La campaña de Global Citizen para 2022, End Extreme Poverty NOW - Our Future Can't Wait (Pongamos fin a la pobreza extrema ahora: nuestro futuro no puede esperar), llama a la acción a los líderes mundiales en tres áreas clave para la misión de acabar con la pobreza extrema: empoderar a las adolescentes, tomar acción climática y desmantelar de las barreras sistémicas que mantienen a las personas en la pobreza. En todo nuestro trabajo hay un fuerte compromiso para defender y promover la incidencia política, asegurando que las voces marginadas sean escuchadas.
Puedes leer más sobre nuestra campaña para empoderar a las adolescentes aquí (¡vuelve la próxima semana para profundizar en ella!), y sobre la acción climática aquí. En este artículo vamos a examinar más de cerca las principales barreras sistémicas que impiden avanzar en la erradicación de la pobreza extrema, lo que realmente significa y por qué es tan importante actuar para romper estas barreras.
Imagina que estás atrapado en una pequeña habitación con paredes de cristal. No hay ninguna puerta que te permita salir, y las paredes son demasiado altas para que puedas trepar por ellas, aunque lo hayas intentado varias veces, lo que te hace sentirte derrotado cada vez que caes al suelo. Ya sea que te metió en esta habitación alguien que no conoces, o bien naciste allí y nunca has salido. No importa cómo llegaste allí; lo más importante ahora es que necesitas salir.
¿Por qué? Porque los recursos que necesitas para seguir sobreviviendo (como la comida, el agua y el acceso a una atención sanitaria adecuada) se están agotando, y las condiciones de la habitación son cada día más inhabitables. Mirando más allá del cristal puedes ver a decenas de personas rodeando la habitación. Se dirigen a ti, pero sobre todo se dirigen unos a otros, para decirte que desean desesperadamente sacarte de allí, pero sus esfuerzos son meramente simbólicos, en lugar de darte las herramientas y oportunidades que realmente necesitas para salir.
La habitación misma es el estado de pobreza, y las paredes de cristal que se elevan sobre ti son las barreras sistémicas que te mantienen en esa habitación.
Suena frustrante, ¿verdad? Sin embargo, es una realidad constante para millones de personas en todo el mundo, y por eso Global Citizen aboga por derribar esos muros, esas barreras sistémicas, que han mantenido a la gente en la pobreza.
¿Cómo son estas barreras sistémicas, en realidad? Bueno, hay varias, pero como la pandemia ha expuesto las enormes desigualdades entre los países ricos y los pobres, Global Citizen se está centrando en crear un acceso sostenible a la atención sanitaria y en lograr la equidad financiera para que los países más pobres puedan recuperarse de la pandemia y satisfacer las necesidades esenciales de sus poblaciones.
¿Por qué debemos romper las barreras sistémicas AHORA?
La respuesta es sencilla: Millones de personas se han visto arrastradas a la pobreza y están atrapadas en ella, y el mundo está asistiendo a un escandaloso crecimiento de la brecha de la desigualdad, en gran parte debido a la pandemia del COVID-19 y a sus repercusiones socioeconómicas.
Jonah Kanter, quien dirige la política y la promoción de COVID-19 en Global Citizen, lo explicó mejor.
"El COVID-19 exhibió lo injusto y desigual que es nuestro mundo, especialmente en lo que respecta a la atención sanitaria, acceso a las vacunas que salvan vidas y financiamiento para ayudar a la gente a superar la crisis económica", dijo.
"Los países ricos tenían prioridad mientras que las naciones más pobres esperaban o no podían recibir ayuda", continuó. "Estas desigualdades estuvieron incorporadas al sistema sanitario y financiero mundial antes de la pandemia y deben romperse para pongamos fin a la pobreza extrema".
No es un secreto que la pandemia de COVID-19 empujó a cerca de 100 millones de personas a la pobreza, lo que significa que viven con menos de 2 dólares al día a causa de la pandemia.
Mientras tanto, los ricos se hicieron más ricos.
Así es. La brecha de la desigualdad financiera mundial creció mucho ante la pandemia; los ricos se volvieron más ricos y los que vivían en la pobreza (o fueron empujados a ella) vieron desaparecer sus ingresos y disminuir sus recursos. Aquí hay dos cuestiones importantes: La pandemia es una amenaza directa para la salud y los medios de vida de las personas, en particular de aquellas que no viven en países de altos ingresos; y la pobreza aumentó a nivel mundial, pero de alguna manera, también lo hizo la riqueza de las personas y los países más ricos del mundo.
El coronavirus sigue propagándose y mutando sin cesar, a pesar de que hay numerosas vacunas disponibles desde hace más de un año. Esto se debe en gran parte a que los países ricos acapararon las vacunas desde el principio.
Ahora, cuando estas naciones ricas han vacunado a un gran número de sus poblaciones y aplicado las vacunas de refuerzo, las naciones de ingresos medios y bajos participan en un juego injusto de ponerse al día sin la ayuda suficiente de sus homólogos ricos, compañías farmacéuticas y líderes empresariales mundiales.
Ya sea ante COVID-19 o ante futuras amenazas de pandemia, dos de los mayores obstáculos para el acceso a las vacunas para todos son el nacionalismo de vacunas (acaparamiento de dosis por parte de los países ricos) y la negativa de las empresas farmacéuticas a compartir su propiedad intelectual y su tecnología con los países en desarrollo para que también puedan fabricar vacunas de forma independiente para sus poblaciones.
Esta independencia en la fabricación de vacunas para los países en desarrollo es importante, ya que garantiza la autosuficiencia en lugar de tener que esperar a que las dosis estén disponibles, o a que los países ricos las donen y compartan. El acceso a estos conocimientos y tecnología ayudaría a los países en desarrollo a limitar el impacto del COVID-19 y a estar mejor preparados para futuras amenazas sanitarias.
En lo que respecta a la erradicación de la pandemia actual, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los países de renta baja es la dificultad para hacer llegar las vacunas a las comunidades que más las necesitan. El transporte y almacenamiento de las vacunas COVID-19 requiere ciertas consideraciones e infraestructuras a las que algunos países de renta baja no tienen acceso. Las dosis deben trasladarse desde los aeropuertos nacionales a regiones y comunidades aisladas o distantes donde puedan administrarse, y esto no es una hazaña fácil para los países que no tienen la capacidad e infraestructura necesaria, que incluye almacenamiento en cadena de frío y equipamiento.
Este problema ha llevado incluso a que los CDC de África llamen a espaciar las donaciones de dosis para asegurarse de que no caduquen de camino a su destino.
Hay iniciativas en marcha para ayudar a frenar estos problemas, incluida la iniciativa Global VAX de USAID, que ha estado trabajando para apoyar campañas de vacunación, instalaciones móviles y almacenamiento bajo cadena de frío para ayudar a asegurar que las vacunas lleguen a donde deben estar. Puedes leer más sobre esto aquí. COVAX también tiene en mente el apoyo a la distribución, y pretende asegurarse de que las entregas de dosis a los más necesitados sean prioritarias junto con la adquisición general de dosis.
¿Quiénes son los más afectados por las barreras sistémicas y por qué?
No es exagerado decir que todos los habitantes del mundo se ven afectados por las barreras sistémicas que prolongan la pandemia y mantienen a la gente en la pobreza.
Si la pandemia no es derrotada para todas las personas del planeta, el virus no sólo continuará devastando a las poblaciones no vacunadas, sino que también es libre de seguir propagándose y mutando, poniéndonos a todos en riesgo de variantes potencialmente más mortales y más infecciosas contra las que nuestras vacunas actuales pueden no funcionar.
Al mismo tiempo, el actual trastorno económico causado por la pandemia ha empujado a otros 97 millones de personas a la pobreza extrema. Esto ha afectado de forma abrumadora a los ciudadanos del Sur Global, países y poblaciones más afectados por los impactos de la pandemia y que luchan por recuperarse.
La pandemia desencadenó la peor crisis económica desde la década de 1930, provocando el cierre de empresas, así como la pérdida de puestos de trabajo y de ingresos para millones de personas en todo el mundo. Como resultado de este golpe económico, los países tuvieron que reorientar el financiamiento de las necesidades nacionales hacia la lucha contra la pandemia, y en el caso de los países de ingresos más bajos, que no disponían de activos de reserva para luchar contra la pandemia en un abrir y cerrar de ojos, el financiamiento fue insuficiente tanto para hacer frente a la pandemia como para mantener sus economías a flote. Esto significa que tuvieron que pedir préstamos. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el 60% de los países de renta baja corren un alto riesgo de sufrir problemas de endeudamiento tras el impacto de la pandemia.
Lo que es más, los compromisos de ayuda adicional de las naciones ricas a los países de bajos ingresos están lejos de cumplirse. Esta ayuda adicional al desarrollo podría contribuir a garantizar que se cubran las necesidades nacionales, como paliar el hambre y proporcionar asistencia sanitaria, de modo que los gobiernos nacionales puedan seguir centrándose en la recuperación de la pandemia. Todo esto significa que los países de bajos ingresos se enfrentan a una ardua batalla a la hora de recuperarse de la pandemia.
Todos estamos de acuerdo en que estamos cansados de la pandemia de COVID-19, pero los países más vulnerables del mundo siguen enfrentándose a ella como una gran amenaza, y no pueden afrontarla adecuadamente por falta de recursos y financiamiento para apoyar sus sistemas de salud y recuperarse plenamente desde el punto de vista económico.
¿Qué hacer para romper las barreras sistémicas?
Global Citizen hace un llamado a gobiernos, empresas farmacéuticas y al sector privado para que intensifiquen su apoyo a las poblaciones más vulnerables del mundo y desempeñen su papel para derribar esos muros y romper las barreras sistémicas que siguen manteniendo a las personas en la pobreza.
En primer lugar, esto significa priorizar el poner fin a la pandemia y mitigar futuras amenazas para la salud aumentando la capacidad de producción de vacunas en todos los continentes. Los gigantes farmacéuticos deben compartir su propiedad intelectual y transferir tecnologías esenciales para ayudar a impulsar esta producción en los continentes y en los países que más lo necesitan.
Un ejemplo de ello es conseguir que apoyen el centro de vacunas de ARNm que se está estableciendo actualmente en África, y conseguir que los países ricos productores de vacunas estén totalmente de acuerdo con la exención de PI propuesta por Sudáfrica e India. También necesitamos que las naciones ricas aumenten significativamente el financiamiento para apoyar los sistemas de salud en las naciones más pobres para que las vacunas, las pruebas y los tratamientos puedan llegar a las personas necesitadas lo antes posible.
En segundo lugar, debemos centrarnos en la recuperación de COVID-19 y en la estabilización de las economías de las naciones que se han hundido más en la pobreza como resultado de intentar defenderse de la pandemia, y de las deudas que contrajeron debido a los impactos socioeconómicos de la pandemia.
Global Citizen hace un llamado a los países ricos para que cumplan sus compromisos de ayuda a los países en desarrollo y para que aumenten su ayuda oficial al desarrollo (AOD), un sistema por el que los gobiernos ricos asumen y cumplen sus compromisos de ayuda a los países en desarrollo. Los conflictos, el cambio climático y el COVID-19 agravan los retos a los que se enfrentan los países más pobres, por lo que necesitamos más recursos y con mayor urgencia para aliviar el hambre extrema, hacer frente a otras amenazas de enfermedades y apoyar a las poblaciones vulnerables.
La estabilización de las economías también requerirá la reasignación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) para ayudar a quienes más los necesitan. Los DEG son esencialmente un activo de reserva financiera asignado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que puede intercambiarse entre países a cambio de liquidez o efectivo.
En un hecho histórico, el FMI emitió 650.000 millones de dólares en DEG para la recuperación de la pandemia. Sin embargo, los países ricos fueron los que más se beneficiaron de la asignación de DEG, mientras que los países más pobres, que son los que más necesitan el salvavidas financiero, fueron los que menos recibieron. Por ello, Global Citizen pide que se reasignen al menos 100.000 millones de dólares en DEG para ayudar a estabilizar las economías más afectadas por la pandemia.
Por último, Global Citizen aboga por nuevas formas de financiar la atención sanitaria y la recuperación a nivel mundial que sean sostenibles y tengan un impacto entre quienes más lo necesitan. Esto incluye asegurarse de que, cuando los países del G20 consideren las reformas fiscales como parte de su agenda para la Cumbre del G20 de este mes de noviembre, den prioridad a la equidad y tengan en cuenta las necesidades y los derechos de los países en desarrollo.
¿Qué acción podemos tomar todos para ayudar?
Lo primero que puedes hacer es convertirte en Global Citizen y mantenerte al día de los avances en esta área de enfoque de nuestra campaña "Barreras sistémicas". Inscríbete como Global Citizen, ya sea en nuestro sitio web o descargando la aplicación de Global Citizen, y lee más sobre nuestra campaña general Pongamos fin a la pobreza extrema AHORA aquí.
A continuación, puedes tomar acción con nosotros exigiendo a los líderes mundiales que den prioridad a la justicia en la distribución de las vacunas ahora. Todo lo que tienes que hacer es grabar un video corto y compartir tu mensaje con los líderes aquí. También puedes unirte al llamado para acabar con los monopolios de las vacunas: todo lo que tienes que hacer es tuitear a los involucrados aquí.
Por último, puedes sumarte a nosotros para llamar directamente a las empresas farmacéuticas a apoyar el centro de vacunas de ARNm que se está creando en África, tomando acción aquí.
Tenemos muchas más acciones en materia de vacunas y equidad financiera que puedes llevar a cabo con nosotros cuando te conviertes en Global Citizen, así que asegúrate de inscribirte y dirigirte a nuestra página de la campaña "Rompe las barreras sistémicas AHORA" para ver qué más puedes hacer.
Puedes sumarte a la campaña Pongamos fin a la pobreza extrema AHORA: Nuestro futuro no puede esperar inscribiéndote como Global Citizen (aquí o descargando la aplicación de Global Citizen) y uniéndote a nosotros para romper las barreras sistémicas AHORA.