educación de los niños es uno de los temas relacionados con la crisis de Venezuela que recibe la menor atención. Estas son cuatro cosas que debes saber sobre la situación.


1. Las escuelas en Venezuela están luchando para mantener sus puertas abiertas.

Según publicó recientemente Reuters, debido a la crisis económica, las familias no han podido costear los útiles escolares o alimentos suficientes para alimentar a sus hijos, por lo que en la clase no pueden concentrarse. Al comienzo del año escolar 2018-2019, los maestros en Venezuela notaron que asistían menos estudiantes de lo habitual. Según Reuters, 3 de los 8 millones de niños en edad escolar del país han abandonado la escuela.

Las escuelas deberían ofrecer seguridad y protección a los niños, pero en Venezuela, los edificios escolares se están desmoronando y no pueden funcionar de manera eficiente. En la ciudad rural de Caucagua, por ejemplo, para septiembre pasado una escuela no tenía electricidad y el agua corriente solo funcionaba tres días a la semana. En otra escuela en el estado fronterizo de Tachira, una maestra le dijo a Reuters que no podían comenzar el año escolar porque carecían de saneamiento inadecuado y de comida insuficiente. Los estudiantes se presentaban a la escuela para comer porque no estaban comiendo en casa. La disminución del transporte público también ha dificultado que las escuelas reciban los suministros que necesitan y los padres no tienen manera de llevar a los niños a clase.

2. Las escuelas en las comunidades anfitrionas excedieron su capacidad.

Más de 1 millón de venezolanos han ido a vivir a Colombia, y aproximadamente la mitad de los niños venezolanos que viven allí no asisten a la escuela. Cerca de la frontera, las escuelas están llenas. Cuando los maestros tienen que instruir a demasiados niños, no pueden brindarle a cada estudiante la atención dedicada que necesitan para desarrollarse.

Además, los padres que pueden mantener a sus hijos en la escuela no tienen dinero para comprar uniformes, suministros y pagar el transporte, según informó el Washington Post. La falta de políticas públicas sobre migración en las comunidades de acogida hace que los niños corran un mayor riesgo de discriminación, violencia, separación familiar, xenofobia, explotación y abuso, según UNICEF. Los niños venezolanos son blancos fáciles para grupos criminales o armados y han denunciado haber sido intimidados por estudiantes colombianos.

Incluso antes de la migración venezolana, la calidad de la educación en Perú, donde la mayoría de los refugiados buscan asilo, se consideraba deficiente debido a una infraestructura inadecuada, materiales de aprendizaje obsoletos y la falta de maestros bien capacitados. En marzo, el número de niños que ingresaron a la escuela pública aumentó de 26,000 en 2018 a 34,000 niños. Ahora el gobierno está luchando para acomodar la afluencia de estudiantes con recursos limitados.

Muchos niños que han llegado a Perú sin la documentación adecuada todavía van a clase porque la escuela es obligatoria en el país. Pero cuando no cuentan con la documentación adecuada, se ubican en grados inferiores a su nivel de educación y corren el riesgo de quedarse atrás, según un informe de Cronkite News de PBS.


3. Los niños venezolanos están abandonando la escuela para trabajar.

En junio de 2018, la agencia de protección infantil de Colombia descubrió que 350 niños venezolanos, especialmente los que viven cerca de la frontera con Venezuela, fueron víctimas de trabajo infantil durante un período de tres meses. Los niños que emigran sin pasaportes y visas de trabajo son más vulnerables a la explotación laboral.

Según la ley colombiana, a los niños menores de 15 años no se les permite trabajar, pero los niños venezolanos no asisten a la escuela para poder ayudar a sus familias a ganarse la vida. En la ciudad de Cucata, por ejemplo, los niños pequeños frecuentemente piden dinero junto a sus padres en la calle, porque encontrar suficiente dinero para la comida es una prioridad más importante que la educación.

4. Los niños afectados por la crisis venezolana necesitan más fondos para la educación.

En marzo, un funcionario del Ministerio de Educación de Perú le dijo a Global Citizen que el mayor problema que enfrenta el gobierno es cómo cubrir las necesidades de la comunidad de refugiados con su presupuesto existente. El funcionario solicitó más apoyo de la comunidad internacional y de las ONG para ofrecer protección y apoyo a los niños venezolanos y sus familias.

La organización Save the Children también está respondiendo a la crisis en la frontera entre Colombia y Venezuela. Ha establecido espacios amigables con los niños para proporcionarles lugares seguros para jugar y está facilitando actividades basadas en el concepto de comunidad y el aprendizaje móvil. El fondo global, “Education Cannot Wait”, está reforzando las iniciativas en países con venezolanos en movimiento para ayudar a las autoridades educativas locales a acomodar a los nuevos estudiantes, promover la igualdad de género y la inclusión, y capacitar a los educadores para enseñar a los estudiantes afectados por la crisis. UNICEF está trabajando para asegurar que los niños venezolanos se mantengan saludables al crear acceso a agua potable y saneamiento para reducir enfermedades peligrosas, al enviar suplementos nutricionales y mediante la administración de vacunas.

Con menos del 2% de toda la ayuda humanitaria asignada a la educación, ahora organizaciones y activistas de todo el mundo que trabajan para ayudar piden más fondos para continuar con el esfuerzo.

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4 maneras en que la crisis de Venezuela está afectando la educación de los niños

Por Erica Sánchez  y  Leah Rodriguez