A medida que se agrava la crisis económicaen Venezuela muchos padres, pobres y hambrientos, se han visto obligados a tomar una difícil decisión: dar en adopción a sus hijos.
Desde que cayó el precio del petróleo se desencadenó una espiral descendente en la economía venezolana en 2013, y el dinero y los alimentos han comenzado a escasear para las familias en todo el país. La escasez de alimentos condujo a la aparición de estadísticas sanitarias inquietantes, como un aumento del 100% en la mortalidad infantilentre 2012 y 2015.
En 2017, la crisis se disparó aún más, lo que resultó en un número récord de niños ingresados en hospitales por desnutrición severa. Además, se acrecentó la cantidad de niños fallecidos en números que los médicos no habían visto antes, según el New York Times.
Ahora, un informe del Washington Post detalla un nuevo problema que se ha desencadenado recientemente como consecuencia del empeoramiento de la crisis en Venezuela: los niveles de abandono infantil han crecido a números casi sin precedentes y se ha generado porque muchos padres que ya no pueden proporcionarle alimento a sus hijos esperan que los orfanatos sí puedan proveerles refugio y un mejor futuro.
Según el informe, la gran cantidad de niños menores que son llevados a orfanatos y centros de custodia ha aumentado tanto que las instituciones públicas para niños vulnerables están "colapsando", y las organizaciones privadas están luchando por brindar acogida a los demás. Además, la cantidad de niños abandonados en las calles también está aumentando a un ritmo alarmante.
Un trabajador social venezolano le proporcionó al Washington Post una cita desgarradora que refleja la situación desesperante. "No pueden alimentar a sus hijos", dijo Magdelis Salazar en referencia a los padres afectados por la pobreza. "Los están entregando no porque no los amen sino porque quieren lo mejor para ellos".
Una de las principales razones de la grave escasez de alimentos es consecuencia de un país que se volvió dependiente de los alimentos importados en los años anteriores al 2013, un momento de prosperidad económica obtenida gracias a los altos precios del petróleo.
The Guardian informa que, en un país que una vez produjo tres cuartas partes de su propia comida, los ciudadanos hoy tienen que luchar por alimentos importados que constituyen el 70% de todos los alimentos disponibles.
Hoy, aproximadamente 9 de cada 10 familias venezolanas no pueden permitirse comprar suficientes alimentos, y más de 10 millones de venezolanos se saltan al menos una comida por día, según The Guardian.
Incluso para los venezolanos que tienen trabajo, la hiperinflación, el aumento de los precios de los alimentosy la incapacidad de retirar dinero convierten el acceso a alimentos en un desafío. Los informes muestran una triste imagen: ciudadanos que esperan en largas colas a las 5 de la mañana para poder comprar comida, sin saber si tendrían acceso a los alimentos que buscan.
Esta realidad que tanto golpea a aquellos padres que luchan por mantener a sus hijos, ponerlos al cuidado de un orfanato u organización de acogida se está convirtiendo en una decisión cada vez más común. Una madre le dijo al Washington Post que esperaba poder algún día poder recoger a sus hijos de el orfanato en el que se vio obligada a dejarlos.
"No sabes lo que es ver a tus hijos pasar hambre", dijo. "No tienes idea. Siento que soy responsable, como si les hubiera fallado ".