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Tania Rosas, quien creció en La Guajira, la región con las mayores tasas de abandono escolar y pobreza multidimensional de Colombia, reconoció a una edad temprana que el acceso a las oportunidades de aprendizaje eran su mejor aliado, y la mejor manera de trabajar por el desarrollo sostenible en esas comunidades.
En La Guajira, sólo 29 de cada 100 jóvenes terminan el bachillerato, y sólo 5 de cada 100 tienen acceso a oportunidades de educación superior. Más del 60% de quienes se quedan atrás son mujeres.
Por eso, en 2015, Rosas fundó la Fundación El Origen, que apuesta por trabajar para erradicar la pobreza de aprendizaje con metodologías y tecnologías adaptadas a las comunidades locales.
Luego, lanzada en los Estados Unidos como Origin Learning Fund y en 2020 a nivel mundial como LMS, con una app de capacitación personalizada offline llamada O-lab, la Fundación El Origen trabaja con organizaciones internacionales para empoderar a los maestros y organizaciones locales con herramientas digitales.
Estas herramientas “contribuyen a que todos los jóvenes, independientemente de su raza, idioma o lugar de origen, puedan acceder a más oportunidades de aprendizaje y exploración vocacional desde sus escuelas y comunidades”, le dijo Rosas a Global Citizen.
Rosas es la ganadora del Premio Waislitz Global Citizen Disruptor 2021, que reconoce y otorga $50,000 a una persona que ha creado un impacto medible de una manera innovadora que interrumpe los sistemas que permiten que exista la pobreza extrema.
Esta joven emprendedora colombiana está decidida a acabar con las barreras que impiden que millones de niños accedan a la educación en su país.
“Estamos terminando el ciclo de pobreza creado por la falta de oportunidades para acceder a la educación”, dijo Rosas. “Con O-lab, los jóvenes de las comunidades en riesgo ahora pueden capacitarse y acceder a cursos para desarrollar su potencial, crear proyectos para resolver problemas en sus comunidades y adquirir las habilidades del siglo XXI necesarias para tener éxito en esta nueva realidad”.
América Latina se enfrenta actualmente a una crisis educativa sin precedentes. Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, se ha convertido en la región con mayor número de cierres de escuelas en el mundo, según datos de UNICEF.
En Colombia, 53.717 escuelas estaban cerradas hasta abril de 2021, y miles de niños abandonaron la escuela para trabajar y ayudar a sus familias, muchos de los cuales han caído en la pobreza.
Rosas se inspiró para fundar El Origen gracias a su abuela Rosa, una educadora de La Guajira que fundó una escuela en su casa para brindar educación personalizada a los jóvenes que estaban siendo excluidos de las escuelas regulares.
Gracias a la curiosidad y perseverancia de su abuela, explicó Rosas, la misión de la fundación es empoderar a las poblaciones vulnerables para que se conviertan en líderes en sus comunidades y hacer que la educación digital sea más inclusiva. Al mantener un diálogo constante con las comunidades y escuelas donde se implementa O-lab, el impacto va más allá de los estudiantes, ya que brinda información indispensable para brindar una educación de calidad y, como resultado, preparar a los líderes del futuro.
O-lab es un sistema educativo innovador que sirve como una ayuda vital para llevar a cabo programas educativos inclusivos. A principios de 2021, organizaciones en Filipinas, Paraguay y México también estaban comenzando a usar la app para sus proyectos educativos.
Rosas dijo que desde sus inicios, El Origen se centró en trabajar en La Guajira con más de 4.000 niños y jóvenes. Tras el lanzamiento de O-lab en todo el mundo en 2020, llegó a alrededor de 50.000 jóvenes que no habían podido acceder a la educación digital.
“Gracias a nuestra comprensión de los problemas, el buen uso del tiempo, nuestra visión y la pasión y diversidad de las personas que le han dado vida, O-lab ya está operativo en todo el mundo. Continuamos explorando nuevas asociaciones y alcanzando a escuelas, organizaciones y comunidades que, como nosotros en Colombia, se inspiran en la idea de cambiar el futuro de los jóvenes en riesgo en sus regiones y que con nuestra tecnología ahora también podemos escalar, para que juntos podamos llegar a más rincones y no dejes a nadie atrás”, dijo.
La organización, dijo, está convencida de que brindar acceso a una educación digital inclusiva y empoderadora despierta a la próxima generación de jóvenes que liderarán el desarrollo sostenible en sus comunidades y lucharán contra la pobreza.
“Al trabajar en alianzas, podremos llevar la educación digital a todos, sin dejar a nadie atrás”, dice Rosas.
La Fundación El Origen se esfuerza por lograr una educación digital accesible e inclusiva. Para lograrlo, se capacita a docentes y organizaciones locales y se les proporcionan las herramientas necesarias. La aplicación de aprendizaje personalizada funciona sin conexión y es accesible en dispositivos de bajo costo y adaptable a cualquier idioma y contexto para estudiantes de todo el mundo dentro o fuera de las escuelas.
El Origen ya ha capacitado a más de 1,000 maestros de escuelas rurales en el uso de herramientas digitales y ha impactado a más de 50,000 niños y jóvenes en comunidades que tenían acceso limitado a la educación digital.
De hecho, el 80% de los usuarios de 6 a 17 años han continuado su educación durante la pandemia de COVID-19, gracias a O-lab; el 80% de los usuarios de 16 a 18 años han obtenido la certificación en al menos un curso complementario creado por universidades, empresas y organizaciones asociadas a través de O-lab; y el 50% de los usuarios de 17 a 28 años han iniciado un proyecto STEAM o de emprendimiento en sus comunidades guiados por O-lab.
Rosas, quien en 2020 fue seleccionada como “Joven Líder de los ODS” por las Naciones Unidas, está comprometida con despertar a la próxima generación de jóvenes líderes para los Objetivos Globales. Ella planea usar los $50,000 para promover el impacto global de la Fundación El Origen.
“Esperamos continuar creando más asociaciones con organizaciones, fundaciones y corporaciones en todo el mundo para brindar acceso a educación digital inclusiva y personalizada a más de 1 millón de jóvenes en riesgo con un enfoque en el Sur Global y las comunidades de migrantes de todo el mundo”, dijo, “para ayudarlos a liderar el desarrollo sostenible desde sus comunidades, una misión que nos pertenece a todos”.